La Universidad de Cádiz, pese a que en lo que resta de curso académico no retomará las clases presenciales, se prepara para la vuelta progresiva al trabajo normalizado, atendido a la llamada desescalada tras semanas de estado de alarma ante la crisis sanitaria del coronavirus.
Para que todo esté preparado, responda a las exigencias sanitarias requeridas y atienda a las condiciones de la ‘nueva normalidad’, se viene trabajando en las últimas semanas con el objetivo de tenerlo todo previsto en las distintas fases en que se gradúa la vuelta al trabajo presencial tanto del Personal Docente e Investigador (PDI) como del Personal de Administración y Servicios (PAS).
Unas labores que, coordinadas desde la gerencia y desarrolladas a través del Servicio de Prevención y Seguridad, han incluido la desinfección de centros, la adquisición de equipos de protección, la colocación de señalética específica para regular flujos de personas y respetar la distancia social o la colocación de decenas de dispositivos de gel hidroalcohólico en todas sus instalaciones, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
TODAS LAS MEDIDAS
De este modo, desde hace días el personal de limpieza en los cuatro campus trabaja, provisto de los correspondientes equipos de protección individual (EPI), en la desinfección de todas las instalaciones docentes, científicas y de servicios de la UCA (deportes, biblioteca, etc.). Estas medidas preventivas se están repitiendo de forma regular para que la totalidad de las infraestructuras universitarias estén debidamente desinfectadas en la vuelta a la actividad presencial, que se ha iniciado ya en la fase 1 con la incorporación a sus puestos en laboratorios del personal científico que así lo requerido para retomar sus proyectos y a quienes se ha entregado mascarillas ffp2, guantes, pantalla facial y batas, para que puedan desarrollar sus trabajos con las máximas condiciones de seguridad.
En este sentido, la Universidad ha adquirido en las últimas semanas unos 2.000 equipos de protección individual (al inicio del vigente estado de alarma, se entregó todo lo disponible al Ministerio de Sanidad) para su distribución entre el personal que se reincorpore a sus puestos de trabajo con la finalidad de garantizar la seguridad en la atención al público en determinadas áreas y servicios (acceso, biblioteca, registro, etc.). Con el objetivo de reforzar al máximo la prevención en el desempeño de estas tareas, la UCA ha comprado más de 600 pantallas anti contagio.
Además, los servicios de Prevención y Seguridad y de Mantenimiento de la UCA han trabajado en las últimas semanas conjuntamente para la fijación de señalética específica y la instalación de más de 50 dispensadores de gel hidroalcohólico en las paredes de todos los centros (para cuyo aprovisionamiento se cuenta ya con una reserva de 400 litros). Una acción que se complementa con la adquisición de cientos de geles de sobremesa para garantizar la desinfección permanente en el propio puesto de trabajo en tareas que así lo precisen. Igualmente, se han fijado en paredes y suelos de más de 1.000 señales para el establecimiento de distancias de seguridad, la información sobre puntos de espera o la correcta regulación de flujos de personas por el interior de los mismos.
Del mismo modo, la UCA ya ha aprobado los planes de reincorporación progresiva de su personal Docente e Investigador (PDI) y de Administración y Servicios (PAS) para retomar la actividad presencial en sus centros tras el acuerdo alcanzado con las organizaciones sindicales. Estas medidas de prevención van acompañadas de una serie de medidas organizativas que permiten la ordenación de la transición progresiva hacia el desempeño de la actividad y la prestación del servicio en los centros e instalaciones de la Universidad. En términos generales, se mantendrá en lo posible la modalidad de trabajo no presencial como mayoritaria durante la desescalada prevista hacia la ‘nueva normalidad’.
En concreto, durante las fases 1 y 2 del plan de reincorporación, la modalidad prioritaria de prestación de servicios será la telemática, excepto que no sea posible. Durante la fase 3, la presencialidad se incrementará respecto a las fases anteriores, pero seguirá siendo la modalidad minoritaria, en términos generales.