El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, y la consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, han firmado un protocolo general de colaboración y un convenio específico para el impulso de estudios universitarios en jóvenes que hayan sido tutelados hasta su mayoría de edad por la administración autonómica andaluza.
De este modo, la UCA se compromete a facilitar cada curso académico hasta cuatro plazas residenciales en alojamientos universitarios. La puesta a disposición de dichas plazas conllevará el abono del 100% del importe de su coste. La organización, coordinación, seguimiento y evaluación de las propuestas de las personas candidatas y proceso de asignación, se realizará conjuntamente entre la Universidad y el Servicio de Protección de Menores de la delegación territorial de Cádiz.
Las autoridades han confirmado las “buenas relaciones” que mantienen la UCA y esta consejería de Políticas Sociales desde hace años, por lo que la firma de este protocolo general de colaboración “renueva el compromiso entre ambas instituciones y fija nuevas metas” como la nueva actividad que se desarrollará teniendo como base el convenio específico también suscrito ahora para “posibilitar anualmente la realización de estudios universitarios por jóvenes que hayan tenido una medida administrativa de protección y que se hubiesen incorporado al Programa de Mayoría de Edad impulsado desde la Junta”, en palabras del rector.
La consejera ha recalcado su agradecimiento a la Universidad gaditana por continuar esta alianza, teniendo como referente “la sensibilidad especial” que tiene esta universidad con estas políticas como acreditan las actividades conjuntas que llevan organizando sobre “igualdad, personas mayores, discapacidad; cooperación al desarrollo, voluntariado y el espacio dedicado a la juventud, entre otros”.
Además, a través de este protocolo, Sánchez Rubio ha explicado que quieren ahondar en la cooperación en materia de investigación e innovación para mejorar los servicios sociales, “un espacio en el que se ha trabajado poco y hay mucho campo por hacer”. Y también, en la formación de posgrado en drogodependencia y adicciones desde la perspectiva de género, en situaciones de “invisibilidad y silencio, hay mujeres que tienen dificultades y necesitan la implicación de todos”. Una colaboración institucional que se reforzará, de la misma manera, en los proyectos de Cooperación al Desarrollo, donde “Cádiz es la puerta a Latinoamérica, con los pueblos hermanos”; un espacio universitario activo que se desarrolla ya con proyectos concretos en países como Marruecos, Guatemala o Bolivia.
En este sentido, González Mazo ha anunciado que le ha trasladado a la consejera una propuesta de liderar por parte del Gobierno andaluz una red de políticas de género, sobre igualdad y violencia de género en Iberoamérica, donde puedan implicarse con el modelo de Andalucía, ya que por la experiencia que desde la UCA se está llevando a cabo han detectado problemas “gravísimos”.
LA UCA TRABAJA PARA SER “INCLUYENTE Y SENSIBLE”
El rector ha afirmado que el compromiso de la Universidad de Cádiz como institución pública en el desarrollo no sólo económico de la provincia sino también social y cultural, tenemos que “garantizarlo en nuestro alumnado, la formación en valores es tan importante como la académica”. De este modo, ha indicado que la UCA tiene como objetivo ser “incluyente, generar una certidumbre que permita a su comunidad estudiar sin problemas sociales”. La Universidad tiene que ser “sensible con la ciudadanía, recibir sus problemas del día a día” y facilitarles apoyo e intentar darles una solución.
Para ello, el convenio suscrito para brindar una oportunidad de formación universitaria a estos jóvenes que han sufrido “circunstancias especiales” personales que dificultan su integración en el espacio socio-laboral es “nuestra intención que se convierta en una política genérica en el entorno de las universidades andaluzas de la mano de la Junta”, ha subrayado González Mazo.
Estos estudiantes tendrán el alojamiento, gastos de matrícula y medios económicos cubiertos durante un máximo de cinco cursos, que le permitan desarrollar con normalidad su vida académica. A cambio, se les pedirá un rendimiento académico “adecuado”.
Este acto en el Rectorado, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, ha contado con la presencia del delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Manuel Herrera; el diputado provincial de Función Pública, Francisco González; el director del Instituto Andaluz de Juventud, Francisco Tomás Pizarro; y las coordinadora provinciales de Instituto Andaluz de la Mujer, Josefa Moreno, de Juventud, Milagrosa Gordillo, y de Voluntariado, Ainhoa Gil. Por parte de la UCA han asistido también la vicerrectora de Alumnado, Concha Valero, la secretaria General, Francisca Fuentes, y las directoras General de Relaciones Institucionales, Mariam Blandino, y de la unidad de Igualdad entre Mujeres y Hombres, María Luisa de la Flor.
OTRAS ACTUACIONES
Junto a este protocolo, ambas administraciones ya colaboran en otra serie de actuaciones. Por ejemplo, un total de 811 alumnos están participando en el Aula de Mayores durante el presente curso 2017/2018.
En el ámbito de Participación y Voluntariado, la consejería ha concedido subvenciones a la Universidad de Cádiz por valor de más de 206.800 euros desde 2004 a 2017. Además, junto a la agencia andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo tiene cinco proyectos activos por unos 850.000 euros en países como Marruecos, Territorios Palestinos, Guatemala o Bolivia.
Por otra parte, en materia de juventud, las actividades del programa Código Universidad 2017 cuentan con una financiación de 10.000 euros y se están desarrollando actuaciones como Voluntariado Internacional, UCA Joven o el Taller de customización y moda sostenible.