La Universidad de Cádiz ha recibido el legado documental Perdigones-Lavado para su custodia, conservación, estudio y publicación de la documentación inédita existente. Dichos trabajos serán coordinados por Darío Bernal Casasola, catedrático de Arqueología y José Juan Díaz Rodríguez, profesor ayudante doctor, ambos del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, a través del Grupo de Investigación HUM-440.
El legado está compuesto por más de 2.000 documentos y unas 7.000 imágenes inéditas procedentes de más de 50 excavaciones arqueológicas dirigidas en Cádiz, su provincia y, puntualmente, en otras zonas de Andalucía, tanto por María Luisa Lavado como por su difunto marido, Lorenzo Perdigones Moreno, tras toda una vida profesional dedicada a la Arqueología.
La documentación entregada recoge cuatro décadas de la arqueología gaditana y su evolución no sólo en la forma de desarrollar el método de estudio, sino también en la manera de registrar la documentación, esto es, desde los medios analógicos (dibujos de planimetrías y materiales a mano y a tinta a distintos tamaños y escalas, descripciones manuscritas de los restos arqueológicos, imágenes en papel o diapositivas) a los medios informáticos (disquetes, CDs, cintas de vídeo y pen drives).
Según se recoge en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el legado contiene documentación inédita de yacimientos tan significativos para la arqueología gaditana como los alfares y villa romana de Puente Melchor en Puerto Real (en donde se documentaron numerosas estancias con pinturas murales o el famoso mosaico de Baco actualmente expuesto en el Museo de Cádiz) o solares de la ciudad de Cádiz localizados en los antiguos cuarteles de Varela, el antiguo chalet de Comes, en la calle Arcángel San Miguel o en la avenida San Severiano, en los que se documentaron numerosas tumbas y otras edificaciones vinculadas con el área de necrópolis fenicio-púnica y romana de la antigua Gadir/Gades.
También destacan las excavaciones desarrolladas en el antiguo Hospital Real de Cádiz, en el castillo de Santiago en Sanlúcar de Barrameda, en las obras del tren a su paso por San Fernando, en los trabajos ejecutados en el entorno de la pedanía jerezana de Guadalcacín o en la autovía de Jerez- Los Barrios, en donde se documentaron yacimientos arqueológicos muy interesantes desde el punto de vista científico como Cerro del Pradillo.
En cuanto a los periodos históricos, aunque la mayor parte de la documentación se refiere a vestigios púnicos y romanos, también se encuentran restos prehistóricos, fenicios, medievales o de época moderna, correspondiente a diversas tipologías de yacimientos: zonas de hábitat, áreas sepulcrales, alfares o fortificaciones).
“EXCAVACIONES ANTIGUAS VOLVERÁN A TENER UNA SEGUNDA VIDA”
Todos los documentos han sido depositados en las dependencias del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la UCA para ser digitalizada y analizada.
Para los investigadores responsables de dicha labor, Darío Bernal y José Juan Díaz, este legado es una oportunidad única para poder volver a “excavar en el laboratorio” yacimientos muy relevantes de la provincia. Han recordado que la excavación arqueológica es una actividad destructiva, en el sentido de que conforme esta avanza “el registro estratigráfico que contiene toda la información de esos restos, se va eliminando y solo queda lo que los arqueólogos registren en notas, planimetrías o imágenes. Y ahora, gracias al celo por parte de María Luisa Lavado, esas excavaciones antiguas volverán a tener una segunda vida para poder ser analizadas, publicadas y conocidas por la sociedad”.
Se calcula que la calidad e importancia de los documentos inéditos que contiene este legado dará lugar a más de una quincena de trabajos monográficos y alguna futura tesis doctoral en los próximos años.
El rector de la UCA, Francisco Piniella, ha recibido a la arqueóloga María Luisa Lavado para agradecerle personalmente la cesión a estos fondos; supone “un ejemplo de generosidad, buenas prácticas y responsabilidad por parte de la arqueóloga para que todo este legado no se pierda y pueda ser analizado y estudiado por los investigadores de la UCA, como institución garante de la preservación y custodia de esa documentación generada tras tantos años de trabajo”.