La Universidad de Cádiz ha celebrado este lunes 2 de octubre la sesión solemne de apertura del curso 2017/2018 en el salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de Algeciras. El catedrático de Filosofía Moral y Política de la UCA, doctor Ramón Vargas-Machuca, ha impartido la lección inaugural ‘El demócrata perplejo’.
La Universidad gaditana superará los 22.000 alumnos este curso en 44 títulos de grado, 19 dobles grados, 50 másteres oficiales y 17 programas de doctorado, de los que 5.040 son de nuevo ingreso de grado.
Y en el apartado de infraestructuras, en el contexto del nuevo curso, en el campus de Cádiz se está rehabilitando al fin la residencia universitaria, financiada con fondos UCA; y se ha empezado las obras del futuro Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo con fondos europeos; así como se realizará la segunda fase de reforma de la Facultad de Medicina con fondos propios. Y se continuará con la tramitación administrativa, tras la recepción de la propiedad del edificio de Valcárcel, para la construcción de la nueva Facultad de Ciencias de la Educación, pese a la oposición política que existe en Puerto Real.
Precisamente, en el campus del Río San Pedro se iniciará en breve la construcción de la pasarela conexión con la Escuela Superior de Ingeniería, con fondos UCA. Asimismo, en el campus Bahía de Algeciras, se acometerá el proyecto de la segunda fase de la obra de remodelación de EPSA, así como la licitación del proyecto para la obra de la nueva Biblioteca que se ubicará en los terrenos aledaños la Escuela Politécnica Superior. Y en el campus de Jerez, se pondrá en marcha las instalaciones del Instituto Universitario de Investigación en Desarrollo Social y Sostenible (Indess), tras la conclusión de la fase de equipamientos científicos.
El rector, Eduardo González Mazo, en compañía del Claustro Universitario y del secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, Manuel Torralbo, ha presidido la ceremonia. Además, el acto ha contado con la presencia de representantes de la comunidad universitaria, de autoridades civiles y militares, así como agentes sociales y económicos de la provincia, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de la UCA.
La secretaria General de la UCA, Francisca Fuentes, ha presentado los datos más significativos de la memoria de Responsabilidad Social del curso académico 2016/2017 y se han entregado los 53 Premios Extraordinarios de doctorado, máster, licenciatura y diplomatura.
“UNA UNIVERSIDAD DEBE SER SOCIAL”
En su intervención, el rector ha felicitado a los premios extraordinarios de este año, les ha confesado que “la Universidad de Cádiz se ve reflejada en vuestro esfuerzo. Toda la labor que despliega encuentra una recompensa sin límites cuando comprobamos que llegamos hasta el final, que cumplimos el objetivo, que respondemos a las expectativas, que nuestro alumnado concluye con éxito sus estudios de grado, máster o doctorado”. Ha recordado que “llegar hasta aquí, no ha sido fácil. Ahí fuera, os espera una vida cargada de interrogantes, incertidumbres y exigencias. Pero salís avituallados con una formación que, estoy seguro, os abrirá muchas puertas y con un espíritu crítico soportado por los valores de la tolerancia, el civismo y la razón”.
González Mazo ha manifestado que “las universidades somos motores de progreso y debemos ser conscientes de nuestro papel en la sociedad, estando implicadas para dar respuestas a las necesidades de formación e innovación de nuestro entorno”. Una universidad que debe ser social, la “mejor manera de ejercitar este principio de conducta es predicar con el ejemplo. Una estrategia compartida en la que queremos implicar a todos los actores sociales, a todas las instituciones y empresas, al conjunto del tejido asociativo”.
Este compromiso social, como ha señalado, se ha reflejado este año académico desde el Gobierno andaluz y su sistema universitario público. Al respecto, el rector ha agradecido que se “la medida aprobada por el Ejecutivo autonómico que garantiza la práctica gratuidad de los estudios universitarios para el alumnado con rendimiento académico incide directamente en este cuestionamiento”. Del mismo modo, el fraccionamiento de matrículas “apunta en esta misma dirección y que los másteres de especialización cuesten lo mismo que un posgrado habilitante, que el precio del crédito de las titulaciones universitarias se sitúe entre los más bajos de España, que se hayan adoptado medidas para favorecer la obtención de un nivel B1 en un segundo idioma o la apuesta por la movilidad internacional de nuestro alumnado financiando parte del programa Erasmus”.
No obstante, el rector ha recordado que tras el paso por unos recortes estructurales en los últimos años es el momento de “ir percibiendo las mejoras que exhiben la mayoría de las estadísticas macroeconómicas”; por lo que ha reclamado a la Junta que “no eternice la aprobación del nuevo modelo de financiación para las universidades andaluzas y que, entre tanto, nos dejen disponer de los remanentes no afectados para seguir adelante con nuestros proyectos e inversiones, así como que solvente la deuda que sigue manteniendo con algunas de las universidades andaluzas”, entre ellas la UCA.
Este curso académico 2017/2018 comienza en Cádiz con 44 títulos de grado, 19 dobles grados, 50 másteres oficiales y 17 programas de doctorado. Una relación de títulos que “se agranda” con la incorporación de los másteres en Recursos en Biotecnología, en Seguridad Informática (Ciberseguridad) y en Análisis Histórico del Mundo Actual.
Un marco formativo que se complementa con la investigación, la innovación y la transferencia, donde “nuestro propósito”, a decir del rector, es que todos estén conectados “con el entorno, que ponga en valor el conocimiento generado al servicio del desarrollo cultural y socioeconómico, el bienestar de la ciudadanía y la creación de empleo. Una secuencia de trabajo cuyo último eslabón es garantizar nuestra innovación y transferencia a la sociedad”. Para ello, ha relatado que se trabaja estrechamente con el tejido productivo y las administraciones e instituciones para que sean partícipes en las prácticas curriculares del alumnado (“más de 8.000 estudiantes las realizaron en los últimos años en más de 1.500 entidades públicas y privadas”), en la enseñanza dual en diferentes másteres oficiales como Ciberseguridad, Ingeniería Naval o Gestión Portuaria Logística, desde la “novedosa iniciativa” de las tesis doctorales. En definitiva, se busca “armonizar los recursos e interaccionar con todos los sectores productivos de referencia para aprovechar al máximo las oportunidades”.
Una “permanente conexión”, en palabras de González Mazo, que se manifiesta también en la presencia dentro y fuera de nuestras fronteras en proyectos europeos con sectores estratégicos como el marino-marítimo, agroalimentario, logístico, aeronáutico y naval; energético o turístico. Otro ejemplo de ello es el Campus de Excelencia Internacional del Mar CEI•Mar, que en 2016 recibió la máxima calificación (Global). Una recompensa “a tanto esfuerzo pero, sobre todo, un rearme emocional y científico para mantener inalterado el compromiso de mejorar el entorno sobre la base del conocimiento y las alianzas”.
Por último, ha tenido palabras de agradecimiento para toda la comunidad universitaria “por vuestro trabajo callado y diario a lo largo de todo el año”.
Por su lado, el secretario general de Universidades de la Junta ha dado la enhorabuena a la Universidad de Cádiz por su trabajo y esfuerzo y, muy especialmente en esta ocasión, por defender la certidumbre y coordinar la prueba de acceso a la universidad este año. Para Torralbo, “es mucho lo que aportan las universidades públicas andaluzas a la sociedad y el impacto de cada campus en su entorno”, por lo que ha reconocido “el impacto el esfuerzo y liderazgo”, así como “el trabajo discreto de las universidades” que, a su juicio, “suman valor a la marca Andalucía, de la que son grandes embajadoras”. Un contexto donde, ha subrayado, sobresale la UCA, que figura ya en los rankings universitarios de referencia.
VARGAS-MACHUCA REFLEXIONA SOBRE EL “DEMÓCRATA PERPLEJO”
El catedrático de Filosofía Moral y Política de la UCA, doctor Ramón Vargas-Machuca, ha sido el encargado de impartir en este acto la lección inaugural, titulada ‘El demócrata perplejo’.
Ha realizado una reflexión argumentada de lo que él considera un “demócrata perplejo” ante la situación actual que se vive en España, teniendo como referencia la evolución política social del mundo y nuestro país desde mediados del siglo XX en adelante. A su parecer, hay muchos ciudadanos “decepcionados, desesperanzados y desafectos con la democracia”, pero un perplejo es alguien “que va bien encaminado, pero le oprime el ánimo, se desconcierta y paraliza” con lo que acontece. Es decir, “sabe lo que necesita”, pero constata que las herramientas necesarias “no están a la mano”.
En este tiempo, “se aspira a convivir en un régimen de democracia constitucional que no sea destruido por las injurias y las incompetencias”, donde los “inconformistas y los rebeldes comparten mismo desdén por el saber” y la validez de la democracia no debe perder “nunca jamás” su base en el “cumplimiento de las leyes”.
En 70 años de racionalización en la historia de España, ha reseñado, fruto de un gran pacto político y reglas ciertas, “no debe repetirse los errores del pasado” sino trabajar por la “igualdad social y reformas que lleven a una transparencia y pulcritud de los recursos públicos”.
En el caso de Catalunya, Vargas-Machuca ha afirmado que existe un “potente aparato de la propaganda” que ha puesto en valor “lo antidemocrático como legítimo”, el ejercicio de “la hegemonía contra la democracia” con el fomento de una “autoestima exagerada” y el “discurso de la identidad se ha convertido en preponderante” que recuerda a otra época con el “desbordamiento institucional y la presión social en las calles”.