Más allá del perjuicio evidente para las familias de la escalada sin frenos del precio de la electricidad (según Facua, agosto se ha cerrado con la factura de la luz más cara de la historia: 93,10 euros para el usuario medio; o lo que es lo mismo, alrededor de un 46% más que hace un año), la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC) ha querido alertar igualmente del impacto directo que supone en las empresas.
“Estas subidas impactan directamente en nuestra línea de flotación y ponen en riesgo la estabilidad y competitividad a corto y medio plazo”, advierte el presidente de la CEC, Javier Sánchez Rojas, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Los incrementos récord que viene sufriendo la factura de la luz se suman al encarecimiento generalizado en los costes de energía, “poniendo en serio riesgo la supervivencia de muchas empresas que precisan de su uso para su operativa”, insiste, poniendo como ejemplo los miles de negocios que necesitan climatización o frío industrial constante.
La bajada de IVA en el recibo, de las pocas medidas que de momento ha tomado el Gobierno central, es para Sánchez Roja “bienvenida”, pero evidencia que “apenas tendrá efecto porque el sobrecoste del precio del kilovatio/hora es muy superior a esta reducción”. “Si a ello se le añade el aumento de los costes de producción y de los impuestos que deben seguir asumiendo las empresas, la reducción significativa de los márgenes empresariales es un hecho constatado”, reitera.
“Nuestras empresas ya nos están alertando que el incremento de los costes de la tarifa de la luz nos les va a permitir hacer nuevas contrataciones de personal. Algunos incluso confiesan que se van a ver con dificultades para poder mantener los actuales niveles de empleo”, sostiene desde la patronal gaditana.
Para el presidente de la CEC, “no hay razón alguna para que España tenga los precios más altos de la luz de todos los países comunitarios. Solo Gran Bretaña, ya fuera de la Unión Europea, ha registrado en la última semana precios superiores”.
Y sentencia que “el impacto en nuestra competitividad es directo e inmediato. Las eléctricas tienen que considerar su estrategia de precios porque este sistema tarifario es para hoy, pero aboca a una reducción del mercado a medio y largo plazo si desaparecen sus clientes de empresa y abocan a los particulares a reducir su consumo”.
SE RECHAZA LA SUBIDA DEL SALARIO MÍNIMO
Además, Javier Sánchez Rojas aprovecha para oponerse a la subida “inmediata” del salario mínimo interprofesional (SMI) anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (actualmente es de 950 euros brutos mensuales; Trabajo habría propuesto una subida de 15 euros, y sindicatos apuestan por que sean 25).
El presidente de la CEC apostilla que “en relación a otras cargas empresariales”, las subidas del SMI “no tienen en cuenta las diferencias de coste de vida entre comunidades, no diferencian actividades profesionales, no tienen en cuenta contratos entre empresas privadas y administraciones y frena la contratación, mientras incentiva una nociva economía sumergida”.