La Junta de Andalucía ha puesto en marcha una segunda fase del programa extraordinario de la tarjeta monedero en la provincia de Cádiz, con un presupuesto de hasta 745.000 euros, destinado a familias vulnerables con el objetivo de paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del coronavirus.
Esta iniciativa se activaba a mediados de 2020 tras el primer estado de alarma, y no sin polémica, ya que el Colegio Profesional de Trabajo Social de Cádiz y diversos ayuntamientos cuestionaron que se vincule la atención social a la entrega de esta “tarjeta de pobreza” financiada con fondos públicos, “pero gestionada por entidades ajenas a la administración pública”.
De hecho, en toda Andalucía es Cruz Roja Española la entidad que está “coordinando” la ejecución de este programa “en colaboración con los servicios sociales comunitarios de los ayuntamientos y las diputaciones provinciales”.
La flamante delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Ana Fidalgo, que ha dado detalles de esta segunda fase del proyecto junto a la presidenta de Cruz Roja en Cádiz, Rosario García, entiende que la iniciativa “ha sido y está siendo un éxito”. Se puso en marcha el pasado junio con hasta 1,9 millones para la provincia gaditana: “gracias a ello, se han entregado 2.347 tarjetas con un total de 7.060 recargas”.
En la segunda fase del proyecto, la entrega de tarjetas ha comenzado el 15 de febrero. Además, para agilizar la coordinación de los servicios sociales, se usará la base de datos del Registro Andaluz de Prestaciones de la Junta.
“En la consejería sabíamos que las consecuencias sociales de la pandemia y el estado de alarma podían ser devastadoras en Andalucía teniendo en cuenta la situación de pobreza estructural que padecemos. Por este motivo, nos pusimos a trabajar para redefinir nuestro presupuesto y ofrecer una salida que tenía que ser rápida, ágil y eficaz, porque las personas que peor lo están pasando no pueden esperar ni sufrir la lentitud de la burocracia”, reitera esta política colocada por Ciudadanos.
Este programa se basa en un sistema de tarjeta recargable para comprar productos de primera necesidad de alimentación, higiene y limpieza en los supermercados y tiendas de proximidad. Las recargas están limitadas a entre 150 y 250 euros en función de la tipología familiar y el número de menores a cargo, pero también teniendo en cuenta a las familias monoparentales y los hogares unipersonales. A decir de Fidalgo, “se trata de una medida que no estigmatiza a la población y que da dignidad a las personas, ya que muchas de ellas no han sido usuarias de los servicios sociales ni habían pasado antes por esta situación”.
En esta segunda fase, con un presupuesto mucho menor al de la primera, se priorizará la entrega a aquellas personas que les quede alguna mensualidad pendiente de la fase uno, las que quedaron en lista de espera siempre y cuando cumplan los requisitos actualmente, quienes no han recibido tarjeta en la primera fase y aquellas que aún habiendo recibido las primeras cuatro mensualidades, hayan visto empeorar su situación.
HISTORIA SOCIAL ÚNICA
Este programa de la tarjeta monedero ha servido además de palanca para la definitiva puesta en marcha del Registro Andaluz de Prestaciones (RAP), una aplicación de la consejería de Políticas Sociales y a la que se están adhiriendo los ayuntamientos y diputaciones “que hará posible la Historia Social Única”.
Mediante el RAP, se puede consultar la base de datos común utilizada por Cruz Roja, en coordinación con las entidades locales y la propia consejería, intercambiar datos y facilitar la colaboración entre organizaciones. “Gracias a ello, los profesionales disponen de un acceso compartido para poner en común las prestaciones y ayudas otorgadas, lo que nos ha servido de experiencia para avanzar en nuestro proyecto ‘CoheSSiona’, que tiene como objetivo contar con una base de datos única en los servicios sociales”, ha señalado Fidalgo.
Se trata de un instrumento pionero que hará posible la Historia Social Única, ambicioso proyecto en el que está trabajando esta consejería en manos de la franquicia naranja, y que, se sentencia, “va a suponer un importante avance en la atención de las personas usuarias puesto que toda la información estará en un mismo sitio y los profesionales podrán consultarla fácilmente”.