La actual crisis sanitaria del coronavirus “ha dejado al descubierto la lamentable situación de la administración pública para afrontar una situación como esta, donde profesionales de una pieza que exponen su vida a diario carecen de los medios de protección más elementales”. Es la denuncia del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Cádiz, poniendo el acento en la “precaria situación” en la que los miembros de la Policía Nacional están llevando a cabo su labor en la provincia en estos días de estado de alarma estatal.
Los medios materiales de autoprotección, entiende la SUP, “deberían ser el menor de los males que aquejaran a nuestros policías”, pero “es un hecho la defectuosa provisión de algo tan elemental como mascarillas adecuadas: hay pocas y de baja calidad, que lejos de servir para protegernos solo sirven para que, en el mejor de los casos, no extendamos aún más la pandemia. Nos dotan de mascarillas de cirujano o de otras de baja calidad, que solo previenen contra el polvo en suspensión o las alergias”.
Además, se añade, “la Dirección General de Policía (DGP) nos dice hay que utilizarlas solo en casos de emergencia, que hay pocas y que no saben cuándo van a poder proveernos, vamos que nos apañemos. Hemos tenido, en muchos casos, que pagarlas de nuestro bolsillo para tener una mínima higiene”.
En el mismo sentido, este sindicato asegura en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que “no hay apenas monos de protección, y los que hay son de papel, que simplemente sirven para no contaminar la escena de un hecho delictivo, nunca para evitar el Covid-19”. Y los geles desinfectantes “están agotados en casi todas las comisarías”, los contenedores biológicos para los elementos desechables “brillan por su ausencia, con lo cual solo cambiamos de ubicación los elementos contaminados, no nos deshacemos de ellos adecuadamente y trasladamos los focos de contagio a dependencias policiales”.
Además, las dependencias policiales “no se desinfectan y menos aún los vehículos policiales, nos dicen que tengamos higiene, pero no nos dan ni tan siquiera toallas desinfectantes para que no nos contagiemos entre nosotros”, se insiste.
“No pedimos más que haya un poco de respeto y dignidad para nuestro trabajo –afirman desde la SUP-, sabemos sacrificarnos pero no debemos suicidarnos, y aún menos extender aún más la emergencia sanitaria”.
Se critica además que el Ministerio del Interior, “que no nos provee de medidas de autoprotección” (pese a su orden del 15 de marzo en este sentido) tiene “el descaro de decirnos” que “los policías nacionales atenderán al principio de responsabilidad personal, adaptándose las medidas profilácticas adecuadas para cada situación“.
“TODOS A LA CALLE, INCLUIDOS LOS ENFERMOS”
Por último, este sindicato se queja de que cuando se pide que se preserve en el servicio personas especialmente vulnerables por razón de edad, enfermedad o tras haber superado un cáncer, “nos dicen que no se les puede excluir porque no se puede hacer de manera preventiva”. De esta forma, “estos compañeros que son los que sufren patología que pudieran verse agravadas por el Covid-19, en base a las recomendaciones dadas por el Ministerio de Sanidad, se ven obligados a exponer su vida de manera clara, cuando en otros ministerios como el de Justicia son directamente excluidos del trabajo”.
“En estos casos nos dicen que se efectúe una re-adaptación del puesto de trabajo, lo cual habida cuenta de que se ha habilitado a todos los funcionarios para la actividad operativa, es una paradoja: todos a la calle, incluidos los enfermos, eso sí, si se mueren podrá ser considerado como acto de servicio”, se sentencia.
Este mismo viernes, con el fin de adoptar medidas que garanticen la seguridad y salud de los funcionarios policiales, la Dirección Adjunta Operativa (DAO) ha autorizado, dentro del ámbito del estado de alarma, a que los diferentes órganos centrales y periféricos adopten una prestación del servicio a turnos rotatorios con la candencia 6×6 (seis días de trabajo y seis de descanso).