La huelga indefinida convocada a partir del martes 16 en la industria del metal de la provincia de Cádiz sigue adelante, y sindicatos y patronal, muy distanciados a la hora de abordar el bloqueado convenio colectivo (que engloba a cerca de 30.000 trabajadores).
Tras las dos jornadas consecutivas de paros los pasados días 9 y 10, como aviso, que lograron paralizar en gran medida las grandes empresas tractoras de la Bahía de Cádiz y del Campo de Gibraltar, la Federación de Empresarios del Metal de la provincia de Cádiz (Femca) y CCOO y UGT se volvían a sentar a la mesa el viernes, en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL). Y la patronal ya ha calificado de “inasumibles” las propuestas sindicales expuestas en esta reunión.
La patronal de la pymes del metal, denuncian los sindicatos, quiere eliminar derechos conseguidos. Y entre esos objetivos de los empresarios se resaltan: un incremento salarial cero para este 2021; eliminar una paga extra en 2021 y 2022; aumentar la jornada anual ocho horas; o la creación de un contrato nuevo “con un salario inferior”. “No estamos dispuestos a perder lo que tenemos, todo lo contrario, tenemos que recuperar mejoras salariales y sociales”, se ha repetido estos días desde UGT y CCOO. Mientras CGT ha remarcado que la negociación de este nuevo convenio se debe guiar por “la lucha por llevar a casa un salario digno en la jornada ordinaria y por el control, vigilancia y cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”.
Según asegura la Femca en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, los sindicatos “plantean desconvocar la huelga únicamente si las empresas abonan, para 2021 con efecto retroactivo al 1 de enero de 2021, una cantidad que ronda el 5% de incremento”. Con eso, “desconvocarían la huelga y mantendrían la paz social hasta junio de 2022”.
Además, continuarían la negociación para el nuevo convenio 22/23 a partir del próximo mes de enero, “negociación en la que volverían, sin limitación de ningún tipo, a plantear todas las reivindicaciones de su plataforma”.
LA FEMCA SE COMPROMETE A RENUNCIAR A SUS RECORTES PLANTEADOS
Mientras, las pymes del metal gaditanas exigen dejar sin efecto la huelga y a partir de ahí dicen comprometerse, de manera expresa, “a renunciar y hacer dejación de todas sus pretensiones de reducción planteadas al inicio de las negociaciones del convenio”, tales como aumento de jornada anual, reducción de pagas extra, fórmula de cálculo de horas extra y todo el resto de pretensiones que se incluían en la posición empresarial.
Además, garantizarían el mismo texto de convenio para 2021, 2022 e incluso 2023, incluyendo “un incremento moderado” para este 2021, con un efecto retroactivo limitado en términos aproximados a lo que ha se ha firmado en el convenio del metal de Córdoba o Sevilla; y sin perjuicio que se podría negociar tanto el porcentaje como la fecha de efecto. Además, para los años 2022 y 2023 se ha apuntado la posibilidad de fijar “incrementos importantes de convenio similares a los que planteaba la plataforma sindical”.
La Femca sostiene que a la vista de la “insuficiente” carga de trabajo del ejercicio actual y el pasado 2020, como consecuencia de la caída del mercado y la recesión económica ligada a la crisis del coronavirus, es “inasumible” la postura sindical.
Finalmente, la patronal del sector mantiene su ofrecimiento a dialogar, pero “teniendo en cuenta la situación actual de falta de carga de trabajo y siempre bajo condiciones abordables, que puedan ser asumidas por las empresas en la actual situación de mercado”.