La actual Junta de Andalucía con Gobierno del PP se inventaba en 2022 la celebración del llamado Día de la Bandera de Andalucía coincidiendo con el simbólico 4 de diciembre, extraoficialmente Día Nacional de Andalucía; una joven conmemoración impuesta sin apenas incidencia ni notoriedad en la vida rutinaria de los andaluces que en la teoría pretende impulsar iniciativas educativas, sociales e institucionales “que contribuyan a garantizar la máxima difusión de los valores y significados que encarna la verdiblanca”.
La fecha elegida coincide con aquellas manifestaciones del 4 de diciembre de 1977 como expresión de la voluntad del pueblo andaluz, pese a las trabas de las derechas y reaccionarios, de acceder “a las máximas cotas de autonomía bajo el símbolo común y de unión que representa la bandera de Andalucía y que desde entonces identifica a los andaluces como una comunidad con sus aspiraciones y reivindicaciones”, según la versión del PP.
Más allá del acto central en Sevilla, en paralelo el Gobierno autonómico ha desarrollado este mismo lunes 4-D “homenajes” institucionales a la bandera andaluza en el resto de provincias, en todas con presencia de consejeros, salvo en Huelva y en Cádiz.
Así, la ceremonia que se ha llevado a cabo, por el mal tiempo, en el salón de actos de la propia delegación del Gobierno andaluz en Cádiz, donde se ha colado hasta un mástil para izar la bandera (estaba pensado llevarse a cabo en el exterior), lo ha presidido la delegada del Gobierno de la Junta en la provincia, Mercedes Colombo, quien ha reivindicado “respeto e igualdad para los andaluces”, defendiendo que “el 4 de diciembre nos consagramos a una bandera de convivencia y concordia, donde los andaluces apelamos a la unidad e igualdad. Una bandera que reconoce el derecho a la autonomía y a la solidaridad que contempla la Constitución. Se trata del día que cambió la historia de los andaluces. Un día en el que el pueblo ondeó la blanca y verde en busca de igualdad, libertad y respeto a un proyecto común”.
A la cita han asistido numerosas autoridades, principalmente políticos y cargos del PP, casi con la salvedad de la presencia del subdelegado del Gobierno en Cádiz, el socialista José Pacheco (que en la misma jornada ha presidido otro acto institucional con motivo del aniversario de la Constitución española, y donde no ha faltado Colombo).
Así, en primera línea estaban los alcaldes de Cádiz y de Jerez, Bruno García y María José García-Pelayo, respectivamente; la presidenta de la Diputación, Almudena Martínez; o la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez; sin olvidar el resto de los delegados territoriales del Gobierno andaluz en la provincia. Igualmente, según afirman desde la Junta en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, ha participado en el acto también una “amplia representación” de “diferentes colectivos”, como de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, representantes judiciales o sindicales, entre otros. Y miembros del colegio privado-concertado y religioso Las Carmelitas ha acudido como representantes de la comunidad educativa.
Durante el acto institucional, la coral de la Universidad de Cádiz ha sido la encargada de interpretar dos temas, además del himno de Andalucía. El broche final ha llegado con la izada de la bandera por parte de Mercedes Colombo y una de las alumnas presentes.
“LA ANDALUCÍA MODERADA Y PRAGMÁTICA SE HA GANADO LA CONFIANZA DENTRO Y FUERA DE NUESTRA TIERRA. HOY EN NUESTRA COMUNIDAD SE GOBIERNA PARA TODOS”
En su perorata, la delegada de la Junta en Cádiz ha incidido en que se trata del segundo año en el que el Gobierno liderado por Moreno Bonilla conmemora esta fecha “en la que rendimos homenaje al emblema que nos une y nos enorgullece. Somos fieles a la bandera blanca y verde, presente en nuestro día a día, y que no excluye a nadie”.
Esta política conservadora ha resaltado la “relevancia” de un día como hoy, 4 de diciembre, “un día con identidad propia como la tiene el 28 de febrero, un día instaurado ya en el calendario oficial de todos los andaluces y señalado en la historia de nuestra comunidad”.
Un 4 de diciembre de 1977 que “nos dejó en nuestra memoria el recuerdo del joven malagueño Manuel José García Caparrós, asesinado en el intento vano de reprimir la defensa de nuestra libertad y el sueño de una Andalucía mejor”. Cuarenta y seis años después, para Colombo, “los andaluces de hoy hemos dejado de ser menos que nadie y no vamos a permitir que nos desplacen. Porque nunca nos hemos quedado callados y no vamos a quedarnos callados ahora tampoco. Defenderemos el futuro de nuestra tierra juntos y unidos”.
Y no se sabe si hablando como cargo institucional o como miembro del PP, ha sentenciado que “la vía andaluza” impuesta en los últimos años por la derecha liderada por Moreno Bonilla, que llama “de la moderación, el diálogo y las reformas” están convirtiendo a Andalucía “en una Andalucía mejor. Que progresa, avanza, y que alcanza acuerdos gracias al diálogo y la colaboración permanente con la sociedad. La Andalucía moderada y pragmática se ha ganado la confianza dentro y fuera de nuestra tierra. Hoy en nuestra comunidad se gobierna para todos, voten lo que voten, y piensen lo que piensen”.
“Nuestra bandera es, por tanto, símbolo del pasado, el presente y el futuro que tiene Andalucía. Y pertenece a todos los andaluces, por encima de creencias e ideas, sea cual sea su condición. Andalucía debe ser respetada”, ha apostillado Mercedes Colombo.
¿QUÉ PASÓ EL 4D?
El 4 de diciembre de 1977, en la España postfranquista y todavía preconstitucional, se calcula que más de 2 millones de andaluces llenaron las calles de las ocho provincias en manifestaciones convocadas por la mayoría de los partidos políticos y asociaciones ciudadanas (y rechazadas por los nostálgicos afines al dictador muerto y la extrema derecha), reivindicando la consecución de una autonomía plena para la comunidad autónoma, y su reconocimiento como nacionalidad histórica.
Al frente de estas manifestaciones se encontraba la bandera blanca y verde que ideara Blas Infante, “como símbolo de unión y fraternidad de toda la ciudadanía andaluza ante su futuro”, según la Junta actual.
Estas movilizaciones obligaron con el tiempo a UCD, entonces en el Gobierno de España, a negociar el actual modelo autonómico, no sin poner trabas. Desembocó en el referéndum del 28 de febrero de 1980 y el Estatuto del 81.
La marcha más emblemática de aquel 4-D fue la de Málaga, donde la entonces policía armada, en una de sus cargas para disolver a los manifestantes tras un incidente al colocarse la bandera blanquiverde en la Diputación, asesinaba a Manuel José García Caparrós.