La Diputación acaba de iniciar su plan provincial de arbolado urbano 2021-2022. Esta iniciativa ya tradicional promueve la creación, restauración y mantenimiento de espacios verdes en los municipios para “mejorar la calidad ambiental y urbana”, gracias a la cesión de especies arbóreas.
En el marco de esta nueva edición, han sido adjudicados un total de 45.168 ejemplares de árboles y arbustos a las entidades adscritas –ayuntamientos, entidades locales autónomas, asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro-, por un valor de más de 370.400 euros, “la cifra más alta desde 2018”. En concreto, serán cedidos 6.623 árboles y 38.545 arbustos de más de 60 especies diferentes, procedentes de los viveros de la propia institución provincial, situados en Jerez, Chipiona y Villamartín.
A partir de ahora, las entidades beneficiarias podrán comenzar a recoger las unidades vegetales concedidas de acuerdo a un determinado cronograma. Así, durante noviembre se recogerán las plantas de temporada de otoño; de diciembre a febrero los árboles a raíz desnuda y cepellón; a partir de abril podrán ser retiradas las plantas de primavera; en mayo las de la especie Pelargonium sp (geranios) y de junio hasta agosto, las palmeras.
“Ahora que empieza a hablarse de infraestructuras verdes y de la importancia que tienen éstas en las zonas urbanas para combatir el cambio climático y la contaminación, cobra más importancia si cabe un programa provincial con casi 30 años de trayectoria”, con el que “se colabora al efectivo cumplimiento de las competencias municipales en relación con el medio ambiente, ayudando y asesorando a la gestión de la vegetación urbana, asegurando su existencia y continuidad, subvencionando y poniendo material vegetal a disposición de los municipios para el cumplimiento de estos fines y desarrollando actuaciones encaminadas a la mejora de la imagen urbana y a la calidad de vida de la ciudadanía”, subraya el diputado responsable del área de Transición Ecológica y Desarrollo Urbano Sostenible, Mario Fernández.
Insiste este político de La Línea 100×100 en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz en que “somos conscientes de la necesidad de seguir apostando por el mantenimiento de ciudades saludables, y así lo aplicamos. La vegetación urbana en calles, plazas, jardines y parques es necesaria para retener contaminantes atmosféricos, modera el microclima, contribuye a la presencia de vida en el estéril mundo de hormigón y asfalto de nuestras ciudades y al disfrute de las personas”.
DESDE 1996, CUANDO NO SE HABLABA DE CAMBIO CLIMÁTICO
La Diputación gaditana comenzó a prestar el servicio de asesoramiento y suministro de plantas ornamentales en el año 1996, con el objeto de ayudar a la gestión de la flora urbana, asegurar su existencia y continuidad, y desarrollar actuaciones encaminadas tanto a la mejora de la imagen urbana como a la calidad de vida de la ciudadanía.
En los últimos cuatro años este plan provincial de arbolado urbano ha incrementado progresivamente el número de ejemplares cedidos y su valor estimado en euros.
Un árbol absorbe aproximadamente entre 10 y 30 kilogramos de CO2 al año. Se requieren 22 árboles para suplir la demanda de oxígeno de una persona al día. Una de las contribuciones más importantes de la vegetación a nuestro entorno es la producción de oxígeno (O2) y la absorción de dióxido de carbono (CO2) del aire a través de la fotosíntesis, el proceso básico para su supervivencia. De este modo, la vegetación actúa como uno de los principales sumideros de CO2, disminuye la concentración en la atmósfera de este gas de efecto invernadero y contribuye a reducir las consecuencias del cambio climático ocasionado por el aumento de la temperatura media global tanto de la atmósfera terrestre como de los océanos, es decir, el calentamiento global.