La Diputación de Cádiz pondrá en marcha en los próximos meses, en coordinación con ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro, acciones formativas que suman una inversión de 5,1 millones de euros, en gran parte fondos europeos. Entre el alumnado y los profesionales que se contratarán para la administración de los cursos la cifra de destinatarios de este programa, en estas nuevas fases, superará el millar de personas. Se engloba dentro del llamado Plan Crece Empleo, en el que se asegura que se acabará invirtiendo 16,2 millones para beneficiar a más de 3.000 gaditanos.
La Diputación de Cádiz pondrá en marcha en los próximos meses, en coordinación con ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro, acciones formativas que suman una inversión de 5,1 millones de euros, en gran parte fondos europeos. Entre el alumnado –que recibe una formación remunerada- y los profesionales que se contratarán para la administración de los cursos la cifra de destinatarios de este programa, en estas nuevas fases, superará el millar de personas.
Este llamado Plan Crece Empleo suma un presupuesto global de 16,2 millones financiado con el Fondo Social Europeo, en un 80% de su cuantía. En su primera fase comprende 108 acciones formativas, que incluyen prácticas en empresas, destinadas a 1.534 parados de 43 municipios. Para la gestión de estas actividades se han contratado 222 profesionales entre personal docente, técnicos de gestión y agentes de empleo. La primera fase ha comportado una inversión de 8.5 millones de euros.
Y, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, desde comienzos del año 2015 se ha empezado a aplicar la segunda fase, con la publicación de las bases para seleccionar al alumnado de cada municipio y a los profesionales que gestionarán cada acción. En esta nueva etapa participan 32 ayuntamientos, que asumieron la gestión de los cursos en la primera fase sin encomendársela al IEDT. El presupuesto asciende a 3,1 millones de euros y se concretará en tres programas: el IELO, para municipios con más de 50.000 habitantes, el Excelencia y el de Economía irregular. En conjunto se alcanzará un alumnado de 780 personas y se contratará un equipo de 163 profesionales entre profesorado, técnicos de gestión y agentes de empleo.
El programa IELO persigue el fomento del empleo a través de iniciativas locales y el Excelencia formará al alumnado para la acreditación de competencias profesionales. El plan Crece Empleo, más allá de las relaciones con los ayuntamientos, depara otras iniciativas en esta nueva fase: comenzará el desarrollo de las acciones formativas dirigidas a entidades sin ánimo de lucro y que se resolvieron mediante convocatoria pública. Esta línea con asociaciones dispone de un presupuesto de 1,1 millones y formará a 225 personas. Además, se publicará una próxima convocatoria para este sector con una inversión adicional de 200.000 euros.
En la segunda fase de este programa también se incluyen acciones formativas concertadas con la Confederación de Empresarios de Cádiz, más acciones propias que el Instituto de Empleo y Desarrollo Socioeconómico y Tecnológico (IEDT) imparte en la Escuela de Hostelería de la Diputación.
Además, desde el IEDT se está planificando una tercera fase del Crece Empleo, denominada de Reactivación Laboral, que se dedicará a los 36 municipios de la provincia con menos de 50.000 habitantes. La cifra del alumnado de este periodo puede alcanzar las 540 personas.
En conclusión, y mezclando un poco todo, el plan Crece Empleo aporta los siguientes números: entre el alumnado y cuerpo técnico participante de la primera fase y las previsiones de la segunda y tercera etapas se supera la cifra de 3.000 destinatarios. Hay que significar que todo el alumnado de esta iniciativa estaba en desempleo y con escasas opciones de incorporarse al mercado de trabajo sin una formación específica. Algunos de los alumnos, por carencia de estudios y formación o por diversas circunstancias personales, están considerados en riesgo de exclusión social. Con los cursos -remunerados con una beca de 400 euros mensuales- adquieren las destrezas de un oficio, afrontan prácticas en empresas, concretan itinerarios individuales de inserción y ganan habilidades para emprender una iniciativa de autoempleo.