La presidenta de Diputación de Cádiz, Irene García, ha suscrito este jueves un decreto que regula la adopción de medidas con las que la institución provincial quiere contribuir a reducir la propagación del coronavirus.
La norma ratifica una serie de recomendaciones alcanzada en el seno de una comisión de seguimiento conformada por las direcciones de área y el servicio de Salud Laboral de la Diputación.
La entrada en vigor del decreto propicia la modificación de los servicios que presta la institución provincial. Los cambios inciden sobre todo en los que requieren una atención directa y presencial y que, en las actuales circunstancias, se resolverán prioritariamente a través de asistencia telefónica o por medios telemáticos.
En su organización interna se ha acordado que al personal que tenga a su cargo menores o personas dependientes –ante un eventual cierre de centros educativos o de residencias- se le podrá aplicar una flexibilización de su jornada laboral, además de facilitar los medios para resolver su servicio en régimen de teletrabajo en el caso de que sea imprescindible
Las pruebas de concurrencia competitiva, como las oposiciones, que hayan registrado una respuesta masiva podrán posponerse por el tiempo que sea imprescindible; mientras que el aplazamiento de las convocatorias que no reúnan un número significativo de aspirantes se evaluará caso a caso.
La aplicación de este decreto supone además la suspensión de las convocatorias públicas –ruedas de prensa, exposiciones, jornadas…- promovidas por la Diputación. Esta circunstancia obliga al aplazamiento de sesiones de órganos colegiados como el pleno de marzo, que tenía previsto reunirse el martes 17, así como del acto del Día de la Provincia que no se celebrará el 19 de marzo.
MEDIDAS ADOPTADAS POR BIENESTAR SOCIAL
En el mismo sentido, la Diputación ha implantado las medidas incluidas en los protocolos que la Junta de Andalucía ha establecido para minimizar la posibilidad de situaciones de contagio del virus Covid-19 con población considerada de riesgo residente de los dos centros de mayores que gestiona, el de la Calle Matía Calvo, en Cádiz, y el de la calle Zarza, en El Puerto de Santa María.
Entre las pautas de actuación se incluyen la restricción de las visitas a los ancianos residentes, alrededor de 120 entre ambos centros, que quedan limitadas a una persona por semana por cada usuario, salvo en casos excepcionales.
Otra de las medidas adoptadas tiene que ver con suministrar información para usuarios y personal de estos centros (unos 225 trabajadores entre las dos residencias). Además se está trabajado para asegurar la provisión de los materiales que se incluyen en la citada circular para personas que trabajan en estos centros, así como en los Centros de Tratamiento Ambulatorio para personas con drogodependencias, con soluciones hidroalcóholicas y guantes. También se ha solicitado el suministro de aquellos de los que no se dispone en número suficiente para atajar esta crisis como mascarillas, gafas y cubos de pedal.
Igualmente, desde la delegación de Bienestar Social se ha remitido un escrito a los treinta ayuntamientos incluidos en la red de ludotecas y el programa de Mayores Activos de la Diputación, para que procedan a la suspensión de la actividad. Este programa está financiado con fondos de la entidad provincial, pero son los ayuntamientos los que deben ejecutar la orden del cese de la actividad para dos poblaciones de riesgo, como son los niños y las personas de mayor edad.
Se ha informado además a las empresas concesionarias de los servicios de asistencia a domicilio para que cumplan con los protocolos de seguridad que establecen las autoridades sanitarias para prevenir la propagación de este dichoso virus.
MEDIDAS DE LA UNED
En cuanto al centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Cádiz, dependiente de la Diputación, ha adoptado también una serie de medidas encaminadas a reducir la propagación del coronavirus y proteger a su comunidad universitaria. Entre ellas: la suspensión de actividades docentes presenciales, que se sustituyen por medios telemáticos, el cierre de la biblioteca y las salas de estudio, y la suspensión de todas las actividades de extensión universitaria.
Además, se recomienda evitar la asistencia al centro “salvo para casos urgentes”. Esta sede en la capital continúa abierta para información, si bien “se ruega que las consultas se hagan por medios telemáticos o teléfono”.