La Diputación de Cádiz ha anunciado que licitará este año un nuevo servicio para el tratamiento de los márgenes de las carreteras de la red provincial a través de medios mecánicos. “El tratamiento que acaba de aplicarse, basado en el empleo de fitocidas, será el último que se contrate con estas características”, ha confirmado el diputado responsable de Cooperación y Asistencia a Municipios.
En las últimas semanas, la Diputación gaditana ha seguido fumigando con glifosato las cunetas de su red de carreteras, “envenenando los parques naturales y poniendo en riesgo la biodiversidad y la salud de las personas”, según ha denunciado Ecologistas en Acción.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Pizarro defiende que el “cambio” en la institución provincial “ha sido, desde 2016, paulatino hasta llegar a la actual decisión”. Y replica que el glifosato “es un producto autorizado por la Unión Europea, la Administración General del Estado y la Junta y así consta en el Registro de Productos Fitosanitarios”.
La Corporación provincial, en el pleno de mayo de 2016, decidió incorporar ya una serie de limitaciones y restricciones en el uso de este herbicida. “Unas cautelas que se hicieron extensivas a las sucesivas contrataciones, como la que se formalizó en diciembre de 2020”, se añade. En aquella sesión plenaria de 2016 “se aludió al denominado principio de precaución; una orientación que, este año, se materializará en un nuevo contrato de desbroce mediante medios mecánicos y prescindiendo de herbicidas”, insiste este representante socialista, que elude las críticas de ecologistas, que han venido demandado “infructuosamente” durante los últimos años la prohibición del glifosato.
Ahora al fin, en la nueva solicitud que se ha dirigido a la Junta para renovar los permisos de desbroce de las cunetas, la Diputación ha optado por prescindir de herbicidas. Esta solicitud ya se ha registrado en la consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible para su traslado a la delegación territorial.
Responsables técnicos del servicio de Vías y Obras de la Diputación están ultimando el pliego de condiciones técnicas que regirá la nueva contratación. Esta intervención supondrá un sensible aumento presupuestario, ya que las tareas que se liciten comportarán una inversión cercana a los 500.000 euros al año, “si bien los trabajos de desbroce de la maleza requerirán el empleo de cuadrillas con un evidente reflejo en la creación de empleo”. Las carreteras adscritas a la red provincial, cuya conservación y mejoras administra la Diputación, suman un trazado conjunto que supera los 800 kilómetros.
“UN HERBICIDA CON CONTROVERSIA”
Para llegar a esta decisión se ha cubierto “un largo camino”. De hecho, en el pleno de la institución provincial el empleo de herbicidas para tratar los márgenes de las carreteras ha sido un asunto recurrente.
El debate siempre ha girado en torno al glifosato: un herbicida que ha suscitado controversia, entre detractores y defensores, en cámaras parlamentarias, autoridades sanitarias y comunidad científica. Por una parte se plantean posibles daños medioambientales y a la salud humana, si bien desde una evidente división en torno a ese planteamiento; por otra, se sostiene la eficacia de este herbicida y -en el caso de las carreteras- su beneficio para reducir riesgos en el ámbito de la seguridad vial.
En este punto, el Gobierno provincial aclara que en el último pliego licitado se expresaba “el especial cuidado” que debe extremarse para evitar que la nube de pulverización alcance a otras especies vegetales. El tratamiento no puede aplicarse en días de lluvia ni ventosos, ni tampoco mientras persista el rocío. En las cunetas tratadas deben colocarse señalizaciones alusivas al empleo de fitocidas.
Mientras, Ecologistas en Acción reitera que el glifosato es un producto altamente tóxico que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha clasificado como potencialmente cancerígeno, pudiendo también provocar alteraciones endocrinas. Por ello, en base al principio de precaución, “debería haberse prohibido hace años”.
Es más, el año pasado este colectivo verde hizo público un estudio sobre la presencia de glifosato en las aguas de ríos y embalses de todo el país; análisis que “denotan la presencia de glifosato en todas las cuencas de nuestra provincia”. Y es especialmente preocupante su presencia en embalses y acuíferos de parques naturales, utilizados para el abastecimiento de agua potable de la mayoría de las poblaciones gaditanas.