El 3 de abril de 1979 se celebraban en el Estado español las primeras elecciones municipales tras la recuperación de la democracia, pasada la larga, oscura y sanguinaria dictadura fascista que truncó la legítima Segunda República, que no se restauró tras la muerte de Franco. De esos comicios surgió la composición de los ayuntamientos en el país, y por ende los gaditanos, y de la Diputación provincial.
Y fue el 26 de abril de ese año cuando tuvo lugar la sesión constitutiva de la primera Corporación provincial post-franquista, proclamándose presidente el izquierdista Gervasio Hernández Palomeque.
Para conmemorar este hito histórico, la Diputación, ahora con gobierno de derechas, ha diseñado hasta final de año el programa ‘45 años, 45 municipios’, que se ha estrenado este miércoles con un acto institucional en el Salón Regio del Palacio Provincial.
Con esta ceremonia se ha querido rendir homenaje a los hombres y mujeres, concejales electos que han formado parte de las Corporaciones provinciales en los últimos 45 años. La actual presidenta del PP, Almudena Martínez, ha presidido esta sesión en la que ha estado acompañada de uno de sus antecesores en el cargo (de 2011 a 2015), José Loaiza (de su mismo partido, y ahora colocado en un cargo de la Junta de Andalucía en Sevilla), quien en su intervención ha propuesto la posibilidad del cambio en el sistema electoral que permita una elección directa de los diputados provinciales; además de contar con la presencia de Cándido Ruiz, hijo del fallecido Jesús Ruiz, socialista que presidiera la Diputación entre 1990 y 1995. A ambos se les ha hecho entrega de un obsequio.
Se asegura que todos los expresidentes vivos estaban invitados al acto, aunque no ha asistido ninguno más. Además de Hernández Palomeque, y del fallecido Alfonso Perales, también han pasado por este sillón Rafael Román, Francisco González Cabaña, Irene García y Juan Carlos Ruiz Boix, todos del PSOE.
Miembros de anteriores y la actual Corporación provincial, así como algunos de los alcaldes que fueron elegidos en las elecciones municipales de 1979 y comicios posteriores (como como Manuel de Bernardo, Elena Amaya, Ernesto Marín, Maribel Peinado, David de la Encina…), sí han acudido a este acto conmemorativo con motivo de una efeméride “que celebra el fondo de nuestra más pura esencia: el gobierno de lo local”, ha dicho la jerezana Martínez del Junco; que ha tenido palabras para estos representantes, “que conocen mejor que nadie las necesidades e ilusiones de sus vecinos” y que “han intentado con todas sus ganas mejorar la vida de sus paisanos”.
En el espíritu de esta conmemoración (ni 40 no 50 años, 45…) prima que “las nuevas generaciones sepan que la democracia de la que disfrutamos se levantó sobre los cimientos, la generosidad y el sacrificio de esos hombres y mujeres a los que queremos recordar y homenajear”. En ese sentido, esta política de derechas ha puesto en valor la figura del “concejal de pueblo”, servidores de la política de proximidad que “marcan la diferencia en la vida de la gente” y que “aceptan su responsabilidad incluso sin cobrar”. Y con el propósito de reconocer y valorar la figura de todas estas personas, ha anunciado la instauración de un premio de la Diputación de Cádiz “al concejal o concejala de pueblo, que se concederá con periodicidad anual.
“EN 1979 FALTABAN EQUIPAMIENTOS SOCIALES, CULTURALES, DEPORTIVOS, INFRAESTRUCTURAS BÁSICAS…”
En su perorata, la actual presidenta de la institución provincial ha repasado algunos de los condicionantes a los que se enfrentaban los municipios gaditanos en 1979 tras casi cuatro décadas de franquismo, un momento en el que “faltaban equipamientos sociales, culturales, deportivos. Las infraestructuras básicas, como el saneamiento, eran calamitosas. No había agua corriente ni luz eléctrica en muchas zonas rurales de Cádiz”. Con todo esto, “el cambio hacia la modernidad empezó a notarse especialmente en los barrios y barriadas, en las zonas rurales, en los pueblos pequeños”.
Aquel año, con la incipiente democracia “empezaba a asomarse a los astilleros de la Bahía la reconversión industrial. En Algeciras, su puerto vivía un periodo nuevo de expansión con obras de mejora y construcción de muelles. Los trabajadores del campo y la vid de la zona rural de Jerez estaban en huelga por la negociación del convenio colectivo. La verja de Gibraltar estaba cerrada y no se permitía el tránsito a personas”, ha repasado.
Y en este contexto se celebraron esas elecciones, el día 2 de abril de ese año 1979, en el que, de más de 8.000 alcaldías en España, tan sólo 99 mujeres llegaron a ser alcaldesas. Ninguna de ellas en la provincia de Cádiz, que tuvo que esperar hasta 1987 para ver cómo Eulalia Ortega García, del CDS, resultaba elegida como primera edil de Villaluenga del Rosario.
“EN LOS ÚLTIMOS 45 AÑOS LA PROVINCIA HA EXPERIMENTADO UNA TRANSFORMACIÓN DESDE TODOS LOS PUNTOS DE VISTA”
Con esta radiografía, Martínez del Junco ha querido destacar “el protagonismo de la Diputación y los ayuntamientos en la arquitectura institucional, en el desarrollo de nuestros pueblos y ciudades en la democracia”. Han sido, ha señalado, “cuatro décadas y media en las que la provincia ha experimentado una transformación desde todos los puntos de vista: económico, social, político, cultural, educativo, cultural”.
Una transformación en el tiempo respaldada, asegura, “por la asistencia, los servicios y el esfuerzo inversor de la Diputación”, que, ha presumido, “hoy disfruta del presupuesto más alto y más social de su historia”. Sirva como ejemplo el de 1979, cuyos 4.000 millones de las pesetas de entonces “apenas representan el 7% del presupuesto actual, que asciende a 338 millones de euros”.
En este sentido, como era de esperar, ha reivindicado a la Diputación como “una institución útil, que asiste a los ayuntamientos en sus necesidades de funcionamiento administrativo y contribuye a reducir sus estrecheces económicas. Una institución que es el pulmón de los pueblos y el aliado necesario de las ciudades. Somos el ayuntamiento de los ayuntamientos, con los que compartimos inquietudes como el empleo, las mejoras de carreteras, el arreglo de calles, el desarrollo de los sectores productivos o la construcción de equipamientos”.
“EL RETO HOY DÍA ES SER MÁS EFICIENTES Y EFICACES”
Por otro lado, según la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la presidenta ha incidido en que ahora el reto de esta institución es “ser más eficientes y eficaces” y para conseguirlo, asegura que está inmersa en la “transformación digital” de la administración. Además, “hemos instaurado un nuevo ciclo basado en la alianza con otras administraciones y con los agentes sociales y económicos locales”, entendiendo que “la colaboración público-privada es llave para el progreso de la sociedad, sus habitantes y el tejido productivo”.
Para finalizar, ha manifestado que “desde la Diputación vamos a seguir impulsando nuestra identidad como provincia y nuestras excepcionalidades como territorio. Vamos a seguir velando por el interés común de Cádiz con determinación y desde nuestra autonomía, la que nos otorga la Constitución en su artículo 137, prestando servicios a los municipios y, por extensión, a los gaditanos”.