Los juegos de azar están ligados a nuestra vida desde la niñez, donde una piedra papel o tijera podía suponer tener al mejor jugador de fútbol o la mejor jugadora de baloncesto de nuestra parte. Con la mayoría de edad, estas trivialidades se usan bastante menos, y entra en juego (nunca mejor dicho) el dinero. Al mérito de ganar o perder se le añade el de ganar mucho dinero en poco tiempo, eso sí, a cambio de tentar, y mucho, a la suerte.
Todos estos juegos son bien conocidos por la mayoría: la quiniela, la lotería nacional, el póker… y si algún lugar entiende de suerte, ya sea buena o mala, ese es el casino. Algunos rincones de España, de hecho, cuentan con varios. Como la provincia de Cádiz, que alberga el Casino Bahía de Cádiz en El Puerto y el Casino Admiral San Roque; sin duda, centros de ocio nutridos por los habitantes cercanos y, sobre todo, turistas. Al igual que el resto de empresas, los casinos han evolucionado también su manera de atraer clientes, y muchos casinos usan sus propios blogs para difundir sus ofertas y atraer nueva clientela, además de usar estas plataformas para dar consejos sobre los diferentes juegos que tienen (ruleta, black jack etc).
Pero, así como Internet es una buena manera de difusión de estos lugares peculiares, más aún con el auge de las redes sociales, tiene también en Internet su propia némesis, pues actualmente son muy famosos los denominados casinos online, donde la estrella suele ser el póker, en el que mucha gente ve una manera de vida que puede realizar desde su sofá. Es por esto que los casinos deben redoblar sus esfuerzos para intentar que las garras de la comodidad se lleven a los menores clientes posibles.
Y si bien un casino no puede competir en comodidad con una plataforma online, si puede hacerlo con todo lo demás. Visitar un casino, aunque sea sin mucho dinero, supone una posición de estatus, y todo tiene un cierto glamour: la decoración, la alfombra roja, el código de vestimenta de todos los trabajadores, las luces, los sonidos… todo construido y decorado al milímetro para agradar a la vista y tener contento al personaje más importante del lugar: el cliente.
Reforzando esta idea del glamour, surgen propuestas muy interesantes como la noche de fin de año del Casino Bahía de Cádiz, en la que se nos ofrece una copiosa y cuidada cena acompañada de los mejores vinos de su bodega, la experiencia de ver las campanadas con una inmensa compañía y, sobre todo, la fiesta posterior, la cual podemos acompañar por supuesto, del juego… todo ello para obtener el máximo disfrute a un precio asequible dado el servicio ofrecido. Por su parte el Casino Admiral San Roque, en el Campo de Gibraltar, para combatir la comodidad del mundo online, facilita numerosos autobuses de manera diaria y gratuita para que todos los visitantes se olviden del coche, contando con un servicio de madrugada nada desdeñable.
Esto es simplemente un mero ejemplo de las ventajas que nos dan los casinos físicos, porque, no nos engañemos, la experiencia del casino nunca se va a poder vivir de igual manera a través de una pantalla. DIARIO Bahía de Cádiz
TEXTO DE: Manuel Garrote Franco
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