“Una vez más hemos demostrado que juntas somos más fuertes y que ya nada nos puede parar hasta que acabemos con el patriarcado que nos somete y nos mata. Y que con la sororidad como arma lo vamos a conseguir”. Es una de los balances que hacen desde la organización de la segunda marcha provincial contra las violencias machistas, que en la mañana del sábado día 11 unió San Fernando y Cádiz. Unos diez kilómetros de caminata –que provocó los lógicos problemas de tráfico, por el corte de la autovía CA-33- para reivindicar “más unidas que nunca” que “nos queremos vivas, nos queremos libres”. Hace un año ya se celebró la primera marcha con el mismo objetivo, entre Puerto Real y El Puerto de Santa María.
La marcha tras la pancarta ‘De invisibles a invencibles, nosotras movemos el mundo’, con centenares de participantes y donde dominaba el violeta de muchas de las prendas, partía sobre las diez de la mañana desde el final del Parque del Oeste en La Isla, y tenía como meta la plaza Ingeniero la Cierva, donde hubo un rato de convivencia y música.
Detrás de está segunda marcha provincial contra las violencias machistas están: Marea Violeta de Jerez; La Faraona de Jerez; Asamblea Feminista Las Tres Rosas de El Puerto; Colectivo Feminista de Trebujena; Hijas de Nadie de Cádiz; Asamblea Feminista de Cádiz; Macondo Espacio Creativo y Feminista; Comisión Feminista de Cádiz; Marea Violeta Sanlúcar; Café Feminista de San Fernando; Marea Violeta Campo de Gibraltar; y Colectivo Feminista Roteño.
LAS VIOLENCIAS MACHISTAS, EN TODOS LOS ÁMBITOS
Los motivos para volver a realizar esta nueva protesta son “evidentes”, según afirmaban los convocantes en la víspera en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz: las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas “siguen aumentando”, así como todas las violencias machistas “que siguen siendo ignoradas por los medios de comunicación y las instituciones, y que se producen tanto en el espacio público o privado”.
En este sentido, se apunta, “el terrorismo machista es una consecuencia de este sistema patriarcal en el que a las mujeres se nos otorga un papel subordinado. Las violencias machistas no son sólo perpetradas en el ámbito de la pareja sino en las relaciones laborales, en la política, en las calles, en los institutos, en las universidades, en las fiestas, en los medios de comunicación, en las instituciones, etc.”. Así, la violencia contra las mujeres, las agresiones físicas y sexuales, y los asesinatos machistas “son solo una de las manifestaciones de las violencias a las que estamos expuestas las mujeres, que se extiende por todos los ámbitos de nuestras vidas”.
Ante esta situación, estos colectivos entienden que “solo cabe una respuesta feminista”: el movimiento feminista “tiene que estar más unido que nunca; tiene que ser transversal y estar presente en todas las luchas sociales que construyan una alternativa posible al sistema capitalista y patriarcal”. Consideran que la historia del movimiento feminista “nos ha demostrado que los derechos no se negocian, que se conquistan peleando juntas”.
“Ante la insuficiente e ineficaz respuesta de las instituciones y el Estado, las mujeres tenemos que organizarnos colectivamente, formar redes de apoyo y solidaridad y actuar”, se insiste.