Los tumores cerebrales pediátricos, ya sean benignos o malignos, presentan unas características diferentes a los de los adultos. La primera y más relevante es que son, por lo general, tumores que no proceden de metástasis, es decir, que han nacido donde se les encuentra y por ello su tratamiento es menos complejo al estar muy localizados.
¿Cuáles son las causas del tumor cerebral infantil?
Todos los tumores tienen como origen un crecimiento anormal de células cerebrales. Esto es debido a una alteración genética, aunque la causa final por la que se produce es desconocida en la mayoría de casos.
Se sabe con certeza que la radiación ionizante es una de las causas que pueden provocar cáncer, bien sea dentro del útero por la realización de radiografías a la madre o por pruebas de este tipo realizadas al niño, pero no siempre se da en todos los casos que se diagnostican.
El factor hereditario, sobre todo ante la presencia de diversos síndromes, en también un indicativo, pero el porcentaje de casos estudiados arroja un resultado bajo y poco preciso con lo cual no puede darse como concluyente.
En los niños es muy difícil conocer a que factores han estado expuestos desde que están el útero materno hasta que se detectan, debido a que su cerebro está en continuo desarrollo y es imposible saber cuándo se desencadenó ese crecimiento anormal y, por tanto, asociarlo a un hecho aislado.
Tipos de tumores más habituales
- Carcinoma de plexo coroideo
- Craneofaringioma
- Ependimoma
- Glioma
- Meduloblastoma
- Pineoblastoma
- Tumores embrionarios
Síntomas, diagnóstico y tratamientos
Los tumores cerebrales suelen ser difíciles de diagnosticar en sus primeras fases. La sintomatología que presentan puede llevar a confusión con relativa facilidad al no ser específicos ni existir un patrón idéntico conocido.
Síntomas más frecuentes
El dolor de cabeza persistente acompañado de mareos y vómitos es un síntoma que se presenta en la mayoría de los casos, pero que no es de por sí concluyente. Pero si esta cefalea presenta unas determinadas características es más posible que lo sea y se debe acudir sin tardanza a un oncólogo pediátrico.
- Interrumpe el sueño del niño
- Es recurrente y se presenta sobre todo durante la mañana
- Va acompañado de vómitos repentinos y continuos repetitivos y, muchas veces, sin preceder náuseas
- Alteraciones en la vista o en la marcha que no se padecían previamente
- Cambios repentinos en la conducta y en la personalidad
- Movimientos convulsos o ausencia de movilidad en alguna parte del cuerpo
Existen otros muchos síntomas que pueden asociarse al tumor cerebral pediátrico, pero no son reconocibles a simple vista. Por ello, y ante la duda, la exploración clínica se hace imprescindible.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar un cáncer en el cerebro es necesario el uso de diferentes técnicas que permitan hacerlo de la forma más acertada y concreta posible, ya que el tratamiento, más o menos invasivo, para erradicarlo dependerá de este.
Las pruebas que se realizan son analíticas, resonancias magnéticas, captación de imágenes y punciones lumbares para analizar el líquido cefalorraquídeo.
Respecto al tratamiento está demostrado que el más efectivo es la resección total del tumor siempre y cuando sea posible, ya que hay zonas a las que es imposible acceder sin ocasionar daños cerebrales irreversibles.
En la actualidad al contar con asistencia robótica, y la posibilidad de usar en niños la cirugía de cerebro despierto, las intervenciones van camino de perder gran parte de la peligrosidad que conllevan.
También se emplean la quimioterapia y la radioterapia, e incluso la inmunoterapia, y otros tratamientos, como los utilizados en Clínica Checa, que ayudan a parar el crecimiento del cáncer.
La perspectiva de curación de los tumores cerebrales pediátricos está condicionada por multitud de factores, pero, lo que es cierto, es que cada vez es mejor. Se espera que siga aumentando gracias a la mayor preparación de los especialistas y al avance de las tecnologías que permite su diagnóstico precoz.