Tras semanas (o meses) de precampaña, en la tarde-noche del jueves se dio por iniciada, formalmente, la campaña electoral de las elecciones generales del 28 de abril. En la provincia de Cádiz, donde se deciden nueve diputados al Congreso y cuatro representantes para el siempre discutible Senado, los cuatro partidos actualmente con presencia en Madrid llevaron a cabo sus respectivas ‘pegadas de carteles’: PP, Unidas Podemos y Ciudadanos convocaron sus actos principales en la capital, mientras el PSOE se fue hasta Arcos; a ellos se suman las ‘pegadas’ locales promovidas por estos y otros partidos en diferentes localidades.
Se pone en marcha una campaña inusual (que se diferencia de la eterna precampaña previa porque ahora, legalmente, ya se puede pedir el voto) que coincide en su primera mitad en plena Semana Santa, y que en parte se solapa y a la vez está difuminando la precampaña con vistas a las elecciones municipales del 26 de mayo (y europeas, y autonómicas en gran parte del Estado).
Después de lo vivido, sorpresivamente, en los comicios andaluces del pasado diciembre (la alta abstención y la irrupción de la ultraderecha con fuerza como para darle el gobierno a PP y Ciudadanos), la estrategia de ambas partes del tablero es clara: por un lado, el bloque de derechas que ve con recelos como se fragmenta su voto, aferrado a la bandera de España, apelando a la unidad de la patria y promoviendo la crispación, sueña con repetir a nivel estatal el tripartito conformado en Sevilla. Y por la izquierda, PSOE y Unidas Podemos instan a la movilización progresista metiendo miedo con esa posibilidad de que el país pueda sufrir una involución en derechos y libertades.
Los sondeos que se viene publicando en las últimas fechas (interesados o no por quienes los encarga, cocinan, publican y difunden) coinciden en la victoria holgada de los socialistas, quienes para seguir en el gobierno deberían pactar con la coalición de Podemos, IU y Equo (que tiene en mente entrar en ese hipotético gobierno, ahora sí, pese a que se intuye que perdería fuerza electoral) y quizás también volver a necesitar el complejo apoyo de partidos nacionalistas. Esas encuestas también apuntan a que el partido de Pablo Casado (perdiendo votantes, que ve cómo se le escapan a Cs y Vox), Cs (sumando, y adelantando a los morados) y Vox (entrando en el Congreso por primera vez), en la mayoría de predicciones no terminarían de sumar para alcanzar la mayoría absoluta. La otra posibilidad, más improbable si se toma en serio el argumentario de Ciudadanos, es que el PSOE llegara a esos 176 escaños mínimos junto a la bancada naranja; aunque entonces, el discurso izquierdista de Pedro Sánchez quedaría en cuestión al unirse a una formación que en Andalucía acepta los votos de la extrema derecha…
LAS ‘PEGADAS’ GADITANAS
Centrados en la provincia gaditana, en la tarde del jueves el PSOE (que ya ha olvidado, en público, la imposición de las listas desde Ferraz) celebró su acto de inicio de campaña en Arcos de la Frontera, tras una jornada de precampaña por la Sierra de Cádiz. El cabeza de la lista al Congreso, el cunero Fernando Grade-Marlaska, junto a la secretaria general, Irene García, participó en un mitin en el que simbólicamente se pegaron los primeros carteles de Pedro Sánchez, con el lema ‘Haz que pase’.
“Estoy en el Gobierno de Pedro Sánchez porque hoy están en juego muchos derechos y libertades que habíamos conquistado hace tiempo”, apuntaba durante su intervención el hoy ministro del Interior, emplazando a “frenar” a “esa derecha de tres cabezas que gobierna Andalucía” y “esas políticas destructivas”. “Esa derecha que se envuelve en banderas que son también nuestras, pero no son capaces de construir un país fuerte y solidario en el que cabemos todos”, remarcaba.
Grande-Marlaska ha insistido en que “el 28 de abril tenemos una magnífica oportunidad para decidir si queremos mirar al futuro, o queremos volver al pasado, a esa España en blanco y negro gobernada por quienes no miran a la gente a los ojos”. Y por eso, ha reclamado “reventar las urnas de votos socialistas para seguir avanzando, porque no vale quedarse en casa y lamentarse después”. En la misma línea, la líder socialista gaditana ha pedido a la militancia “llegar al último rincón en estos quince días haciendo una campaña en positivo, de alegría, en la que podemos contar a la gente tantas cosas y abrir un escenario positivo para construir la provincia que queremos”.
Por su lado, el PP de Cádiz llevó a cabo su acto central de inicio de campaña en el patio del Palacio de Congresos de la capital gaditana. Allí se desveló el cartel, con el lema ‘Valor seguro’, en un escenario en el que no faltó una pantalla con la bandera de España presente. “Vamos a por todas porque esta campaña es un paso decisivo para ganar de nuevo el futuro de la provincia tras la etapa vacía que ha significado los nueve meses de Pedro Sánchez”, remarcaba entre su perorata el presidente provincial de los populares, Antonio Sanz.
Esta derecha, siguiendo el argumentario desde Madrid, opina que “España y Cádiz no están para experimentos” y el “28 de abril los gaditanos debemos elegir entre el gobierno de Sánchez con separatistas, independentistas, Bildu y Podemos o un gobierno liderado por Casado que levante España de la crisis y el único capaz de garantizar la unidad de España”. Por ello, se hace un llamamiento para que “no se divida el voto del centro derecha porque se eso ocurre se estará regalando el voto al PSOE”
Por su lado, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, la número uno del PP al Congreso por la provincia, María José García Pelayo, repetía que “los gaditanos vamos a elegir entre la creación de empleo y la unidad que representa el PP y los escraches independentistas, Otegui, bolivarianos de Podemos y la inseguridad de las políticas erráticas que llevan al paro”.
En el caso de Unidas Podemos, no celebraba mitin y convocaba un acto junto al Balneario de la Palma, en el marco de la emblemática playa de la Caleta de Cádiz, para llevar a cabo esa pegada de los primeros carteles, sin el rostro de Pablo Iglesias. ‘La historia la escribes tú’ es el lema de campaña de la confluencia de Podemos, IU y Equo.
Los tres primeros de la candidatura al Congreso por Cádiz de Unidas Podemos, los mismos que en las elecciones de 2016, participaban en este pequeño acto ante la prensa y simpatizantes: Noelia Vera, Juan Antonio Delgado y Santiago Gutiérrez.
Vera, de la formación morada, remarcaba que “comienza una campaña muy importante para el futuro de nuestro país. No es momento para el miedo ni para lo ‘útil’, ahora es el momento de que se avancen propuestas que protejan a las familias y garanticen derechos”. Por su lado, Gutiérrez, de IU, mandaba un mensaje de aliento a la militancia: “somos la única alternativa ante el empobrecimiento que viene sufriendo la clase trabajadora y como muro de contención de la derecha”.
Y el cuarto partido con representación actualmente en Madrid, Ciudadanos, se reunía en el Hotel Playa, también de la capital, con un grupo de militantes y simpatizantes para esta pegada de carteles; unos afiches en los que, como no, el protagonista es un Albert Rivera caminante y desafiante, con el lema ‘¡Vamos! ciudadanos’.
A decir de la cabecera de lista por Cádiz de la formación naranja, María del Carmen Martínez, “es el momento de unir a todos los españoles en torno a la igualdad, la unidad, la libertad y la regeneración”. “El único proyecto que puede cambiar España es el de Ciudadanos”, opina esta jerezana, que ha animado a “todos los españoles” a que ejerzan su derecho al voto el 28 de abril: “hay que depositar el voto naranja como hicimos en Andalucía para dejar atrás años del inmovilismo del bipartidismo”. Aunque en la comunidad autónoma cogobiernan con el PP, una de las patas de bipartidismo que critica, y además, aceptando el apoyo del Vox.
Hablando de la extrema derecha, el partido de Santiago Abascal, un ex del PP, inició su campaña en la provincia en un acto en Arcos. En el mismo, entre otros, estuvo presente su número uno al Congreso por Cádiz, Agustín Rosety Fernández de Castro, un general de infantería retirado. “En esta campaña electoral nos jugamos mucho. Está en juego la defensa de España y de nuestra libertad”, deja en sus redes sociales como máxima.
Los gaditanos podrán elegir este 28-A entre diez papeletas. Además de las consabidas de PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox, también se presentan a las elecciones generales, por Cádiz: el Partido Animalista (Pacma), con Eduardo Jesús Rovira como número uno al Congreso por la provincia; el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), con David Pelayo Segura de cabecera; Andalucía por sí (AxSí), con José Manuel Acosta como primer candidato; la coalición Recortes Cero-Grupo Verde, que tiene a Ana María Muñoz de número uno; y el Partido Comunista del Pueblo Andaluz (PCPA), con Francisco José Ferrer como cabeza de cartel a la Cámara Baja. Casi un millón de empadronados en la provincia (999.998, exactamente), están llamados a las urnas en dos semanas.
EL PSOE GANA EN CÁDIZ, SEGÚN EL CIS
Según el macrobarómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundido esta semana y realizado entre el 1 y el 18 de marzo a partir de más de 16.000 entrevistas, más de un 76% del electorado en toda España asegura que irá a votar “con toda seguridad” el 28-A.
Eso sí, esta discutida encuesta por quienes no obtienen los resultados deseados, constata que el alto número de indecisos (un tercio de los consultados) da lugar a que muchos escaños no puedan asignarse todavía. Con esa precaución, se pronostica que el PSOE es el partido con mayor intención de voto, con un 30,2%, el PP sería el segundo con un 17,2%, Cs alcanzaría un 13,6% de los votos, seguido de Unidas Podemos con un 12,3% y Vox, que entraría en el Congreso con el 11,9%.
En cuanto a la proyección del reparto de escaños, el CIS estima que el PSOE se movería en una horquilla entre 123 y 138 escaños, el PP entre 66 y 76 escaños, Cs entre 42 y 51 escaños, Unidas Podemos obtendría entre 28 y 34 escaños y Vox podría lograr entre 29 y 37 escaños.
En el caso de la provincia de Cádiz (donde se eligen nueve diputados al Congreso de los 350), este sondeo preelectoral le da una amplia victoria a los socialistas, con hasta cuatro escaños. Por detrás, Unidas Podemos y Vox se jugarían la segunda posición: el CIS les da a ambas fuerzas entre uno y dos diputados. Y disputándose la última plaza, Cs y PP obtendrían un único representante, lo que significarían un descalabro sobre todo para los populares.
Y es que en las elecciones generales de 2016, el PP fue el primer partido en la provincia (en votos), sumando tres representantes, los mismos que los socialistas, mientras Unidos Podemos alcanzó dos, y Cs uno.