Aprovechando el colofón de la Semana Santa, Equo Andalucía ha reclamado a la Junta que “garantice de manera efectiva” en las escuelas públicas “una educación laica en la que las actividades religiosas no tengan cabida”. Lo exige tras las imágenes que este año se han vuelto a repetir, con pequeños de colegios concertados pero también públicos celebrando “procesiones infantiles”. Cádiz Laica también ha denunciado cómo “consejos escolares y equipos directivos se pliegan, año tras año, ante el lobby católico y su objetivo de ‘evangelización’ infantil”, e incluso avanza que llevará a distintos colegios chiclaneros ante la Inspección de Educación.
Aprovechando el colofón de la Semana Santa, el llamado Domingo de Resurrección, Equo Andalucía ha reclamado a la Junta de Andalucía que “garantice de manera efectiva” en las escuelas públicas “una educación laica en la que las actividades religiosas no tengan cabida”. Lo exige este partido verde tras las imágenes que este año se han vuelto a repetir en algunas localidades, con niños de colegios católicos privados-concertados pero también públicos celebrando “procesiones infantiles”.
“La oposición no es a estas procesiones infantiles, sino a que las mismas se realicen en el colegio”, aclaran desde Equo, que considera que el Gobierno regional debe garantizar el cumplimiento del Estatuto de Autonomía y asegurar “de forma tajante” la neutralidad de las escuelas públicas en lo que a confesiones se refiere.
Esta formación –que concurrió a las últimas elecciones andaluza junto a Podemos- subraya que el artículo 21 del Estatuto de Andalucía dice que “la enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica”. En este punto, se añade en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, “la consejería de Educación de la Junta, gobernada por el PSOE, mira para otro lado y no entendemos que acepte este uso confesional y adoctrinador de la escuela, ya que ninguna simbología religiosa debería tener presencia en los centros escolares”.
La coportavoz de Equo Andalucía y parlamentaria, Carmen Molina, agrega que “me parece desacertado que el personal docente, además, se preste y acepte estas situaciones tan impropias de una institución educativa”.
El partido verde apuesta así porque las religiones y sus tradiciones “se aborden en la escuela desde el ámbito académico, nunca confesional o desde el punto de vista de la fe”. En este sentido, “el alumnado debe conocer la historia de las religiones y las tradiciones que las mismas han legado a nuestra cultura, pero sin organizar actividades que confrontan con el carácter laico que debe regir la educación pública andaluza”.
Para Equo, la organización de estas procesiones en colegios de titularidad pública “vulnera la libertad de conciencia y religión del alumnado, a los que en caso de ofrecérsele la oportunidad de no participar, por tener otra opción religiosa o simplemente carecer de ella, se ven discriminados al no facilitárseles una alternativa adecuada”.
“La Semana Santa constituye en Andalucía una tradición y una cultura importante para muchas personas, y como tal podría explicarse en los colegios para fomentar la cultura general del alumnado. Pero nunca, en un Estado aconfesional, se podrán realizar actividades religiosas en centros públicos”, repite por su lado el también coportavoz de Equo Andalucía, Francisco Sánchez Molina.
CÁDIZ LAICA HABLA DE “LAMENTABLES ABUSOS CLERICALES”
Paralelamente, la asociación Cádiz Laica también ha denunciado estos días cómo “el respeto a la neutralidad religiosa es papel mojado en multitud de colegios públicos andaluces al llegar la Semana Santa. Consejos escolares y equipos directivos se pliegan, año tras año, ante el lobby católico y su objetivo de ‘evangelización’ infantil”.
Este colectivo evidencia que “aunque se disfracen de cultura y tradición, las procesiones son primordialmente manifestaciones de adoración religiosa, es algo que sus organizadores recalcan continuamente; su variante escolar es una escenificación impropia de pequeños, tan absurdo como interpretar un mitin político”.
Al respecto, Cádiz Laica reflexiona que “utilizar a niños sin espíritu crítico (aún no desarrollado) es un abuso a su libertad de conciencia”, y contrario al Reglamento Orgánico de la Educación Pública, en cuanto al punto de derechos del alumnado: “el derecho al respeto a su libertad de conciencia y a sus convicciones religiosas y morales, así como a su identidad, intimidad, integridad y dignidad personales”.
Por otro lado, se entiende que esta actividad cada vez que llega la Semana Santa “fomenta el absentismo escolar”, ya que hay padres que dejan de llevar a sus hijos a clase, “intentando protegerles de esta presión psicológica que se ejerce en un espacio (la escuela) que debería ser ejemplo de integración”. “Con independencia de que la participación en dichos actos sea voluntaria, la celebración de los mismos con carácter general, afectando al desarrollo normal de las clases, vulnera el derecho de quienes tienen otras convicciones religiosas o no tienen”, se añade.
“Lamentamos que en pleno siglo XXI se siga abusando de la preeminencia sociológica de una confesión religiosa (según el CIS, hoy día los católicos practicantes, en España, no sobrepasan el 12%) para imponer este tipo de actos religiosos que vulneran derechos individuales reconocidos en nuestra Constitución, en la Carta Europea de Derechos y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, que en todos los casos mantienen la igualdad jurídica de las creencias religiosas con cualquier otra idea o convicción”, sentencia la asociación Cádiz Laica, que además avanza que en el caso concreto de Chiclana ha denunciado ante la Inspección de Educación por la celebración de estas procesiones infantiles a siete centros financiados con dinero público: los CEIPs El Castillo, Alameda, García Lorca y Mayorazgo, y los centros concertados La Salle, Niño Jesús y Sagrada Familia.
Cádiz Laica, en los prolegómenos de esta Semana Santa ya liquidada también volvía a hacer un llamamiento al “respeto mutuo” entre las confesiones religiosas y las personas que ocupan representación institucional, incidiendo a alcaldes, concejales, diputados, parlamentarios, etc. gaditanos que su presencia en las procesiones “debe ser estrictamente personal”. No obstante, todavía se repiten escenas de estos cargos públicos participando como tal en cortejos y visitando a las hermandades antes de sus salidas procesionales.
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