Los responsables de Prisiones de CSIF Cádiz urgen a la delegación territorial de Salud de la Junta de Andalucía y a la Subdelegación del Gobierno central a que acometan un cribado con pruebas diagnósticas del Covid-19 así como la vacunación prioritaria a todos los trabajadores y los internos de los cinco centro penitenciarios de la provincia gaditana (las tres de El Puerto, Algeciras y el Centro de Inserción Social –CIS- de Jerez) ante la “grave incidencia” de la pandemia en este mes de enero.
Estos cinco centros cuentan con unos 1.700 trabajadores (entre funcionarios y personal laboral) y una población reclusa de cerca de 3.500 personas.
Actualmente, y según los datos con que cuenta el sindicato, hay unos 25 trabajadores positivos por PCR y otros 30 en cuarentena, entre todas las prisiones de la provincia (cifras que oscilan de un día para otro), “provocando una merma en la plantilla a la hora de poder desarrollar con garantías de seguridad su labor esencial dentro de las prisiones”.
Es más, CSIF argumenta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que en estas cárceles conviven internos con sistemas inmunitarios muy debilitados por lo que tienen mayor riesgo de enfermar gravemente por el virus. “Las prisiones son un entorno cerrado donde las personas, incluidos los trabajadores penitenciarios, viven en condiciones de proximidad o de cercanía durante largos periodos de tiempo. Estas condiciones favorecen la propagación de la infección, siendo el riesgo de contagio más alto que el de la población en general”, entiende el responsable de Prisiones del sindicato en Cádiz, Ángel Luis Perea.
Y se repite que los profesionales penitenciarios pertenecen a la categoría de “personal esencial”, realizando su trabajo de forma presencial y, además, en esos espacios cerrados. Por ello, CSIF apunta que controlar la propagación del virus “es esencial para prevenir brotes de la Covid-19 en los centros y, por extensión, en los de los familiares y visitantes que entran y salen de las prisiones”.
Por este motivo, ha solicitado que se gestione la vacunación en los centro penitenciarios de la provincia “de forma prioritaria”, una vez que se finalice en las residencias de personas mayores y entre el personal sanitario. Y a su vez, “el cribado urgente permitiría detectar y minimizar la incidencia del virus”, se apostilla.
Por otra parte, se reclama que hasta que las circunstancias mejoren, se suspendan de manera inmediata todas las comunicaciones de presos con personal externo a las prisiones. Como alternativa, considera que se pueden aumentar las videollamadas ya existentes.
Finalmente, la central sindical considera un riesgo adicional que se mantengan los permisos de salida, pues “supone un foco más de posible contagio y de propagación del virus en estos centros”.
Pienso que si se van acerrar cualquier comunicación con los internos… los funcionarios tampoco deben salir de allí ya que son ellos los que están metiendo el virus en la cárcel… ya que por un cristal es difícil pegar el virus y los funcionarios no se acercan a los familiares.