Las encuestas no se equivocaron demasiado en esta ocasión. Este domingo 28 de abril se celebraron elecciones generales anticipadas en España, ni tres años después de las de junio de 2016, y en un contexto de enorme polarización, la izquierda se ha impuesto a la derecha (las derechas, para ser más exactos), al menos aritméticamente.
El insospechado resultado de las elecciones andaluzas de diciembre ha funcionado para despertar a muchos, y ha ayudado a la importante movilización de este domingo (cercana al 76%, nueve puntos más que en 2016). Sin duda, una de las dos partes del tablero ha visto como una amenaza real la irrupción a nivel estatal de la ultraderecha neofranquista, junto a un PP y Ciudadanos sin ascos a pactar con ella y radicalizados en paralelo tratando de evitar la marcha de votantes a ese partido en blanco y negro de ideas retrógradas, machistas, racistas, homófobas… que, con todo, ha convencido a más de 2,6 millones de españoles: un dato para seguir desconfiados y alerta.
Una jornada electoral que deja varios titulares. Por un lado, el PSOE de Pedro Sánchez (lo mataron en su propio partido, volvió contra todo pronóstico y él mismo está resucitando las siglas…) podrá gobernar, por la izquierda, sumando a diferentes partidos e incluso ha estado a un escaño de la posibilidad de no depender de las formaciones catalanas (aunque podría valer su abstención en segunda vuelta). Aquí tendría gran protagonismo Unidas Podemos y sus confluencias, que caen (se ve que parte de sus votantes se han pasado al ‘voto útil’ socialista por el miedo a la involución del coco-Vox, y otros han perdido la confianza en el partido morado y en Pablo Iglesias tras tanta crisis y disputas internas y errores de coherencia, amplificados por determinados medios), caen pero no se estrellan (con formas menos mitineras pero un fondo igual de duro); siguen ahí, con deseo de participar (e influir), y desde dentro, del nuevo Ejecutivo.
Pero además, los números dan para, mirando a la derecha, un eventual pacto entre socialistas y naranjas (180 diputados), la opción preferida por los poderes fácticos, aunque Albert Rivera se haya llevado toda la campaña negando y escupiendo sobre ese potencial acuerdo. También prometió no pactar ni con Rajoy ni con Sánchez en pasados comicios, y pactó con ambos…
Por otro lado, este 28-A supone el descalabro del PP de Pablo Casado, que se deja por el camino 71 diputados, y aguanta a lo justo como segunda fuerza política en la escena nacional. No le ha salido bien esa estrategia de sonreír y extremar discursos y mensajes, el votante de ultraderecha que siempre ha convivido en el seno de los populares ha preferido irse a Vox, donde sí se siente liberado, o bien a Ciudadanos, que también lleva tiempo aferrado a la rojigualda y crispando la convivencia, como máximas. Esa radicalización parece que sí le ha funcionado en parte a Rivera, aunque todo el odio contra Catalunya y el marketing simplista y maniqueo empleados en estos meses sólo le han valido para colocarse como tercer partido, sumando 25 escaños, que no son pocos. Y la tercera derecha, la extrema y sin complejos ni vergüenza liderada por el ex del PP Santiago Abascal, se estrena en el Congreso con 24 sillones.
En Andalucía, el PSOE vuelve a ser primera fuerza, ante un PP que también se hunde, en consonancia con las pasadas andaluzas, pese a que entonces la unión con Cs y Vox le permitieron alcanzar toda una presidencia de la Junta, y maquillar los cortos resultados (Javier Arenas sigue sin creérselo…). E igualmente, en la provincia de Cádiz, los socialistas ‘ganan’ y los populares bajan a cuarta opción con un único diputado; es más, la ultraderecha ha estado a 11.000 papeletas de superarles.
EL ESCRUTINIO REAL
La encuesta previa al recuento de papeletas, difundida por RTVE al cierre de colegios, no estuvo muy descaminada. Y con datos reales del Ministerio del Interior, al 99% del escrutinio (y con el 75,75% de participación, nueve puntos más que en 2016), el PSOE se impone en estas elecciones generales de 2019 pero, como se esperaba, lejos de esa mayoría absoluta de 176 diputados: obtiene más de 7,4 millones de electores, el 28,6% de los votos y 123 escaños (tenía 85), ganando 38.
Se descalabra, cayendo a segunda fuerza parlamentaria, el PP: tenía 137 escaños y se queda con 66 y el 16,7 de votos. Se evidencia la fuga de votantes a la ultraderecha, principalmente, y a la formación naranja. Son los peores resultados de la historia del partido que fundara Manuel Fraga, exministro franquista, perdiendo de una vez más de 3,6 millones de fieles y simpatizantes.
Por su lado, Ciudadanos ha ido sumando poco a poco a lo largo de la noche, durante el escrutinio electoral: logra 57 escaños (tenía 32) y el 15,8% de votos. Mientras Unidas Podemos (Podemos, IU y Equo, y confluencias catalanas) baja menos de lo que vaticinaban muchas encuestas interesadas, a 42 diputados y más del 14% de papeletas (tenía 71 representantes, sumando a Compromís y las mareas, que no se ha integrado esta vez). Los de Rivera han obtenido la confianza de más de 4,1 millones de votantes (un millón más con respecto al 26-J); y los de Iglesias, más de 3,7 millones.
Como quinta fuerza, se estrena en el Congreso de los Diputados Vox, con 24 diputados y el 10,2% de sufragios. Hace tres años eligieron esta opción de extrema derecha 47.182 españoles, el 0,20% del total del censo: este domingo ha sido la papeleta escogida por cerca de 2,7 millones.
En cuanto al resto de partidos con representación, destacan los catalanes y vascos: ERC-Sobiranistes suma 15 escaños (6 más); JxCat-Junts obtiene 7 (1 menos que CDC); el PNV, 6 diputados (1 más); y EH Bildu, 4 (2 más). Además, los canarios de CCa-PNC alcanzan 2 sillones; los navarros de NA+ (UPN-PP-Cs), otros 2; los valencianos de Compromís, 1; y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), 1.
Durante parte del recuento, también se le daba un diputado al Coalición por Melilla (CpM), aunque finalmente no lo ha logrado. Tampoco ha podido alcanzar escaño, aunque había encuestas que le daban alguna posibilidad, el Partido Animalista (Pacma), que ha sumado 325.587 papeletas, el 1,25% del total nacional. Y la formación heredera del extinto Partido Andalucista (PA), Andalucía por Sí (AxSí), en su primera participación en unas elecciones estatales, ha convencido a apenas 11.478 electores.
EL SENADO DEJA DE SER ‘DEL PP’
En la otra cámara, en el Senado, pasadas las 1.30 horas de la madrugada el recuento de papeletas todavía iba por el 96%, según la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz. Con este alto porcentaje, se confirmaba que el PP también pierde su cómoda mayoría aquí, algo que le permitía vetar los proyectos de ley aprobados en el Congreso.
De este modo, el PSOE logra 123 senadores (tenían 43). Con la suma de los 18 parlamentarios nombrados por designación autonómica, alcanza los 141 escaños en una cámara alta en la que la mayoría absoluta está en 134, aunque tendrá que ratificar esa mayoría en las elecciones del 26-M. Mientras el PP baja a 55 (tenía 130).
Además, ERC obtiene 11 senadores; el PNV, 9; Ciudadanos, 3; NA+, 3; Junts, 3; y Bildu y la Agrupación Socialista de la Gomera (ASG), 1 cada uno. Podemos y sus confluencias llegaron a tener 16 escaños en el Senado en la pasada legislatura, y se quedan con ninguno.
EN ANDALUCÍA, EL PSOE ‘MANDA’
Acercándonos a Andalucía, estaban llamados a las urnas más de 6 millones mayores de edad, y finalmente han acudido 4,6 millones (el 73,31% del censo). Y se han decantado por darle la victoria al PSOE, cuando hace tres años se imponía el PP.
La comunidad autónoma andaluza elegía 61 diputados al Congreso, y el PSOE se queda con 24 (4 más), el 34,2% de las papeletas. Por detrás quedan Cs, con 11 (4 más), el 17,7% del total; y el PP, también con 11 escaños (12 menos), y el 17,1% de electores.
Unidos Podemos, por su parte, aporta desde Andalucía 9 diputados, 2 menos, con el 14,2% del total de votos; y Vox, con el 13,3% de los sufragios, se lleva 6 escaños.
En cuanto al Senado, la región aporta en estas elecciones 24 senadores del PSOE (tenía 14); 6 del PP (tenía 18); y 2 de Ciudadanos, que no tenía.
EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ, EL PP ES CUARTA FUERZA
En Cádiz se reparten nueve escaños a la Cámara Baja. El PSOE ha ganado ampliamente estas elecciones, con un 69,3% de participación en la provincia, sumando 3 diputados, los mismos que ya tenía en la pasada legislatura (y el 31,5% de votos).
El PSOE sido la lista más votada en 44 de los 45 municipios de la provincia. La secretaria general de los socialistas gaditanos, Irene García, en la misma noche electoral ya felicitaba públicamente al “próximo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, por “una victoria clara en un día de alegría, en una jornada de inmensa felicidad para los socialistas de la provincia”.
Ciudadanos, por su lado, se convierte en segunda opción con 2 diputados, 1 más de los que tenía (con el 19,7%); y supera a Unidas Podemos en 21.000 papeletas, que mantiene sus 2 escaños (con el 16,5% del total). Desde la confluencia de Podemos, IU y Equo en la provincia se ha puesto en valor a los “más de 100.000 gaditanos que siguen confiando en una fuerza de cambio, que siguen creyendo que es necesaria una transformación profunda de nuestra tierra a todos los niveles”.
Y como preveía el último macrosondeo del CIS, PP y Vox se han peleado por no quedar últimos. Ambas fuerzas obtienen en Cádiz 1 representante: los populares han conseguido el 14,9% de los votos (se han dejado en el camino unas 100.000 papeletas con respecto al resultado de hace tres años); y los de Abascal, el 13,1% de apoyos y casi 90.000 votos. Parece que el trasvase de votos es más que evidente…
De este modo, Cádiz ‘envía’ como diputados al Congreso para la nueva legislatura: por el PSOE, al cunero Fernando Grande-Marlaska, a Eva Bravo y a Juan Carlos Campo; por Cs, a la independiente Carmen Martínez y a Javier Cano, que repite; por Unidas Podemos, a los mismos que estaban, Noelia Vera y Juan Antonio Delgado; por el PP, a María José García-Pelayo, que repite; y por Vox, al militar en la reserva Agustín Rosety Fernández de Castro.
Respecto al Senado, el PSOE se impone al PP. Es más, los conservadores no consiguen ningún senador de los cuatro que se decidían por la provincia. Los socialistas suman tres nombres: la veterana María Jesús Castro, Alfonso Carlos Moscoso, y Cándida Verdier; y la formación naranja cuela a su candidato a la Alcaldía de Jerez, Carlos Pérez.
LA BAHÍA, ‘SOCIALISTA’
Hacemos también un repaso a los resultados electorales (al Congreso) en la Bahía de Cádiz, donde lo más reseñable, como a nivel nacional, es el hundimiento generalizado del PP: de hecho, en ciudades como San Fernando o Chiclana, ya es la última opción, por detrás de Vox. Además, el PSOE es la fuerza más votada en las siete localidades de la comarca (en los comicios de 2016, los populares ‘ganaron’ en todas, salvo en Puerto Real, coloreada de morado).
En la capital, el PSOE suma casi 21.000 papeletas y el 28,9% de los apoyos, frente a Unidas Podemos, que se queda con el 25,1% de votos y 18.163 apoyos. La tercera fuerza es Cs, con el 17,1% de sufragios, por delante del PP, con el 16,1% y de la ultraderecha, con el 8,4%. La participación se ha acercado al 75%.
Por su parte, en Jerez, el PSOE también ‘gana’ y con holgura: obtiene el 30,2% de los apoyos totales y 35.187 votos; Cs, el 21%; el PP, el 15,6%; Unidas Podemos, el 15,2%; y Vox, el 13,8% de papeletas. La participación ha rondado el 70,8% del censo total.
Igualmente, vencen los socialistas en San Fernando. El PSOE ha sumado cerca de 16.000 papeletas: el 29,5% del total, frente al 20,9% obtenido por Ciudadanos. La tercera fuerza en La Isla es Unidas Podemos, con el 15,5% de apoyos recibidos; y muy cerca ha quedado Vox, con el 15,4%. Y como último partido en la localidad (de los que logran representación en Madrid) debe conformarse el PP (que en 2016 fue el primero), con el 13,9% del respaldo total: ha perdido más de 9.000 electores. La participación ha crecido más de cinco puntos, al 70,9%.
En el caso de El Puerto, el PSOE también es la opción más respaldada, elegida por el 25,9% de los portuenses. Por detrás se coloca Cs, con el 20% de apoyos, seguido de Unidas Podemos (17,1%), el PP (16,7%), y muy cerca Vox (15,9%). La participación ha sido del 71,2%, unos cinco puntos más que hace tres años.
En Chiclana, el PP ha pasado de ser primera fuerza en las pasadas generales a ser ahora la última, por detrás de la extrema derecha, con una diferencia de unas 200 papeletas entre ambos. El PSOE se ha impuesto con el 27,5% de papeletas totales, con Ciudadanos como segunda opción (22,1%), y Unida Podemos, como tercera (16,3%). En esta localidad la participación ha subido seis puntos, hasta el 67,3%.
También es el triunfador de las elecciones el PSOE en Puerto Real, con el 38,2% de los sufragios. Le sigue Unidas Podemos (con el 29,9%), Cs (con el 13,5%), PP (6,9%) y Vox (6,3%). Se vuelve a constatar que la Villa es de las localidades más reacias a la hora de decantarse por fuerzas de derechas. La participación final ha rondado el 74%.
Y finalmente, en Rota, los socialistas han sido los primeros, con el 25,9% de los votos totales; aunque Cs no ha quedado lejos, con el 23,5%. Por detrás, PP (16,6%), Unidas Podemos (15,2%) y Vox (14,8%). En la localidad, la participación ha sido del 70% al cierre de los colegios. Dany Rodway