La Confederación de Empresarios de Cádiz, y los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, se han adherido al Pacto Andaluz por la Industria. Se reproduce así y se impulsa desde la provincia gaditana el respaldo a esta iniciativa que se escenificaba a principios de año por la presidenta de la Junta y los agentes económicos y sociales de la región, y que tiene entre sus objetivos teóricos “la movilización de 8.000 millones y la recuperación de los niveles de empleo en este sector previos a la crisis”, de aquí a 2020.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez, el secretario general de UGT Cádiz, Francisco Andréu, y la secretaria general de CCOO Cádiz, Dolores Rodríguez, se han adherido al Pacto Andaluz por la Industria, rubricándolo junto al delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Fernando López Gil.
De esta forma, se reproduce y se impulsa desde la provincia el respaldo a esta iniciativa que se escenificaba a finales de enero por la presidenta andaluza, Susana Díaz, y los agentes económicos y sociales de la región, y que tiene entre sus objetivos teóricos “la movilización de 8.000 millones de euros y la recuperación de los niveles de empleo en este sector previos a la crisis”.
El acuerdo se plantea recuperar los niveles de empleo previos a la crisis-estafa hasta volver a superar los 533.000 ocupados en toda Andalucía, tanto en las empresas manufactureras como en las de servicios avanzados, en un sector que, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), ya encabezó la creación de empleo en 2016 en Andalucía, con 34.500 nuevos ocupados.
Además, el documento plantea elevar el peso de la actividad industrial en la economía andaluza hasta al 18% del Valor Añadido Bruto (VAB), o sea, 3,12% más. Para ello, se prevé movilizar una inversión total pública y privada de más de 8.000 millones de euros, a través de nuevos instrumentos financieros y de incentivos al desarrollo industrial y la I+D+i.
Este acuerdo, enmarcado en la Estrategia Industrial de Andalucía 2020, pretende propiciar “un sector fuerte, competitivo y sostenible, con empresas que sean capaces de crear empleo de calidad y de solvencia internacional”, se expone en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz. Este Pacto Andaluz por la Industria se divide en cinco bloques o compromisos: desarrollo del tejido industrial, calidad y estabilidad en el empleo, potenciación de la I+D+i, impulsar la internacionalización, y favorecer la cooperación.
El sector industrial ha demostrado a lo largo de la historia los beneficios que reporta para la generación de riqueza, empleo y bienestar en la sociedad en su conjunto. De hecho, las naciones y territorios con mayor peso industrial en su PIB han afrontado la crisis-estafa de estos años con más fortaleza, ya que la industria ha resistido mejor que otros sectores, tanto en términos de mantenimiento del empleo, como de facturación. En este sentido, el empleo en la industria suele ser de mayor calidad que en el resto de sectores.
Andalucía, se entiende, está preparada para situarse en vanguardia de ese esfuerzo tractor, “puesto que cuenta con todos los ingredientes para ser el polo industrial más potente del Sur de Europa, gracias a la experiencia aportada por las empresas industriales y sus auxiliares; a la cualificación de su capital humano; a su ubicación estratégica como puente entre Europa y África y a su extensa red de infraestructuras, que incluye autovías, una red ferroviaria de alta velocidad, puertos y aeropuertos”.
De este modo, se pone de relieve la buena posición de partida de las industrias de la región y de la provincia de Cádiz en sectores como el de la agroindustria, que con más de 5.200 empresas y más de 46.400 ocupados, representa en torno al 24% del empleo y el 21% de nuestra facturación industrial.
O la química y farmacéutica, que con una facturación superior a los 6.600 millones representa más del 11% del PIB industrial de Andalucía, con unas 600 empresas; también en el aeronáutico, cuyas ventas representan el 24,3% de las ventas totales del sector en España y el 32,5% del empleo, facturando casi 2.350 millones anuales.
También se resalta el peso específico de la industria del refino de petróleo, que gracias a las dos grandes plantas de tratamiento en Huelva y Campo de Gibraltar se ha convertido en la actividad más importante de la industria manufacturera andaluza por valor de la producción; ni tampoco de la relevancia, en volumen de facturación y empleo, que se deriva del tejido industrial auxiliar. En este sentido, se ha reseñado la importancia de tres segmentos en concreto: industria auxiliar agrícola, donde ejercen una labor muy relevante las aportaciones derivadas de la biotecnología y el I+D+I; la industria auxiliar de la aeronáutica, que sigue generando puestos de trabajo e incrementando la producción; y la industria auxiliar de la construcción, integrada actualmente por más de 7.100 empresas.
El Pacto, creado en el seno de la Mesa de la Industria, donde administración, profesionales y agentes sociales han trabajado también para elaborar la Estrategia, nace bajo las premisas de diálogo y el acuerdo, por lo que está abierto a la adhesión de cuantos actores quieran sumarse a esta apuesta por la industria.
MÁS DE MEDIO CENTENAR DE MEDIDAS HASTA 2020
La Estrategia Industrial de Andalucía 2020 plantea la ejecución de 52 medidas de carácter horizontal distribuidas en ocho ejes que abarcan aspectos tan diversos como la formación profesional, la proyección exterior, la gestión del talento, la innovación social, la tecnología o el desarrollo de las infraestructuras. Asimismo, se identifican diferentes áreas de oportunidad para el desarrollo futuro de medidas de carácter vertical o sectorial.
Otro de los objetivos, identificado también en el Pacto por la Industria, es aumentar en un 20% las empresas de entre 10 y 50 trabajadores y reducir en un 5% la intensidad energética (relación entre el consumo y la producción), en un 10% la tasa de temporalidad laboral y en un 30% la de accidentes graves y mortales.
La Estrategia pretende también duplicar el número de empresas manufactureras innovadoras; elevar en un 20% la proporción de las actividades que las industrias dedican a estos objetivos; incrementar en un 50% el número de solicitudes de patentes nacionales, y duplicar el porcentaje de empresas del sector industrial incorporadas al mercado digital.
Por lo que respecta a internacionalización, se prevé aumentar en un 20% el número de empresas con volumen de exportación superior a los 50.000 euros anuales; en otro 20% el importe de las ventas al exterior de las industrias manufactureras; en un 50% la exportación de actividades de media y alta tecnología, y en un 30% la inversión extranjera directa en la industria manufacturera y en los servicios avanzados científicos y técnicos.
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