Cádiz ha estado presente, a través de la presidenta de la Diputación, en el acto del llamado Pacto Andaluz por la Industria, rubricado en Sevilla por la presidenta de la Junta de Andalucía, y los “principales” agentes económicos y sociales de la región: la CEA, CCOO y UGT. Tiene entre sus objetivos la movilización de 8.000 millones hasta 2020 y la recuperación de los niveles de empleo en este sector previos a la crisis-estafa.
Cádiz ha estado presente, a través de la presidenta de la Diputación, Irene García, en la puesta de largo del llamado Pacto Andaluz por la Industria, rubricado en Sevilla por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y los “principales” agentes económicos y sociales de la región. Al acto de firma del documento han asistido más de 300 representantes del tejido económico, empresarial y social andaluz.
En la actualidad la industria andaluza emplea a unas 300.000 personas y, pese que este sector ha soportado los estragos de la crisis-estafa mejor que otros segmentos, llegó a contar con 533.000 trabajadores.
En ese foro, García ha aplaudido la oportunidad del impulso a “un sector estratégico para Andalucía en general y para la provincia de Cádiz en particular, tanto por su condición de motor de la actividad económica y del empleo como por su papel en el impulso tecnológico y en el sostenimiento de las exportaciones, un apartado en el que brillamos con luz propia”.
Este Pacto Andaluz por la Industria ha sido suscrito por la presidenta de la Junta; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara; y los secretarios generales andaluces de CCOO y UGT, Francisco Carbonero y Carmen Castilla, respectivamente.
El nuevo documento empieza a concretar la denominada Estrategia Industrial de Andalucía 2020 que aprobó el Consejo de Gobierno autonómico el pasado mes de julio. Como premisa fundamental pretende la industrialización de la comunidad con el reto de incrementar el tamaño de las empresas y favorecer nuevos negocios de base tecnológica. Se pretende ampliar el empleo industrial, tras constatarse que es más estable y mejor retribuido que el promedio del resto de sectores económicos. El Pacto concibe más innovación en las empresas, con el propósito de concretar más patentes y mejoras productivas. También contempla un fomento de la internacionalización y el incremento de los incentivos a la industria.
En este Pacto se incluyen referencias inequívocas a la cooperación público-privada, se reclama el desarrollo de infraestructuras eficaces y se plantea el compromiso de simplificar los trámites administrativos en beneficio de las empresas e incluso una revisión de la fiscalidad.
La socialista Susana Díaz ha cifrado la cobertura económica que dispondrá esta estrategia hasta el año 2020: 8.000 millones de euros. Los objetivos del Pacto son, para la presidenta de la Junta, una “prioridad política”.
Díaz, durante su intervención en este acto, ha indicado que la industria andaluza ya conoció en el año 2016 un punto de inflexión al cerrarse dicho ejercicio con 34.500 nuevos empleos en este sector. No obstante lo que ahora se concibe es un cambio estructural a favor de una industria que reporta empleos estables y de calidad, así como economías prósperas y generadoras de valor añadido.
A la hora de referir las infraestructuras que se precisan, la presidenta de la Junta de Andalucía mencionó la necesidad de establecer unas comunicaciones ferroviarias más eficientes en la línea Algeciras-Bobadilla, como justa reclamación a favor de uno de los principales puertos de Europa.
“CÁDIZ ES UNA MARCA DE CALIDAD TAMBIÉN EN MATERIA INDUSTRIAL”
Por su lado, la presidenta de la Diputación gaditana, Irene García, se ha referido al “evidente protagonismo” de la provincia dentro del panorama industrial andaluz. Así, se ha referido expresamente a “las dos importantes concentraciones industriales radicadas en torno a las bahías de Cádiz y de Algeciras, al “importante peso de ese sector en el PIB de la provincia” y el hecho de que esta tierra aporte “cerca de uno de cada cinco empleos industriales del conjunto de Andalucía”.
“Por tradición, por vocación y por convicción, esta provincia debe hacer una apuesta decidida por su industria” como fórmula de equilibrio de un sistema productivo y de un mercado laboral crecientemente dependientes del turismo y los servicios. “Cádiz es una marca de calidad también en materia industrial. Así lo venimos demostrando históricamente en sub-sectores como la aeronáutica, la construcción naval o la industria agroalimentaria. Y ahora se trata de consolidar esas cosas que sabemos hacer bien, al tiempo que apostamos por nuevas oportunidades que a su vez se traduzcan en nuevas posibilidades de generación de empleo y de riqueza”, ha anotado García.
La presidenta de la institución provincial, del PSOE, ha confiado en la potencialidad de la Inversión Territorial Integrada (ITI, o sea, fondos europeos) para conseguir ese “paso más” en la modernización de nuestro tejido productivo. Y se ha referido al papel de la Diputación en esa estrategia, materializada tanto en “el impulso a la oficina de información sobre la ITI” como en “la aprobación del Plan Estratégico de Desarrollo Socioeconómico y Empresarial, una de cuyas líneas maestras es la capacitación de desempleados teniendo en cuenta las necesidades de mano de obra con una elevada cualificación por parte de empresas del sector industrial”.
LAS 52 MEDIDAS DE LA ESTRATEGIA INDUSTRIAL
La Estrategia Industrial de Andalucía 2020 plantea la ejecución de 52 medidas de carácter horizontal distribuidas en ocho ejes que abarcan aspectos tan diversos como la formación profesional, la proyección exterior, la gestión del talento, la innovación social, la tecnología o el desarrollo de las infraestructuras. Asimismo, se identifican diferentes áreas de oportunidad para el desarrollo futuro de medidas de carácter vertical o sectorial.
Otro de los objetivos, identificado también en el Pacto, es aumentar en un 20% las empresas de entre 10 y 50 trabajadores y reducir en un 5% la intensidad energética (relación entre el consumo y la producción), en un 10% la tasa de temporalidad laboral y en un 30% la de accidentes graves y mortales.
La Estrategia pretende también duplicar el número de empresas manufactureras innovadoras; elevar en un 20% la proporción de las actividades que las industrias dedican a estos objetivos; incrementar en un 50% el número de solicitudes de patentes nacionales, y duplicar el porcentaje de empresas del sector industrial incorporadas al mercado digital.
Por lo que respecta a internacionalización, se prevé aumentar en un 20% el número de empresas con volumen de exportación superior a los 50.000 euros anuales; en otro 20% el importe de las ventas al exterior de las industrias manufactureras; en un 50% la exportación de actividades de media y alta tecnología, y en un 30% la inversión extranjera directa en la industria manufacturera y en los servicios avanzados científicos y técnicos.
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