Se sabe que los alumnos desde siempre estudian mejor si se sienten motivados y con ganas de aprender. Esta motivación se va creando a lo largo del tiempo pasado en el colegio, y, en la gran mayoría de los casos, esta responsabilidad está en las manos de los maestros.
Es decir, cuando un alumno carece de motivación para aprender y opta por el uso de https://www.rincondelvago.com/, el maestro debería poner el máximo de su parte para despertarle el interés por una materia determinada.
Sin embargo, los docentes también necesitan estar animados para hacerlo. Esta motivación se debe, en muchos casos, a las condiciones de trabajo que uno obtiene en un lugar determinado.
Su labor no es nada fácil, al contrario, es un trabajo de mucha responsabilidad y dedicación, ya que son ellos los que en parte forman a los futuros ciudadanos de un país. Por lo tanto, lo mínimo que se podría hacer por ellos es darles una especie de seguridad en el trabajo. Se podría decir que los que tienen una plaza permanente están en una posición mucho mejor que los interinos, primero porque tienen esa seguridad laboral que les permite no pensar si el año que viene tendrán trabajo o no.
Por otra parte, los interinos se enfrentan a una serie de problemas, causas del estrés y ansiedad que, sin duda, influyen en la calidad de trabajo que realizan y en el nivel de motivación que tienen para ejercerlo. Un ejemplo de ello es la conocida tendencia de despedir en junio a los interinos que se contratan en septiembre con el fin de no pagarles los meses de julio y agosto. Estos profesores se vuelven a contratar tras las vacaciones. Entonces, la pregunta es ¿por qué los maestros con plazas fijas tienen el lujo de recibir el sueldo durante los meses de verano y los otros no? Desde luego estamos ante un acto preocupantemente discriminatorio.
Por suerte, en los últimos días hemos sido testigos de una decisión del Tribunal Supremo que prohíbe despedir a profesores interinos en junio para no pagarles durante el verano. Se encuentra ilegal contratar a los maestros en septiembre para ejercer durante todo el año y luego cesar los contratos para no abonarles el sueldo de julio y agosto.
En conclusión, con el fin de mejorar la calidad de enseñanza hay que mantener a los maestros motivados y frescos para transmitirles a los alumnos los conocimientos necesarios de la mejor manera posible. Para ello es necesario tratarles por igual a los maestros con un contrato fijo y a otros con un contrato renovable, ya que no es justo que los primeros cobren los meses de verano y los otros no. DIARIO Bahía de Cádiz