En el marco del proyecto Huella de Energía de la consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, han llegado seis nuevos TAC, ya en funcionamiento, a la provincia gaditana, instalados en los hospitales Puerta del Mar de Cádiz, Puerto Real y Punta Europa de Algeciras, así como en el Centro Periférico de Especialidades Vargas Ponce de la capital.
Esta iniciativa tiene como objetivo que la sanidad pública andaluza disponga de la mejor información diagnóstica por imagen que la tecnología actual pueda ofrecer, con la mayor seguridad para el paciente y dentro de un proyecto de desarrollo sostenible. Con este plan se busca conseguir “la excelencia diagnóstica” y posicionar a Andalucía como “la región europea con los niveles de radiación más optimizados en los equipos”.
Según se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, este proyecto Huella de Energía del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ejecuta a través de un contrato de disponibilidad global en Andalucía que se extiende durante ocho años, por un importe total de 40 millones de euros.
En el caso de la provincia de Cádiz, se han reemplazado los seis mencionados equipos, por un importe aproximado cada uno de 550.000 euros, pero además, en el Hospital de Jerez se reemplazarán dos más y se instalará un tercero de nueva incorporación en la zona afectada por un incendio en 2016, donde se ubicará un área de Radiodiagnóstico.
Las instalaciones comenzaron en julio de 2020 y hasta el momento el proyecto tiene puestos a disposición de los pacientes de toda la comunicad autónoma 53 de los 68 equipos previstos (seis de nueve en el caso de la provincia de Cádiz, desde finales del pasado año).
Para poder planificar la sustitución de un equipo se diseñó un cronograma de instalaciones a seis meses que ha sido necesario modificar y adaptar a la difícil situación producida por la pandemia del coronavirus. Es necesario, a la vez que se sustituyen los equipos, garantizar la atención de las pruebas diagnósticas a los pacientes por lo que algunas instalaciones han debido reprogramarse para hacer un mejor uso de los recursos y permitir establecer dobles circuitos Covid en los centros que lo requirieron.
La sustitución de un equipo de alta tecnología, como son los equipos de tomografía computerizada, requiere de una cuidadosa preparación, en la que hay que preparar el proyecto de instalación, diseñar el circuito alternativo asistencial, desmontar el equipo anterior, realizar las obras de adaptación, instalar el nuevo equipo, realizar las pruebas de referencia y aceptación por parte de los servicios de Radiofísica y culminar con la formación y uso clínico del equipo.
En este sentido, se ha dado una especial relevancia a la formación de los profesionales para aprovechar al máximo las posibilidades de los nuevos equipos. El programa formativo, acreditado e impartido a través de IAVANTE se extiende a los ocho años posteriores a la instalación y alcanza de forma muy específica a los Técnicos Especialistas en Diagnóstico por Imagen, así como también a Radiólogos, Radiofísicos, personal de electromedicina, mantenimiento e informática.