El Congreso de los Diputados aprobaba el pasado jueves a lo justo y con polémica la conocida como reforma laboral (con 175 votos a favor y 174 en contra), o más concretamente convalidaba el Real Decreto-ley de diciembre de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo.
La iniciativa, defendida por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, recoge en su exposición de motivos que tiene por objeto corregir la “temporalidad excesiva que provoca que en cada crisis se destruya sistemáticamente empleo”. Asimismo, esta política de Unidas Podemos sostiene que se trata de “la primera reforma laboral de gran calado de la democracia que cuenta con el respaldo del diálogo social”, ya que se ha negociado tanto con los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, como con la patronal, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Pese a que el Gobierno de coalición de socialistas y morados prometió la derogación de la reforma laboral impuesta años atrás por Rajoy, apenas se ha modificado este texto levemente, lo que han cuestionado diversos sindicatos alternativos y partidos, como Adelante Cádiz.
“CÁDIZ, CON UNA ALTA TASA DE TEMPORALIDAD, ES ESPECIALMENTE BENEFICIADA”
Pero como es obvio, el PSOE gaditano no ha tardado en vender las bondades de este paso. Así, la senadora por Cádiz, Cándida Verdier, ha valorado ya el “impacto” de la reforma laboral “que va a mejorar los derechos de 20 millones de trabajadores”. “Andalucía, con 3,2 millones de trabajadores es una de las comunidades más beneficiadas y especialmente Cádiz, una provincia dependiente del sector terciario, con alta tasa de temporalidad y donde la modalidad de contrato de obras y servicios es muy frecuente”, a decir de la chiclanera.
“Salen beneficiados tanto los empresarios como los trabajadores, no se entienden los aplausos contra una reforma que beneficia a todos”, ha destacado Verdier, recordando que “el PP ha tratado de dinamitarlo y ahora encima no acata su derrota parlamentaria y va camino de ser un partido trumpista al poner en duda el voto telemático de la Cámara y las garantías que este ofrece”.
Esta senadora, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, ha calificado de “acuerdo histórico”, el éxito obtenido por el conjunto del Gobierno y de los agentes sociales, “que han trabajado incansablemente, con reuniones diarias y varios ministerios implicados, para modernizar el mercado laboral de nuestro país, imprescindibles para afrontar el cambio de modelo productivo”. “Un éxito de país, que busca apostar por el empleo de calidad y dejar atrás décadas de precariedad, frente al modelo del 2012, basado en la devaluación salarial”, ha indicado.
De este modo, tirando de argumentario, repite que el objetivo de la reforma aprobada es “reducir la temporalidad, reforzar la creación de empleo de calidad y ofrecer seguridad jurídica a las empresas”. Entre las medidas que se toman en el nuevo marco laboral, destaca la reducción del número de tipos de contratos, generalizando el contrato indefinido, limitando la contratación temporal (máximo de tres meses por año) y fomentando el contrato fijo discontinuo.
“Cumplimos con los trabajadores al reforzar la negociación colectiva, reestableciendo el equilibrio entre empresarios y asalariados”, ha subrayado al mismo tiempo que señala la importancia de recuperar la ultraactividad indefinida de manera que los convenios se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos sin límite temporal.
A juicio de Candida Verdier, “el PSOE gobierna y trabaja para combatir la desigualdad y extender los efectos de la recuperación justa, para impulsar un crecimiento económico sostenible que genere nuevas oportunidades y empleos de calidad”.
“SEGUIREMOS EXIGIENDO QUE SE DEROGUEN LAS REFORMAS LABORALES DE 2010 Y 2012”
Y mientras se aprobaba en el Congreso la reforma, sindicatos como CNT, CGT, co.bas, Ustea, SAT, CTA y Sindicato Ferroviario (con representación también gaditana), se manifestaban a las puertas contra lo que llaman un “el maquillaje de reforma laboral”, y para exigir “la derogación integra de los textos de Zapatero en 2010 y Rajoy en 2012, en consonancia con lo tantas veces prometido en la campaña electoral y posteriormente fijado en el pacto de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos”.
“Manifestamos nuestra rotunda oposición al acuerdo suscrito por el Gobierno con los autodenominados agentes sociales”, ya que “no supone la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012 ni la recuperación de los derechos perdidos por las personas trabajadoras con esas reformas”, entienden en el comunicado remitido a este periódico.
Además, estos sindicatos alternativos subrayan que UGT y CCOO “no representan ni a todas las personas trabajadoras ni a todos los sindicatos existentes en el Estado español, por lo que no pueden negociar ni acordar nada que afecte al conjunto de la clase trabajadora”. Y es que, se añade, la afiliación conjunta de esos dos sindicatos mayoritarios “supone alrededor del 8,5% de la población activa, por lo que el resto de dicha población, el 91,5%, o está afiliada a otros sindicatos o no está afiliada a ninguno”.
En cualquier caso, se sentencia que se mantendrá viva esa reivindicación de derogación completa de ambas reformas y a impedir “que se consoliden los derechos perdidos a través de esta no reforma laboral”, salida del “pacto de la vergüenza de finales de diciembre pasado”.
“NO LLEGAN LAS TRANSFORMACIONES ANUNCIADAS A BOMBO Y PLATILLO”
Por su lado, Adelante Cádiz elevó al pleno mensual de enero de la Diputación gaditana una moción, que no prosperaba, instando al Gobierno central a que abriera otro proceso de elaboración de una nueva reforma laboral “que tome de punto de partida la derogación de la reforma laboral de 2010 y 2012, cumpliendo con su compromiso presente en el acuerdo de cogobierno”.
“El Gobierno, cumpliendo in extremis con el mandato de la UE de reformar el mercado laboral, ha estado negociando con la patronal y los dos sindicatos mayoritarios durante meses, aceptando así que cualquier transformación del mercado laboral tiene que estar supeditada a un acuerdo con la patronal y limitada la participación sindical a las dos centrales mayoritarias”, exponía Adelante, que entiende que “este marco se ha revelado con el tiempo como un espacio en el que la CEOE ha impuesto su capacidad de veto, aun cuando ninguna de las reformas laborales de 2010 y 2012 fueron consensuadas más allá de la derecha y la patronal”.
Así las cosas, “este proceso ha dado como resultado un acuerdo que si bien no es un retroceso jurídico en derechos, sino una leve corrección de algunos aspectos de la reforma laboral de 2012, supone un acuerdo nefasto en términos políticos”, porque “este Gobierno de coalición levantó esperanzas y expectativas entre una mayoría social que ahora ve cómo éstas no se traducen en victorias materiales, no hay cambio en la realidad cotidiana ni llegan las transformaciones anunciadas a bombo y platillo, desgraciadamente este acuerdo no supone la necesaria reforma del mercado laboral para recuperar derechos y ganar en bienestar”, entienden desde el grupo provincial de Adelante Cádiz.
Así, esta formación destaca “la recuperación de la ultraactividad de los convenios” pero sin embargo, “no se encarece el despido, algo que sale muy barato gracias a las reformas de 2010 y 2012; se ha renunciado al objetivo de acabar con la temporalidad; no se limitan el número de contratos temporales y las restricciones tienen tantas excepciones que serán prácticamente inaplicables; la prevalencia del convenio de empresa seguirá vigente con la única excepción del salario; sigue sin atajarse el problema de la subcontratación; no se modifican las causas de despido objetivo o colectivo, por lo que seguimos con la imposición de las reformas anteriores; o no se recupera la autorización administrativa para los ERE”.
“No es ésta la necesaria transformación del mercado laboral para recuperar derechos. Este Gobierno -se insistía- está muy lejos de eso, ya que el marco laboral se mantendrá intacto solo con algunos retoques y la relación de fuerzas a favor de los trabajadores no mejorará en el terreno de la legislación laboral”. “Ningún contrato indefinido garantizará la estabilidad, en tanto que el bajo coste por despido y la no necesidad de justificarlo hace que ningún trabajador tenga garantías ante una decisión unilateral del empresario”, añaden desde Adelante Cádiz.