El PP de Cádiz se ha puesto como objetivo recoger más de 30.000 firmas en la provincia exigiendo a la Junta de Andalucía que elimine el impuesto de sucesiones y donaciones, en el contexto de la campaña anunciada por la derecha a nivel regional, que espera sumar 200.000 apoyos. La propuesta de la derecha es una reducción progresiva del impuesto hasta 2018 para que se pague sólo el 1% por herencia. “No es un asunto político, sino de sentido común”, asevera Antonio Saldaña.
El PP de Cádiz se ha puesto como objetivo recoger más de 30.000 firmas en la provincia exigiendo a la Junta de Andalucía que elimine el impuesto de sucesiones y donaciones, en el contexto de la campaña anunciada por la derecha a nivel regional, que espera sumar 200.000 apoyos.
Un impuesto que, a decir del secretario general del PP de Cádiz, Antonio Saldaña, “todos los gaditanos, voten a quien voten, ven injusto al tener que pagar por unos bienes por los que sus familiares ya han pagado en vida después de mucho esfuerzo y trabajo”, agregando que “se agrava más aún cuando hay discriminación entre las comunidades autónomas”, ya que “en Andalucía es el más caro de todas las comunidades autónomas”.
Para el número dos de los populares gaditanos “no es un asunto político, sino de sentido común”. Al respecto, su partido ha presentado hasta en tres ocasiones la propuesta para la supresión de este impuesto y “por tres veces ha sido rechazada en el Parlamento andaluz por el PSOE con la connivencia de Ciudadanos”.
Saldaña, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, explica que la propuesta del PP tiene por objetivo que se pague sólo el 1% por herencia, aplicando una reducción progresiva del impuesto hasta 2018 con una reducción anual del 33% de la cuota en los años 2016, 2017 y 2018. Actualmente, la Junta recauda 13.500 millones aproximadamente por impuestos, de los que 345 millones corresponden al impuesto de sucesiones, lo que apenas representa el 2,8% de sus ingresos. A su juicio, “la propuesta popular no supone ningún desequilibrio presupuestario si se aplica una recaudación eficiente”.
El también diputado andaluz apunta que “a diferencia de lo que quieran hacer ver, el impuesto de sucesiones grava a las clases trabajadoras, a toda una vida de esfuerzo y trabajo, y afecta a los pequeños ahorros”. “Es un impuesto que afecta de manera importante a familias, autónomos, principalmente a comerciantes, pescadores, agricultores, etcétera y dificulta el relevo generacional en negocios familiares”.
En este sentido, en la provincia, 1.028 gaditanos renunciaron a su herencia en 2014, representando el 17% de las renuncias registradas en Andalucía.
Asimismo, los conservadores interpretan que este impuesto genera un “éxodo fiscal”. Entre 7.000 y 8.000 andaluces se censan fueran de la región para evitar pagar este impuesto, lo que afirma que “el impuesto de sucesiones es pobreza para Andalucía; el éxodo fiscal es pobreza para Andalucía”.
Este político jerezano apunta que las comunidades gobernadas por el la derecha “han rebajado la fiscalidad por este impuesto en el ámbito familiar, llegando en muchos casos a liberar de cargas tributarias a los herederos y donatarios”. Es más, incide en que “las comunidades que tienen bonificado este impuesto han aumentado sus ingresos y están creando más riqueza”.
Por ello, desde el PP de Cádiz y Andalucía “vamos a seguir dando la batalla por la práctica eliminación de éste porque los andaluces no pueden continuar siendo los españoles que pagan más impuestos por heredar o recibir una donación, porque es un agravio y una injusticia”.
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