El Plan de Arbolado 2020-2021 de la Diputación de Cádiz distribuirá este otoño e invierno un total de 38.125 ejemplares en 45 municipios de la provincia, dos entidades locales autónomas (ELAs), una pedanía y varios organismos, cuyo valor de mercado se acerca a los 322.000 euros. El total de ejemplares se distribuye entre 6.075 árboles y 32.050 arbustos.
“Con este plan la Diputación contribuye a apoyar la economía verde”, ha destacado el diputado responsable del área de Transición Ecológica y Desarrollo Urbano Sostenible, Mario Fernández, quien también se ha referido a la reducción de emisiones de CO2 que implicará plantar los más de 6.000 árboles, “con una captación de 12,5 toneladas año de CO2 aproximadamente, cifra capaz de absorber el equivalente al generado por el paso de 3 millones de vehículos considerando como 20 el número de árboles necesarios por cada 10.000 vehículos en circulación”. El cálculo estima que un árbol, dependiendo de la especie y el porte, capta entre 10 y 30 kilogramos de CO2 en un año.
El también vicepresidente segundo de La Línea 100×100 ha indicado sobre esta reducción de emisiones, que la institución provincial está llevando a cabo un “esfuerzo político destacable” para que Cádiz pueda cumplir con las directrices marcadas por la Unión Europea, que tienen como horizonte el año 2030.
Este anual Plan de Arbolado contempla una subvención de material vegetal en los municipios de la provincia, a petición de éstos, con el fin de ornamentar las calles y plazas y dotar a los jardines y parques. La Diputación se encarga también de asesorar técnicamente y hace un seguimiento del material vegetal donado. Desde el año 1996 se han suministrado un total de 870.515 ejemplares de árboles y arbustos (sumarían un importe de cerca de 6,3 millones de euros), con una media anual de adjudicaciones que ronda los 40.000 ejemplares.
Estos árboles y arbustos proceden de los viveros de la Diputación en Jerez y Villamartín, que se dedican a producir semillas y estaquillado de un año de vida, además de plantas ornamentales y árboles autóctonos como algarrobos, encinas, fresnos u olmos.
“CONSEGUIMOS MITIGAR LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO”
En la presentación del plan, Fernández ha incidido en que “somos conscientes de la necesidad de seguir apostando por el mantenimiento de ciudades saludables. Pese a los esfuerzos que se hacen, el aire sigue estando demasiado contaminado por compuestos diversos que pueden causar daños a la salud. La vegetación urbana es necesaria para retener los contaminantes atmosféricos, moderando el microclima, contribuyendo a la presencia de vida en el estéril mundo de hormigón y asfalto de las ciudades”.
Un plan que contribuye a la disminución en la atmósfera de CO2, gas de efecto invernadero. “Así se consigue mitigar los efectos del cambio climático ocasionado por el aumento de la temperatura media global, fenómeno conocido como calentamiento global”, ha expuesto este diputado linense, remarcando que “es fundamental potenciar nuestros sumideros naturales existentes, a la vez que generar otros nuevos de manera prioritaria, mediante una adecuada planificación para la creación de nuevas zonas verdes en las poblaciones y mantener las ya existentes, como trata de hacer este Plan de Arbolado”.