Andalucía ya conoce su nuevo gobierno de derechas negociado en Madrid (consecuencia de las elecciones adelantadas del 2-D), y apoyado por la ultraderecha. Juan Manuel Moreno Bonilla, de un PP con apenas 26 diputados en la Cámara, que la pasada semana era investido presidente de la Junta con los votos de Ciudadanos y de Vox, y que ya tomó posesión del cargo el viernes, ha desvelado este lunes la composición de su Ejecutivo en el que populares y naranjas se reparten once consejerías, dos menos que el último Gobierno del PSOE. Un equipo en el que apenas hay rastro de Cádiz, salvo la presencia ya consabida del sanluqueño Juan Marín como vicepresidente. Se sigue la estela del último de Susana Díaz, en el que el único gaditano era el vicepresidente Manuel Jiménez Barrios.
Para el flamante presidente andaluz, su Gobierno está formado por “personas con capacidad demostrada en la gestión de los intereses públicos y comprometidas con la nueva etapa de cambio”. Un Gobierno, ha añadido, “muy meditado, pensado para hacer frente a momentos cruciales en Andalucía”, y compuesto “por las personas que mejor pueden abordar las tareas complejas pero apasionantes a las que nos enfrentamos”. “Se trata de un equipo cargado de ilusión para cambiar a mejor los intereses de los andaluces”, ha insistido, según la información trasladada por la Junta a DIARIO Bahía de Cádiz.
En el mismo, y según el reparto acordado entre PP y Cs, hay seis consejeros populares y cinco de la franquicia regional del partido de Albert Rivera; partido este último que, curiosamente, durante la legislatura precedente era el socio de Gobierno de los socialistas, desde la oposición, hasta que desde Madrid (y Catalunya) se le obligó a romper el pacto.
Así, el nuevo Ejecutivo andaluz lo forman siete hombre y cinco mujeres, y más allá de Juan Manuel Moreno (del PP, natural de Málaga), como presidente, el otro hombre fuerte, se supone, es Juan Marín (de Cs, natural de Sanlúcar), que será vicepresidente y responsable de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local.
La consejería de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior será para Elías Bendodo (del PP, natural de Málaga); la consejería de Hacienda, Industria y Energía, para Alberto García Valera (del PP, natural de Madrid); la consejería de Salud y Familias (por imposición de la extrema derecha) para Jesús Aguirre (del PP, natural de Córdoba); la consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, para Rogelio Velasco (independiente colocado por Cs, de Sevilla); la consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, para Carmen Crespo (del PP, natural de Almería); la consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, para Rocío Blanco (de Cs, natural de Huelva); la consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, para Marifrán Carazo (del PP, natural de Granada); la consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, para Rocío Ruiz (de Cs, natural de Huelva); la consejería de Educación y Deporte, para Javier Imbroda (de Cs, natural de Melilla); y la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, para Patricia del Pozo (del PP, nacida en Sevilla).
En los próximos días se irán conociendo los nombramientos dentro de cada consejería (los militantes y adeptos de PP y Cs estarán muy atentos para ir copando esos puestos a dedo que deben dejar tantos socialistas), y en este contexto se conocerá la estructura de las delegaciones territoriales, y sus responsables provinciales. ¿Quién será el nuevo delegado del Gobierno andaluz en Cádiz? Suena como relevo de Juan Luis Belizón el propio presidente del PP gaditano, Antonio Sanz.
“MUCHAS COSAS EN NUESTRA TIERRA NO VAN A SER COMO HAN SIDO ANTES”
El presidente de la Junta, en el discurso de su toma de posesión, insistió en que “comienza una etapa ilusionante para Andalucía; a partir de ahora muchas cosas en nuestra tierra no van a ser, no pueden ser, como han sido antes”.
“La nueva presidencia echa raíces en el amor a nuestra tierra, en la conciencia de su riqueza, su belleza y su diversidad”, a decir de Moreno Bonilla, quien abundó en que será un presidente “de Andalucía para Andalucía, porque no me debo a ningún otro interés económico, político o personal que no sea el bien general de los andaluces”.
Reconoció en su primera perorata que “el camino no va a ser fácil” y señaló la creación de empleo como “nuestro gran reto colectivo y el gran empeño de mi presidencia”. Advirtió que “Andalucía tiene que hacer frente a la amenaza de la ralentización económica en España y a las incertidumbres del Brexit, que nos afecta de forma muy especial”.
Afirmó que afrontará las dificultades con “reformas valientes y eficaces” para “crear empleo y fortalecer nuestra economía”. Así, se refirió también a “la ambición de potenciar la industria y la innovación como motores de un nuevo impulso económico”.
Este político conservador se mostró convencido de que “hay muy pocos retos que más de 8 millones de personas no puedan alcanzar si se lo proponen y no hay sueño colectivo que no podamos hacer realidad con la fuerza de la unidad”. “Mi presidencia cuenta con todos, voy a ser el presidente de Andalucía y Andalucía somos todos los que vivimos, disfrutamos, sufrimos y amamos en esta tierra”, manifestó.
El nuevo presidente de la comunidad autónoma más grande y poblada del Estado español (“somos un pueblo comprometido con España, con su unidad y su integridad territorial, con sus instituciones democráticas, su monarquía y sus símbolos”, no pudo evitar remarcar, aunque obviamente no habla en nombre de todos los andaluces…), subrayó que “será un aliado fiel y coherente del Gobierno de España”, considerando que “la confrontación institucional ha restado oportunidades de progreso a nuestra tierra”. E igualmente, apuntó que impulsará “la colaboración leal con los ayuntamientos y diputaciones de Andalucía para crear una sólida red que sostenga servicios dignos, dinamismo económico y empleo de calidad que alcance todos los rincones”.
También reivindicó en su primeras palabras como inesperado presidente de la Junta (antes del 2-D, casi nadie imaginaba que llegaría al cargo) “la cercanía y la transparencia” como “señas de identidad” de una presidencia “abierta y accesible, sin nada que esconder”.
Para finalizar su intervención, Juanma Moreno afirmó que “el futuro de Andalucía nos convoca a todos para sumar esfuerzos y capacidades. Nuestro futuro colectivo será más fuerte y mejor si desterramos divisiones ficticias y peleas estériles”.
PSOE: “UN EJECUTIVO DOBLE QUE SÓLO APORTARÁ INESTABILIDAD POLÍTICA”
Desde el PSOE gaditano ya se ha valorado este nuevo Gobierno andaluz. Para su secretaria de Organización, Araceli Maese, se trata de “un Ejecutivo de doble cara y tutelado desde Madrid que sólo aportará inestabilidad política a nuestra tierra”.
“El PP no ha elegido a nadie de la provincia de Cádiz para entrar a formar parte del Gobierno andaluz porque son la cuarta fuerza política y eso se ha reflejado en el nulo peso institucional”, interpreta Maese; añadiendo que “nos esperábamos un poco más de confianza y de refuerzo a esta provincia, pero parece ser que el señor Casado no confía mucho en el PP de esta provincia”. Del mismo modo, no ha pasado por alto “la histriónica situación de Albert Rivera reunido en el Parlamento con los suyos”; los de Cs, socio del PSOE durante la legislatura anterior.
A juicio de la también parlamentaria, “esos compartimentos estancos, esa bicefalia, y sobre todo, esa tutela que da una patada al Estatuto de Autonomía de Andalucía solo puede traer una inestabilidad que repercutirá en los intereses de los gaditanos”.
Sostiene Araceli Maese que “en el tripartito tienen muchas cosas que explicar como las intenciones de esa consejería de Salud y Familia, que pongan al frente de Salud a alguien que duda de la gratuitad de la sanidad pública y de su necesaria universalidad, así como que Cs, adalid de la regeneración democrática, se vaya a sentar en la mesa del Consejo de Gobierno con un consejero de Hacienda, Industria y Energía, José Alberto García Valera, al que llegó a denunciar por hacer uso de las puertas giratorias”.
AXSÍ: “LOS PRINCIPALES SERVICIOS PÚBLICOS DE LA JUNTA ESTÁN EN PELIGRO”
Por su lado, el coordinador nacional de Andalucía Por Sí (AxSí), Joaquín Bellido, entiende que con este Gobierno autonómico de PP y Cs, apoyado por Vox, “los principales servicios públicos de la Junta y que afectan a los derechos sociales y humanos están en peligro en manos de Javier Imbroda, consejero de Educación y Deporte, y Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias”.
Este portuense, líder del partido heredero del PA que se quedó lejos de entrar en la Cámara el pasado 2-D, añade que “el cambio era necesario en Andalucía, pero no hacia las mismas políticas del PSOE y del modelo neoliberal tendente a destruir los servicios públicos y a la privatización de los mismos y que lo único que han producido en Andalucía es paro y una sanidad pública deficiente”.
“Necesitamos políticas encaminadas a la reorganización de la Junta de Andalucía y a buscar a través del autogobierno soluciones para el pueblo andaluz y por ello es vital un partido que defienda Andalucía por encima de los intereses partidistas y de los intereses de las empresas que sustentan a esos partidos”, defiende Bellido, quien define su proyecto como “transformador, progresista y dinamizador”.
PP: “ES EL GOBIERNO QUE NECESITA LA PROVINCIA TRAS 36 AÑOS DE MALOS GOBIERNOS SOCIALISTAS”
Mientras, como es previsible, el PP de Cádiz ha aplaudido este flamante Gobierno de la Junta, “el que necesita la provincia para mejorar tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas en los que ha quedado relegada a los últimos puestos del progreso y el empleo”.
El secretario general del PP de Cádiz, Antonio Saldaña, tirando de argumentario afirma que «se trata del gobierno del cambio, de la ilusión, un gobierno de hombres y mujeres preparados, con experiencia y, sobre todo, con conocimiento de los problemas de la provincia y dispuesto a plantear esas soluciones que Cádiz necesita después del mal gobierno que ha sufrido con el PSOE”.
Además, este representante popular ha tachado las declaraciones de la secretaria de Organización del PSOE de Cádiz, Araceli Maese, como una “pataleta” e “histeria por la crisis interna que se les avecina a los socialistas gaditanos tras perder el poder”.
“Más allá de los nombres, están los hombres y mujeres del PP de Cádiz que en diferentes responsabilidad dentro del gobierno de Juanma Moreno –apunta refiriéndose a la cascada de cargos a dedo que vendrán en los próximos días- van a trabajar por levantar a la provincia del letargo en el que los socialistas han metido a la provincia en 36 años con sus malos gobiernos que no han hecho que perjudicarnos”.