El juego se ha relacionado con la mejora de la salud mental en los adultos, pero la mayoría de los individuos dejan de jugar cuando son jóvenes. ¿Cómo podemos redescubrir los beneficios del juego una vez que se han guardado los juguetes?
Quería ayudar a su padre a recuperarse de la operación de cáncer cerebral a la que se sometió para poder curarse, y así lo hizo Federica Pallavicini. “Empecé a investigar técnicas para aumentar su salud cognitiva sin que fuera una carga o un recuerdo de su circunstancia”, dice. El mundo de los videojuegos le proporcionó un inesperado pozo de creatividad.
Lo que descubrió Pallavicini sobre los videojuegos
La pasión por los videojuegos corre por las venas de Pallavicini. Juega a Call of Duty como parte de su investigación como psicóloga, sobre los posibles beneficios de la realidad virtual y los videojuegos para la salud mental y el bienestar psicológico (CoD).
El juego de disparos en primera persona pone a los jugadores en medio de una guerra simulada, por lo que no es sorprendente que el género se asocie más a menudo con efectos negativos que positivos en la salud mental.
Sin embargo, Pallavicini sostiene que su tiempo de juego se convirtió en una forma de terapia que ha sido muy beneficiosa para su vida diaria y que, en última instancia, la ha inspirado a buscar una carrera en la investigación. Empezó a preguntarse si tal vez su padre también podría beneficiarse del juego.
Pallavicini tenía motivos para estar esperanzada. Los individuos mayores de 18 años que tienen más rasgos positivos en su personalidad son más propensos a asumir riesgos, a tener un gran impulso y a mostrar un pensamiento original.
Incluso se ha demostrado que las cualidades de personalidad sociable se asocian a una reducción de la presión arterial.
El olvido de lo lúdico en los españoles adultos
Expertos sostienen que los adultos españoles más interesantes son los que pueden encontrar humor y un reto intelectual en los sucesos cotidianos.
La mayoría de los españoles son divertidos, pero puede que no se den cuenta o no desarrollen los beneficios. Uno puede ser adicto al Candy Crush en su trayecto matutino, jugar a videojuegos con sus amigos o incluso compartir una broma interna con su pareja o su lugar de trabajo.
Uno puede cosechar los beneficios de la diversión en la vida posterior. Además, al igual que la meditación o el ejercicio, el juego es un talento que puede desarrollarse, canalizarse y desplegarse para tomar conciencia.
Se sugiere que la gente no debe tener miedo de encontrar diversión en cosas que se asocian más a menudo con los niños. Los juegos que los adultos pueden disfrutar son juegos que se pueden jugar en vivo en páginas de iGaming y otros cuantos más.
Como regla general, cuanto más fuera de lo común sea el encuentro o la actividad, más propicia será para encontrar y desarrollar su lado divertido.
Cada español es distinto a la hora de divertirse
Lo mucho que un español se divierte cuando juega a un juego puede variar mucho según su personalidad y su disposición a probar nuevos tipos de interacción y experiencias.
Si, por ejemplo, disfruta pasando tiempo en casa con su cónyuge o su familia y observando los resultados, los expertos sugieren utilizar los mismos métodos de conversación con compañeros de trabajo o amigos más lejanos.
Dadas las abundantes pruebas que apoyan una amplia gama de beneficios de la socialización, no está de más que busque un poco más esos breves momentos que tienen una influencia considerablemente mayor de lo que usted cree en sí mismo y en la gente con la que se relaciona.
Videojuegos divertidos como terapia sana
Los videojuegos con temáticas divertidas, como sostiene Pallavicini, son una de las pocas formas socialmente aceptables de terapia de juego para adultos.
Puede que algunas personas sientan la necesidad de ocultar sus impulsos de diversión, pero eso no ha detenido la explosión del mercado de los videojuegos y de los juegos para smartphones entre los adultos.
Para 2026, se prevé que el mercado mundial de los juegos crezca desde los 314.000 millones de euros actuales hasta los 174.000 millones de euros previstos para 2022.
Pallavicini afirma que el estado de “flujo” que se alcanza al jugar a los videojuegos divertidos es beneficioso para la salud mental. Ella define el flujo como “la sensación perfecta cuando nada más importa”, que es el estado que experimentan los atletas y otros artistas en la zona.
Sugiere que jugar mientras se está en un estado de flujo puede ser una distracción bienvenida de los problemas de salud mental y un reto placentero que libera al jugador para centrarse en su propia salud y felicidad.
Esos pequeños momentos de juego pueden ser fáciles de pasar por alto como adulto con responsabilidades, plazos y objetivos. Lo cotidiano se vuelve humorístico cuando reflexionamos sobre esos momentos concretos.