La Universidad de Cádiz ha investido como doctor Honoris Causa al dermatólogo Francisco Miguel Camacho Martínez y al biólogo marino Eduardo Balguerías Guerra.
El rector de la UCA, Eduardo González Mazo, ha presidido el acto este miércoles en el salón de Actos de la Facultad de Ciencias, en compañía del Claustro y la comunidad universitaria en el campus de Puerto Real.
El Claustro de la Universidad de Cádiz ratificó en diciembre de 2017 la aprobación del Consejo de Gobierno para conceder el grado de doctor Honoris Causa a los doctores en Microscopía de Fluorescencia en Dermatología por la Universidad de Granada, Francisco Camacho Martínez, y en Biología Marina por la Universidad de La Laguna, Eduardo Balguerías Guerra.
Ambos doctores se suman al privilegiado elenco de doctores Honoris Causa investidos por la Universidad gaditana en sus casi 40 años de existencia. Un conjunto destacado de relevantes figuras del mundo de la ciencia, la filosofía, la literatura, la política y el arte a los ha impuesto su más elevada distinción.
En primer lugar, el rector les ha transmitido las gracias “por engrandecer con vuestro ejemplo y conocimiento nuestro claustro universitario, por aceptar el elevado reconocimiento que se sintetiza en el símbolo del birrete doctoral que descansa sobre vuestras cabezas y por ser, desde hoy, distinguidos embajadores de nuestra Universidad”. En su intervención, González Mazo ha subrayado que son «dos investigadores de talla internacional, referentes en sus respectivas especialidades y áreas de conocimiento, que han hecho del estudio de la piel y del mar su vida».
Al mismo tiempo, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, ha reseñado que comparten el compromiso y la preocupación por dar a conocer unos estudios que “científica y socialmente, a lo largo de la historia las prioridades en investigación parecen que han compartido un protagonismo desplazado respecto a la Dermatología o en Ciencias del Mar en favor de otros campos del conocimiento entendidos como preferentes. En ambos casos, estamos ante áreas que forman parte troncal de la ciencia contemporánea. Con este acto solemne, la Universidad de Cádiz quiere reconocer la labor de sus dos nuevos doctores Honoris Causa y ponderar la importancia de estas disciplinas en el marco general de la ciencia».
FRANCISCO MIGUEL CAMACHO: PRESTIGIOSO DERMATÓLOGO MUNDIAL
El profesor de la Facultad de Medicina, doctor José Armario Hita, como padrino del primer doctor Honoris Causa ha leído el laudatio en favor de Francisco Miguel Camacho. De él, aparte de su brillante trayectoria profesional y académica, ha resaltado “sus cualidades humanas y personales. Su dedicación e implicación constante a la formación y a la educación médica. Su fortaleza, su valor y su sacrificio, que lo han hecho dedicar su vida entera a su profesión, entendida como vocación de servicio, asistencia, docencia e investigación”. Asimismo, ha recordado que desde 1981 es jefe del departamento de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y catedrático de Dermatología de la Universidad de Sevilla, donde sus principales campos de trabajo e investigación han sido la Cirugía Dermatológica y la Tricología, siendo uno de los “principales referentes mundiales”.
Defensor de la asistencia integral al paciente dermatológico, incluyendo los procedimientos quirúrgicos, ha continuado, es “la principal causa de que Andalucía sea una de las zonas geográficas con mayor actividad y calidad en la actividad quirúrgica dermatológica”. Por otro lado, ha hecho hincapié en sus investigaciones “en referencia al diagnóstico y tratamiento de diversas formas de alopecias”, que han influido “posteriormente en la Tricología mundial, y en la redacción de los protocolos internacionalmente reconocidos para este tipo de procesos”.
El doctor Honoris Causa de la UCA, Francisco Miguel Camacho, en su discurso de investidura ha dado las gracias por concederle la máxima distinción que concede esta institución gaditana, especialmente “me honráis con este nombramiento desde la primera institución europea, que ya en 1745, con el nombre de Real Colegio de Cirugía de la Armada, concedió títulos de médico-cirujano, ya no sé en qué escala demostrar mi agradecimiento”.
A lo largo de su intervención, el doctor Camacho ha contado –como en “un relato”– su trayectoria profesional plagadas de anécdotas personales y de referencias a compañeros y colegas que han influenciado su carrera, donde la Tricología y Endocrinología han sido indispensables para crear la escuela española de Tricología, su experiencia en las universidades americanas y la transferencia a la investigación de la escuela andaluza, nacional, europea y latinoamericana.
Francisco Miguel Camacho Martínez (Melilla, 1945), es doctor en Medicina por la Universidad de Granada y catedrático de Dermatología de la Universidad de Sevilla (1981-2015). Es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología y en Medicina del Trabajo. Asimismo, es catedrático de Dermatología Médico-Quirúrgica de la Facultad de Medicina de las universidades de Murcia y Sevilla. Ha sido profesor en diversas universidades españolas como Granada, Málaga, Murcia y Sevilla, así como ha desarrollado gran parte de su labor investigadora en Estados Unidos.
EDUARDO BALGUERÍAS: EL MAR, SU DEDICACIÓN MÁS PROFUNDA
A continuación, el profesor de la Facultad de Ciencias y vicerrector de Investigación de la UCA, Casimiro Mantell, como padrino de Eduardo Balguerías ha anunciado en su laudatio que es “el mar el objeto de su trabajo, su dedicación más profunda y el que explica su vinculación con la Universidad de Cádiz”. De él, ha comentado sus investigaciones “fundamentalmente relacionados con la biodiversidad, la evaluación de los recursos vivos marinos y la ecología marina, lo que le ha llevado a trabajar en África, Sudamérica y la Antártida”. También, ha aludido a su participación en 25 campañas de investigación oceanográfica en todos los océanos del mundo, excepto el Ártico; así como su representación científica de las administraciones, española y europea, en multitud de grupos de trabajo y comités científicos relacionados con la conservación y gestión de los recursos vivos marinos.
No obstante, Mantell se ha detenido específicamente a describir su estrecha relación como director del Instituto Español de Oceanografía (IEO) con la Universidad de Cádiz y el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEi.Mar) y los beneficios mutuos que han supuesto para las tres instituciones: desde facilitar “el uso de sus embarcaciones para tareas docentes e investigadoras de los grupos de nuestra Universidad, así como el uso de sus instalaciones para la realización de prácticas de empresa, trabajos de fin de grado y de fin de máster” hasta “la colaboración de sus investigadores en los másteres de nuestra universidad, fundamentalmente en los relacionados con temas marinos” o la ubicación del IEO de Cádiz en el Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marinas, del que surgieron numerosos proyectos conjuntos.
Balguerías ha declarado que acepta el doctor Honoris Causa con “orgullo y con humildad, compartiendo este reconocimiento con el colectivo de personas que forman el Instituto Español de Oceanografía, institución centenaria a la que me honro en representar en estos momentos”.
Igualmente, ha relatado su historia personal y también profesional a través de historias y experiencias propias, pero desde su vinculación con el mar, “llevo el gen dominante de la salitre”. Sus investigaciones de extensión nacional e internacional, le ha llevado a liderar relevantes campañas en diferentes lugares del mundo, tan distantes como el continente africano y el antártico, rindiendo un homenaje al IEO asegurando que organizaron en 1986 “la primera campaña, estrictamente científica, realizada por España en la Antártida”. Una trayectoria que también refleja “la enorme evolución que han experimentado las ciencias marinas y me servirá para contextualizar algunas disquisiciones respecto a los retos a los que, a mi juicio, se enfrenta la comunidad científica marina”.
En este sentido, ha transmitido un mensaje de alerta a las administraciones como a la comunidad científica y a la sociedad en general sobre la explotación y la conservación del ecosistema marino, “tenemos la obligación moral y estratégica de aunar esfuerzos y de mejorar nuestra coordinación, respetando escrupulosamente nuestras funciones y competencias respectivas. Debemos esforzarnos en hacer del océano un espacio de colaboración y de diálogo”.
Eduardo Balguerías Guerra (Madrid, 1957) es doctor en Ecología Marina por la Universidad de La Laguna (Tenerife), con el que obtuvo el Premio Extraordinario de Doctorado. Sus líneas de investigación han estado siempre relacionadas con la evaluación de recursos vivos marinos, la biología pesquera y la ecología marina. En el año 1982 ingresó en el IEO, ocupando desde junio de 2010 hasta la actualidad el cargo de director. Ha sido representante científico de las administraciones española y europea en multitud de grupos de trabajo y comités científicos relacionados con la conservación y gestión de los recursos vivos marinos como el Comité de Pesca de la FAO del Atlántico Central y Oriental, la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, el Comité Científico Técnico de Economía Pesquera de la Comisión Europea y los Consejos Científicos Conjuntos para Acuerdos de Pesca firmados entre la Unión Europea y los países del África Occidental.