La visita al podólogo en la niñez permite prevenir afecciones y garantizar la movilidad adecuada. Para los atletas es una ayuda esencial en favor del cuidado de la pisada durante el desarrollo de las actividades deportivas y en la edad adulta favorece para mantenerse ágil por más tiempo.
Los pies, como componentes de la anatomía humana, se encargan de soportar el peso del resto del cuerpo, muchas personas no le ponen la debida atención, sin tener en cuenta el efecto que esto puede tener en la movilidad con el paso del tiempo. Acudir al podólogo desde la niñez es una decisión inteligente que deben impulsar los padres para prevenir problemas y es esencial para quienes practican deportes, pues la pisada es parte de la mayoría de las actividades deportivas.
Los podólogos son especialistas de la medicina que se dedican a detectar, prevenir y curar afecciones del pie que, de no tratarse a tiempo, pueden comprometer una parte esencial de la vida: la posibilidad de desplazarnos sin dificultades o incomodidades desde que somos niños hasta la vejez.
La atención debida
Víctor Hidalgo de la Clinica del Pie, podólogo en Málaga, considera que el cuidado del pie es algo de lo que se debe estar pendiente toda la vida, en vista de que en cada paso, los pies soportan entre dos y cuatro veces todo el peso del cuerpo; y en el constante ir y venir, afecta tanto a las extremidades inferiores como al resto del cuerpo, especialmente a las articulaciones.
Entre los tratamientos más comunes por los que se acude a un podólogo, están la presencia de hongos en los pies, la eliminación de callos o durezas, tratamiento de uña encarnada, pie diabético, reconstrucción de la uña del pie o para tratamientos como infiltraciones o vendajes neuromusculares.
En la infancia
A lo largo de la vida, las personas no están exentas de sufrir alguna alteración en los pies, todos los días se camina y con esto los mismos se están sometiendo a la continua carga de peso y a veces al uso de calzado que no es adecuado, de ahí a que sea recomendable visitar a este especialista al menos una vez al año desde la infancia, como una medida preventiva para evitar males irremediables en el futuro.
Es ideal acudir a un podólogo infantil a una temprana edad con el fin de evaluar la evolución de la pisada, con lo cual se puede detectar de manera precoz la presencia de patologías fáciles que se puedan corregir con el tratamiento oportuno.
La edad óptima para la primera visita a un podólogo es entre los 4 y los 5 años, siempre que no haya señales de un problema evidente en la marcha de los pequeños. Se puede acudir antes si el niño da muestras de no caminar bien, anda de puntillas, se mueve con torpeza al andar o correr, se cae con facilidad, muestra dolor al caminar o desgasta de forma asimétrica el calzado.
Los expertos saben que un gran porcentaje de los problemas en la forma de caminar de los pequeños se resuelven de forma sencilla con ejercicios, plantillas personalizadas o férulas, siempre y cuando se diagnostique de forma temprana. No es producto del azar que la medicina preventiva sea la mejor forma de estar sano.
Las patologías más frecuentes que se detectan en estas consultas infantiles son el pie plano (disminución del arco interno del pie), genu valgo (rodilla en forma de X), genu varo (rodillas en paréntesis) y caminar con uno o ambos pies hacia adentro (marcha aducida).
Deportes sin trabas
Para todo atleta es aconsejable acudir a un podólogo deportivo, y esto se debe a que la mayoría de las actividades deportivas han de soportarse con los pies o realizar algún tipo de desplazamiento (marcha). La forma como funcione el pie (pisada) puede ser determinante entre un buen o mal desempeño.
El podólogo Víctor Hidalgo señala que para los atletas es vital conocer la biomecánica de la pisada, pues al tratarse de movimientos que ejecutará miles de veces en su actividad, debe preverse de qué manera afecta a los músculos y a las articulaciones para evitar lesiones.
Un podólogo deportivo estudia la pisada, aprovechando las tecnologías modernas por medio de plataformas de presión o cámaras de alta resolución. Este estudio verifica el impacto de la pisada en el aparato locomotor, permite descubrir problemas biomecánicos, ayuda a prevenir lesiones, y también permite mejorar el rendimiento deportivo.
El diagnóstico de algún problema permite recomendar el uso de un calzado adecuado, o bien, si se requieren plantillas personalizadas. La idea global de estas consultas es aportar al atleta las herramientas necesarias para disfrutar el deporte de forma saludable. DIARIO Bahía de Cádiz