En ambas playas gaditanas, una plenamente urbana y otra más natural, este proyecto del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía utilizará tres plataformas de observación, muestreo y análisis: drones con sensores de última generación, boyas de medidas en continuo y embarcaciones neumáticas para tomar muestras ambientales. Los resultados se exportarán al resto del litoral andaluz.
El Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) ha presentado TurisDron (‘Tecnología de drones al servicio de un turismo sostenible’), un proyecto de investigación que busca promover que el turismo sea una actividad más sostenible para los ecosistemas costeros andaluces, con el fin de garantizar la preservación de su salud. Una iniciativa que, con la colaboración de los ayuntamientos vecinos de Cádiz y San Fernando, se desarrollará en las playas de La Caleta y Camposoto durante los próximos tres años.
Numerosos estudios científicos ya han confirmado el efecto nocivo que tienen sobre los ecosistemas marinos determinados contaminantes asociados a la actividad turística, como las cremas solares o las basuras plásticas. Sin embargo, se desconoce aún qué nivel de estrés ecológico son capaces de soportar las costas ante una excesiva presión turística.
En este sentido, TurisDron pretende elaborar índices que determinen ese umbral, basándose en análisis en tiempo real de parámetros ambientales, químicos y físicos indicativos de contaminación. Esta información, en la teoría, permitirá a las autoridades tomar decisiones encaminadas al uso sostenible de la zona.
Para el desarrollo del proyecto se han escogido dos playas del litoral gaditano con características diferentes: La Caleta en la capital, representativa de una playa urbana, y Camposoto, en La Isla, como playa sin urbanizar.
Según se recoge en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, en ambas playas se utilizarán tres plataformas de observación, muestreo y análisis: drones con sensores de última generación, boyas de medidas en continuo y embarcaciones neumáticas para tomar muestras ambientales. Las imágenes de drones se someterán a softwares de aprendizaje profundo para monitorizar el volumen de personas que hay en las playas. Estos datos se cruzarán con múltiples variables ambientales analizadas para determinar cuánto estrés ecológico está ejerciendo el turismo en tiempo real.
En este trabajo de tres años de duración participan dos investigadores de la Universidad de Cádiz y tres del ICMAN-CSIC (con sede en Puerto Real), que es la institución que lidera la investigación. Además, cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando, y de dos empresas andaluzas dedicadas a la fabricación de tecnología de drones, Dronetools y Atyges.
“QUEREMOS EVITAR QUE EL TURISMO SEA VÍCTIMA DE SU PROPIO ÉXITO”
TurisDron acaba de iniciar su actividad, y en estos momentos se encuentra en la etapa de optimización de los métodos analíticos e instrumentales que se van a embarcar en los drones para su uso en playas.
El resultado final del proyecto será el desarrollo de una herramienta que se podrá exportar al resto del litoral andaluz y que será transferida a las administraciones para que puedan evaluar de forma rápida y precisa el nivel de presión que el ecosistema está soportando en cada momento.
“Somos conscientes del impacto social y económico que tiene el turismo de sol y playa en nuestro país. Por eso, el objetivo de esta investigación no es solo garantizar la preservación y salud de nuestros ecosistemas costeros, sino también el crecimiento sostenible de la actividad turística. Queremos evitar que el turismo sea víctima de su propio éxito”, ha remarcado Antonio Tovar, director del ICMAN-CSIC e investigador principal del proyecto.
El proyecto era presentado en la sede de este instituto perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Río San Pedro, el pasado 17 de febrero, jornada declarada por la ONU como el Día Mundial de la Resiliencia del Turismo. Al acto asistían además de Tovar; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco; la delegada territorial de Economía de la Junta, Inmaculada Olivero; la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, Rocío Sáez; y el vicedecano de Ordenación Académica e Infraestructuras de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la UCA, Javier Benavente.