El Colegio de Médicos de Cádiz registró a lo largo de 2023 un total de 25 comunicaciones de colegiados por agresión física o verbal en el ejercicio de su labor asistencial por parte de pacientes, familiares o acompañantes; nueve de los profesionales agredidos requirieron de baja laboral, y en dos de los sucesos hubo lesiones. A nivel nacional, se han comunicado el último ejercicio un total de 769 agresiones, de ellas 129 se en Andalucía.
Esta triste estadística, que iguala en número a las agresiones comunicadas en 2022, se subraya con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se recuerda cada 12 de marzo.
Las discrepancias con la atención han sido un año más el principal desencadenante de la violencia ejercida contra profesionales médicos gaditanos, que han presentado 15 denuncias en este apartado, seguido a distancia por las agresiones suscitadas al negarse el facultativo a emitir informes acordes con las pretensiones del paciente o acompañante.
La mayoría de esos incidentes (sobresaliendo los insultos y vejaciones seguidos de las amenazas y coacciones) se produjeron en el ámbito de la atención primaria y en la sanidad pública (aunque un 12% del total se dio en el negocio de la privada), y sobre colegiadas (hasta 19 de esas 25 comunicadas).
Además, los meses de febrero, julio y agosto concentraron el mayor número de episodios de violencia; y en cuanto a la tipología del agresor, el 44% fueron pacientes programados y el 32%, acompañantes de pacientes. En el 68% de los casos registrados tenía menos de 40 años de edad.
“LA TOLERANCIA HACIA LAS AGRESIONES A PROFESIONALES SANITARIOS TIENE QUE SER NULA”
A colación de estos datos, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz el presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, Juan Antonio Repetto, asevera que “las agresiones a profesionales sanitarios, con independencia de su número, deben situarse al margen de la convivencia. Como sociedad nos corresponde la responsabilidad no solo de rechazar aquello que la degrada sino también de aportar valores a esa convivencia y de contribuir a desactivar la violencia. La tolerancia hacia las agresiones tiene que ser nula si aspiramos a hacer efectiva una sociedad del bienestar que dignifique la labor de sus profesionales”.
Por su lado, el secretario general de este Colegio, Gaspar Garrote, como coordinador contra las agresiones del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, considera que “las agresiones que se denuncian son sólo el iceberg de las que se producen, que son muchas más”.
Este doctor apostilla que “la relación médico-paciente es vulnerada una y otra vez con las agresiones”; y resalta que la formación del profesional en la gestión de la hostilidad si esta se produce es otro de los frentes en los que los colegios de médicos continúan trabajando: “las secuelas psíquicas que provoca una agresión son a veces mayores que la propia violencia física, perduran en el tiempo y generan desencanto en el ejercicio de una profesión como la medicina que es vocacional”. Al respecto, hace referencia al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), promovido de manera pionera desde la profesión médica y que presta asistencia especializada al profesional.
Asimismo, el Colegio de Médicos de Cádiz mantiene una “estrecha colaboración” con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado mediante un canal de comunicación directo y permanentemente activo que se centraliza en el Equipo Nacional del Interlocutor Policial Sanitario, a través del cual se asesora a los profesionales de la salud sobre prevención en materia de seguridad, y que viene a complementar a los servicios de emergencia que la Policía Nacional y la Guardia Civil canalizan tanto desde el teléfono 091, de respuesta a las situaciones de urgencia, como en la asistencia que se presta desde la App Alertcops.
Finalmente, se recuerda la importancia de denunciar siempre cualquier tipo de agresión “para que la justicia actúe”. La asesoría jurídica del Colegio de Médicos gaditano dice tener una amplia y dilatada experiencia en casos de agresiones, que proporciona amparo legal a los colegiados ante cualquier episodio violento en el ejercicio de su actividad asistencial.