La declaración de Reserva Marina de Interés Pesquero “supone un reconocimiento de la calidad de las aguas del litoral gaditano; un lujo y un valor añadido para su producción pesquera”. Así lo entiende, pese a la inquietud generada en sectores de pescadores recreativos y clubes náuticos Ecologistas en Acción, que considera una “excelente noticia” el que, “por fin”, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se proponga redactar una Orden Ministerial para instaurar esta RMIP; “una vieja demanda del sector pesquero, de los científicos y de los ecologistas, que por fin es atendida”.
La Ley de Pesca Marítima del Estado indica en uno de sus artículos que “serán declaradas reservas marinas aquellas zonas que por sus especiales características se consideren adecuadas para la regeneración de los recursos pesqueros, contribuyendo a la preservación de la riqueza natural de determinadas zonas, la conservación de las diferentes especies marinas o la recuperación de los ecosistemas”. Ante ello, Ecologistas se pregunta en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz si “alguien en Cádiz puede estar en contra de este enunciado; ¿alguien puede estar en contra de que se regeneren los recursos pesqueros y la riqueza natural del litoral de Cádiz? Pues parece que sí”.
La Reserva se situaría abarcando el litoral correspondiente a los términos municipales de Chiclana, Conil, Vejer y Barbate. En el centro aproximado del litoral de la Reserva se encuentra el Cabo de Roche; es por esto que la reserva podría llevar el nombre de RMIP de Cabo de Roche, pero, dado que está comprendida entre Cabo de Trafalgar y el Castillo de Sancti Petri, igualmente, podría llevar el nombre de RMIP Trafalgar-Sancti Petri. Podría ocupar unas 65.000 hectáreas y podría extenderse hasta 12 millas mar adentro.
Este colectivo verde no entiende la oposición de determinados sectores sociales a esta “beneficiosa propuesta”; una oposición que “recuerda mucho a la que surgió cuando se promulgaron los primeros parques naturales, que se tildaron de una agresión a la economía y a la población”. Sin embargo, “hoy son considerados por todo el mundo un valor ambiental y económico de gran importancia en Andalucía, y en nuestra provincia”.
Además, señala que las organizaciones que hablan de oscurantismo en la instauración de la RMIP “parecen no entender que el Ministerio sólo ha abierto un proceso de recogida de propuestas previas a la redacción del texto de la Orden Ministerial que determinará finalmente la propuesta. Un buen ejemplo de transparencia y de fomento de la participación ciudadana”. Precisamente en esta fase participará Ecologistas en Acción, que va a solicitar al subdelegado del Gobierno, José Pacheco, ser recibido para exponer sus argumentos “en correspondencia al trato dispensado a las organizaciones anti-Reserva”.
“MERECE LA PENA SUPERAR ESTE GRAN RETO”
Las Reservas Marinas son espacios protegidos por la legislación pesquera -similares a los Parques Naturales en la legislación ambiental-, cuyo objetivo principal es la conservación y/o regeneración del recurso pesquero y el mantenimiento de las pesquerías sostenibles de la zona. La zona marítima comprendida entre Sancti Petri y Cabo de Trafalgar se caracteriza por el aceptable estado de conservación de sus hábitats marinos y la productividad de sus ecosistemas. En consecuencia, para Ecologistas, “es una zona idónea para la instalación de la RMIP: una zona bien conservada y con importante productividad y potencial económico”.
El establecimiento de la Reserva Marina permitiría dotar a la zona de unas medidas de protección “cuyo único fin será el de regularizar las pesquerías de manera sostenible, permitiendo la conservación y la regeneración de los recursos naturales y pesqueros”. De igual modo, la RMIP debe regular la práctica de otras actividades compatibles con el objetivo de la protección pesquera y regeneración de los recursos, “favoreciendo también socioeconómicamente a la población local y a los usuarios de la zona”.
Insiste Ecologistas en Acción que esta futurible RMIP de Cabo de Roche “puede ser un nuevo activo para el litoral de la comarca de La Janda, e, incluso, para la Bahía de Cádiz, al propiciar mares bien conservados, con riqueza biológica, y productos naturales garantizados y de calidad, contribuyendo a la buena imagen de la comarca”.
La nueva Orden tendrá que regular y compatibilizar las limitaciones, o prohibiciones en su caso, de la actividad pesquera y de diversas actividades recreativas y deportivas. El “gran reto” de esta Reserva será lograr compatibilizar la actividad pesquera actual de Conil y Sancti Petri realizada de manera sostenible, con actividades de: pesca deportiva desde la playa o desde embarcaciones, pesca subacuática, piragüismo, apnea, snorkel, navegación a vela y motor, surf y kitesurf y otras actividades deportivas, “siempre bajo la premisa incuestionable de la conservación de los recursos pesqueros”.
Además, se añade, contribuiría al cumplimiento de los objetivos de gestión e integración ambiental de la Política Pesquera Común, de los objetivos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Diversidad Biológica de proteger el 30% de la biodiversidad en la tierra y el océano para el año 2030, y de la Estrategia de Conservación de Especies Protegidas y planes de recuperación de las más amenazadas.
“La Reserva –que debe administrarse y regirse en cogestión- supone un reto complejo que solo con el diálogo, la información, la participación y una normativa basada en el conocimiento científico, podrá llevarse a cabo”, entienden desde Ecologistas en Acción, insistiendo en que “merece la pena superar este gran reto, por el futuro de nuestros mares y nuestras vidas”
El Ayuntamiento de Chiclana, tras un reciente encuentro telemático con representantes de la Cofradía de Pescadores de Conil, pescadores recreativos y clubes náuticos para abordar este asunto, anunciaba que va a enviar un escrito a la Dirección General de Pesca solicitando que, previo a la redacción de documento alguno para continuar el proceso, “se genere una reunión de trabajo entre los pescadores recreativos, representados por los distintos clubes, y los pescadores profesionales, con el objetivo de determinar cuál debería ser el alcance de la reserva marina y su regulación, todo ello con el objetivo de sumar en la búsqueda del consenso”.