Desde bien pequeños tenemos claro que hay unos alimentos que nos gustan más que otros. Pese a que en la variedad está el gusto, la mayoría de los mortales se sienten atraídos por sabores dulces o salados, desde los más golosos hasta los que más les gusta picar y en la mayoría de los casos, el abuso de esos alimentos, desgraciadamente, suele ser perjudicial para la salud.
Adelgazar comiendo lo que a uno más le guste, sería probablemente un sueño bastante idílico. Perder peso a base de comer pizzas, hamburguesas, todo tipo de golosinas, dulces en general, patatas fritas o un buen plato de callos, sin embargo, esto no es posible debido a que la cantidad de grasas que poseen, hacen de este sueño algo incompatible.
Por el contrario, hay alimentos menos sabrosos pero que son necesarios de incluir en las dietas por su aporte vitamínico o su cantidad de proteínas, algo que se hace más difícil en la mayoría de los más pequeños que encuentran más interesante comerse como postre un flan, antes que una naranja. En los adultos pasa algo parecido, aunque en algunos casos, con más conciencia, llegamos a comer de todo porque sabemos los beneficios y las necesidades de algunas de las comidas.
En lo que hemos dicho antes, en cuanto al tema de las grasas se refiere, no todas son malas, ya que hay algunas que son beneficiosas para nuestro organismo tales como el omega-3. El omega-3 tiene efectos muy positivos y entre otras cosas sirve para mejorar la salud del corazón, regular el nivel de triglicéridos y también resulta importante para tratar varios tipos de cáncer y contra la osteoporosis.
Estas grasas omega-3 se encuentran de manera natural en ciertos tipos de alimento, ya sea algunos aceites, frutos secos, o principalmente en el pescado azul. El problema de esto, es lo que hemos citado antes, estos alimentos no suelen ser del agrado de parte de la población, en su mayoría jóvenes, que disfrutan más con otra clase de alimentos. Por ello, para crear conciencia, ayudar y mantener una dieta equilibrada con este tipo de grasas, podemos encontrarnos con suplementos alimenticios que ayudan a cuidar nuestra dieta de omega-3 sin tener que pasar el mal trago de estar comiendo algo que no nos gusta o simplemente potenciarlo si no lo comemos de manera habitual.
Mantener unos niveles adecuados de omega-3 se ha demostrado que es igual de importante y de beneficioso para la salud que presentar un buen contenido en todo tipo de vitaminas y es el equilibrio de una alimentación sana para tratar de prevenir enfermedades futuras. Gracias a estos complementos, podremos llevar a cabo nuestra dieta favorita de manera habitual, complementando a nuestros alimentos con este tipo de grasas, algo realmente necesario ya que si su alto contenido nos ayuda a evitar enfermedades o gozar de una buena salud, su carencia acarrearía todo lo contrario ya que podría ser la causa de unas 100.000 muertes al año. DIARIO Bahía de Cádiz
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