El sector de la carpintería no es nuevo, de hecho, podemos decir que tiene ya miles de años en los cuales ha ido evolucionando y desarrollando herramientas que han hecho más sencillo su trabajo.
Como en cualquier otra industria, la evolución de las herramientas para madera más palpable se produce con la Revolución Industrial, ya que es entonces cuando aparecen las primeras herramientas eléctricas.
¿Cuáles son las herramientas esenciales en la carpintería?
Lo cierto es que a pesar del cambio que la industrialización trajo a las herramientas de carpintería, las imprescindibles en el oficio son las mismas que hace miles de años, solo que ahora funcionan con electricidad.
La sierra
Todos los carpinteros realizan decenas de cortes a diario, de forma que la sierra es una de sus herramientas más importantes al permitirles hacer incisiones muy precisas, limpias y en unos segundos.
Existen varios tipos de sierras como la sierra circular, la de calar o la de cinta. La circular se emplea a la hora de hacer cortes rectos, mientras que la de calar es mejor cuando se necesitan cortes curvos. Por su parte, la de cinta es la más “agresiva”, de manera que es la elegida si los tableros son muy gruesos.
El taladro
Dentro de una carpintería siempre hay un taladro, puesto que esto facilita mucho hacer los agujeros en la madera para ensamblar las piezas, como ocurre en los muebles.
Al igual que en el caso de las sierras, en el mercado existen muchas clases de taladros, aunque en las carpinterías los más empleados son el taladro atornillador y el de columna.
Fresadora
Mientras que el taladro es conocido por el gran público, la fresadora no lo es tanto. Esto se debe a que no es usual que tengamos una en casa, pero los carpinteros sí que la usan a todas horas. Con ella, realizan ranuras en la madera, por ejemplo, esas que vemos en los laterales de los cajones de los muebles, y que son las que permiten que se abran y se cierren.
También llevan a cabo cortes decorativos. Hay piezas de madera que tienen dibujos y estos se hacen con la fresadora, la cual elimina parte de la madera creando esas imágenes tan estéticas que perduran en el tiempo.
Lijadora
Otra herramienta que jamás falta en los talleres de carpintería es la lijadora en sus más diversas formas, pues hay varias clases. Gracias a ellas se obtiene un acabado perfecto de la madera, el cual es necesario antes de barnizar o de entregar los productos al cliente para que este no se clave una astilla.
Si se trabaja en grandes superficies planas y se quiere desbastar mucha madera, la lijadora de banda no tiene rival, mientras que si no se necesita tanta fuerza se puede optar por la orbital.
Nos queda la delta, que es de pequeño tamaño y acaba en punta. Con esta lijadora es posible trabajar en espacios pequeños, angostos o en los que hay detalles. Además, colocando diferentes papeles de lija se realiza un lijado más fino u otro de desbaste.