Hace algunos años, los países del centro y este de Europa comenzaron a gozar de gran popularidad entre los estudiantes españoles, escalando puestos en el ranking de destinos Eramus más habituales. Así lo confirman estadísticas oficiales de 2015, que sitúan a Eslovaquia, Eslovenia, Rumania y Lituania entre las naciones de acogida más habituales. Este fenómeno es especialmente llamativo en Polonia, que hace tres años recibió a más de 2.600 universitarios españoles. Asimismo, la Embajada de España en este país calcula que allí residen unos 3.000 ciudadanos con nuestra misma nacionalidad. Con todo, ¿cuáles son los principales motivos para marchar a vivir a Polonia? Uno de los más evidentes es su menor coste, pero podríamos prolongar ostensiblemente la lista de razones. A continuación, sugerimos cinco cosas que no debes olvidar si estás pensando en marcharte a estudiar a Polonia.
En primer lugar, el territorio eslavo no destaca precisamente por sus altas temperaturas. A pesar de que los veranos son templados y agradables, los inviernos registran medias de -5ºC, rebajadas notablemente en determinadas regiones del país. Así, es recomendable echar a la maleta las botas, un buen abrigo, guantes, gorro y todo tipo de pantalones y camisetas térmicas. Sin embargo, las aerolíneas suelen establecer límites para el equipaje facturado y, probablemente, tengamos que renunciar a llevar con nosotros todo lo que nos gustaría. Ante este problema, una solución eficaz es pedir que nos envíen un paquete a Polonia a través de Packlink. Se trata de un comparador online de empresas de transporte que encuentra aquellos servicios de mensajería que mejor se adaptan a nuestras necesidades, clasificados por coste total y tiempos de entrega.
Por otro lado, ¿no nos gustaría compartir con nuestros familiares y amigos nuestras experiencias en Europa Central? Para ello, nada mejor que meter en la maleta una cámara de fotos. Esta nos permitirá inmortalizar nuestro día a día y enviarlo a nuestros seres queridos o subirlo a redes sociales. Desde las minas de sal de Wieliczka hasta el castillo medieval de Wawel, pasando por la Plaza del Mercado de Cracovia o el centro histórico de Varsovia… Polonia alberga escenarios bellos que no dudaremos en retratar.
En lo que se refiere a la documentación, Polonia pertenece al denominado espacio Schengen y, por consiguiente, podremos movernos por su territorio sin problemas, basta echar nuestro DNI al bolsillo. Ahora bien, a lo largo del curso académico tendremos la posibilidad de visitar otros países cercanos: Bielorrusia, Moldavia, Ucrania, Bulgaria, Rumanía… Para entrar en estas naciones se nos requerirá nuestro pasaporte. Igualmente, conviene contar con otros documentos imprescindibles como la Tarjeta Sanitaria, nuestro carnet universitario, el de conducir y el Learning Agreement (acuerdo del plan de estudios). Si, por cualquier razón, olvidamos uno de estos papeles, siempre podemos pedirle a alguien que nos lo haga llegar a través de Packlink.
Por último, Polonia es un país con un legado histórico y artístico espectacular. Solo hay que pensar que Wroclaw, una de sus ciudades más emblemáticas, fue en 2016 capital europea de la cultura. Para conocer este patrimonio, en ocasiones es suficiente viajar o preguntar en las oficinas de turismo. Otras veces, no obstante, agradeceremos disponer de una guía en papel. Desde España podrán mandarnos una publicación en nuestro idioma para descubrir el territorio eslavo. Otra idea es pedir que nos remitan libros para aprender la lengua local, o incluso recetarios de comida típica polaca. ¿No sería maravilloso aprender a cocinar una sopa Zurek servida en pan o unos auténticos pierogi rellenos? DIARIO Bahía de Cádiz