A partir de la restricción de las apuestas y de las actividades relacionadas con ellas, tales como la publicidad o las ofertas de bienvenida, se han generado diferentes efectos sobre la industria. La misma ha padecido las consecuencias tanto en su formato físico como virtual.
Pese a ello, el sector se mantiene firme bajo las leyes y las restricciones impuestas por los gobiernos de diferentes países, intentando adaptarse a las nuevas reglas del juego, así como encauzando su producto y promoción a lo que requiere la ley de cada estado, que como en España, busca frenar la adicción al juego que se está detectando sobre todo entre jóvenes, estudiantes o parados sin responsabilidades familiares.
Los casinos online, como los que pueden verse en www.bestonlinecasino.com/es, brindan diferentes posibilidades de diversión (siempre que se asuma con responsabilidad y conociendo los peligros de la ludopatía) mediante múltiples juegos. Aunque existen algunos clásicos, como por ejemplo las diferentes modalidades de ruleta, en muchos otros se busca lanzar novedades que divierten y sorprenden a los clientes, por ejemplo, en la enorme gama de juegos de slots existentes.
El resultado es que el cliente que entra en alguna de estas páginas da con un universo de opciones, muchas de ellas desconocidas y con reglas que deben dominarse poco a poco. Es ahí donde los bonos de casino se pueden convertir en una herramienta de ayuda fundamental. Éstos, por el contrario de lo que a veces puede considerarse y según defiende el sector, van ligados al juego responsable. Y es que permiten probar sin el riesgo de perder dinero diferentes juegos para ir familiarizándose con su mecánica. Si no existen estos bonos sencillamente lo que hará el cliente es jugar con su dinero y sin conocer del todo sus mecánicas lo más probable es que pueda perder.
Ello queda de lado ante las múltiples restricciones que viene sufriendo la industria. Incluso los casinos presenciales se vieron bastante afectados a razón de las medidas que impedían el libre desplazamiento de las personas ante la crisis sanitaria del coronavirus. Sin posibilidad de realizar cualquier actividad y con muchos costes que mantener sin prácticamente ayudas, los casinos debieron optar por soluciones drásticas ante el cese de sus actividades.
Sin embargo, esta prohibición no es lesiva solamente para el negocio del juego, sino también para todas aquellas relacionadas de alguna manera. Un ejemplo bastante notorio es la industria del deporte de élite, pues los eventos deportivos suelen estar patrocinados por una o más casas de apuestas. Sin embargo, estas prohibiciones y nuevas normas llevarían a todas estas empresas a una situación más difícil o imposible respecto al patrocinio de dichas competiciones. Podría provocar, por ende, una pérdida de ingresos para la industria del deporte y, por lo tanto, una reducción de su calidad a medio y largo plazo.
No solamente los eventos están patrocinados por empresas del sector del juego, sino también los propios clubes. Estamos en una época donde los equipos de varios deportes de diferentes partes del mundo luchan por conseguir ingresos suficientes para mantener su actividad normal y seguir pagando a todos sus trabajadores.
Perder una fuente tan grande de ingresos como los patrocinios de las casas de apuestas y casinos sería un golpe definitivo en muchos casos. Asimismo, afectaría el desarrollo de muchas actividades paralelas.