Basándose en recomendaciones de la Sociedad Española de Cardiología, CSIF ha solicitado al subdelegado del Gobierno en Cádiz que tome las medidas oportunas para implantar desfibriladores en las oficinas de los servicios periféricos de la Administración General del Estado en la provincia. Además, demanda acciones formativas de reanimación cardiopulmonar entre los 5.200 trabajadores del Estado en estos centros de trabajo.
CSIF ha solicitado por escrito al subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, que tome las medidas oportunas para implantar desfibriladores en las oficinas de los servicios periféricos de la Administración General del Estado en la provincia (oficinas de empleo –SEPE-, Tráfico, oficinas de expedición de DNI y pasaportes, dependencias de Defensa, Seguridad Social, Agencia Tributaria, etc.). Al mismo tiempo, considera imprescindible que se impulsen las acciones formativas necesarias en materia de reanimación cardiopulmonar entre el personal dependiente de la administración central.
El presidente provincial de CSIF Cádiz, Enrique Estévez, considera en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que es “totalmente necesaria” la implantación de desfibriladores en estos centros de trabajo, sobre todo en las oficinas que reciben un mayor número de usuarios o aquellas que se encuentran en zonas aisladas, como las oficinas de empleo en los pueblos, con difícil acceso a estos medios, porque así podría reducirse el tiempo de respuesta de soporte vital.
Para hacer esta petición, este sindicato se basa en los datos y recomendaciones de la Sociedad Española de Cardiología, que alerta de la importancia de una respuesta rápida adecuada en casos de parada cardiorrespiratoria para elevar las posibilidades de supervivencia.
Como se explica en el escrito presentado a la Subdelegación del Gobierno, las probabilidades de sobrevivir a una parada de este tipo se reducen a la mitad tras el sexto minuto, e iniciar las maniobras de soporte vital después de que hayan transcurrido los primeros ocho minutos se asocia a un incremento significativo de la mortalidad extrahospitalaria. Además, los desfibriladores son fundamentales y decisivos a la hora de revertir arritmias cardiacas como la fibrilación o la taquicardia ventricular.
Estévez también incide en que existen varios decretos tanto a nivel nacional como autonómico que animan a las administraciones a desarrollar estrategias de prevención de este tipo.
La Central Sindical, que dice estar comprometida con la prevención y la salud en los centros de trabajo, entiende que los desfibriladores y la formación adecuada en las técnicas de reanimación cardiopulmonar, “deberían ser considerados como elementos indispensables”, como ya lo son los botiquines de primeros auxilios o los extintores: “al fin y al cabo se trata de salvar vidas, ya sean de los trabajadores (que hay 5.200 en toda la provincia, sin contar con Policía, Guardia Civil o Fuerzas Armadas) o de los ciudadanos usuarios de la administración”.
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