Existen muchas razones por las cuales todos y cada uno de nosotros decidimos solicitar un préstamo a lo largo de nuestra vida: la hipoteca cuando decidimos comprar nuestra futura casa; el coche, nuestro fiel compañero en la mayoría de los viajes; los estudios, cuando no optamos a becas o ayudas; una escapada necesarias para evadirnos del estrés del trabajo; la reparación de algún electrodoméstico de uso diario…
Hace tiempo, lo mejor para hacer frente a las mencionadas ocasiones era acudir a nuestra entidad bancaria de confianza, pero desde el comienzo de la crisis estas aumentaron el nivel de los requisitos para conceder una financiación. Por tanto, desde entonces han aparecido en nuestro país numerosas plataformas online como Credy24 u otras de tipo similar que ofrecen un crédito a plazos a sus usuarios.
El proceso de solicitud del dinero deseado es bastante sencillo, al igual que el de comparar las páginas web que se dedican a dicha actividad para elegir cuál de todas es la que mejor se adapta a nuestras circunstancias personales. Los comparadores de productos financieros en España tienen como finalidad ayudar a los clientes de estos portales a tomar la mejor decisión, además de ofrecer muchas ventajas. En primer lugar, nos permiten ahorrar tiempo ya que todas las condiciones de los distintos prestamistas estarán reunidas en una sola página y eso nos facilitará el proceso. Asimismo, podremos ahorrar dinero, puesto que se mostrará una tabla con los honorarios de cada plataforma, permitiéndonos elegir la más nos convenga. Cuando hayamos tomado la decisión, no tendremos que acudir a otra página diferente porque, normalmente, se nos brindará la oportunidad de tramitar el crédito a través de la web del propio comparador, que cuenta con los enlaces directos de los portales prestamistas, sin coste adicional alguno.
Bastará con tener un ordenador o un teléfono móvil a mano para poder conseguir un crédito a plazos, que brinda verdaderos beneficios a aquellos que lo solicitan, que pueden ser personas sin nómina, sin aval o que estén inscritos en una lista de morosos. Sin embargo, a pesar de estas facilidades, no debemos aceptar una financiación sin consultar todas sus condiciones, fijándonos con mayor atención en tres cosas fundamentales. Primero, el plazo de devolución, asegurándonos de que podremos cumplirlo. Segundo, los tipos de interés, que pueden ser de dos tipos: fijo, que ofrece al usuario la seguridad de pagar siempre la misma cantidad, y variable, que se modificará a la alza o a la baja en función del indicador al que se vincule. Y tercero, las comisiones, sean del tipo que sean (de apertura, de cambio de condiciones, de cancelación anticipado u otras), ya que pueden encarecer la financiación de manera considerable.
No debemos solicitar un préstamo sin estar seguros de que nuestras características personales son adecuadas para ello, es decir, si nuestra estabilidad laboral o nuestro nivel de endeudamiento hasta dicho momento nos lo permiten. Si nos decidimos a hacerlo, tenemos que fijarnos bien en todas los puntos del contrato con el prestamista, aseverándonos de que entendemos todos y cada uno de ellos. En caso de que alguno nos genere dudas, llamaremos al teléfono de atención al cliente que nos ofrece la página para preguntar sobre él. DIARIO Bahía de Cádiz
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