Para asegurar el correcto funcionamiento de una caldera es fundamental realizar un mantenimiento regular. Si bien puede parecer un gasto innecesario, en realidad es de suma importancia para la eficiencia energética de la caldera, así como para reducir las emisiones de gases a la atmósfera y por supuesto para garantizar la seguridad de nuestros seres queridos.
Además, un servicio de mantenimiento periódico en una caldera, evita que se puedan presentar fallos en su funcionamiento o que algunas piezas se puedan dañar.
Esto se puede traducir en un ahorro de costos en reparación y al mismo tiempo se prolonga la vida útil de la caldera.
Cuatro claves para un mantenimiento eficaz
A continuación exponemos los mejores consejos para el mantenimiento de una caldera, que te ayudarán a evitar potenciales fallos y mejor aún, ahorrar en el consumo energético.
– Comprobar conexiones
Una parte fundamental del mantenimiento de las calderas es comprobar que se encuentre correctamente conectada. De esta manera se evitan potenciales averías al momento de poner en marcha la caldera. Debes comprobar el enchufe al tomacorriente, así como las conexiones de gas, las tomas de entrada y salida de agua.
-Comprobar la presión en la caldera
En términos de presión, en una caldera, lo normal es tener como máximo, una presión de entre 1.2 y 1.5 bares. Ahora bien, todas las calderas, ya sean analógicas o digitales, vienen con un indicador de presión que te permite comprobar si la caladera está funcionando con los niveles de presión adecuados. Si la presión no es la adecuada, entonces puedes hacer uso de la llave de llenado en la caldera para darle la presión normal.
-Determinar una temperatura adecuada
En un mantenimiento de la caldera, lo ideal es mantener una temperatura de 18°C si no estás en casa y de máximo 23°C, cuando te encuentres en el inmueble. Si haces esto conseguirás optimizar el gasto en calefacción y al mismo tiempo contribuirás a que la caldera tenga un funcionamiento eficaz.
– La purga de los radiadores
El mantenimiento de una caldera también requiere purgar los radiadores por lo menos una vez cada año. Lo que se busca con esta acción es eliminar el aire que se acumula en el circuito de calefacción, permitiendo que el agua se distribuya correctamente y llene los radiadores. Al hacer esto, se evita que los radiadores permanezcan más fríos en su parte superior y no funcionen con su máximo potencial.
El proceso de purgar los radiadores de una caldera es bastante sencillo, ya que estos aparatos incorporan una válvula de purgado integrada. Para purgar los radiadores debes asegurarte de que la caldera haya estado apagada por al menos dos horas.
Debes utilizar un destornillador, así como un recipiente para recolectar el agua y girar lentamente la válvula de purga. Finalmente debes cerrar la válvula cuando ya no escuches que salga el aire acumulado.
Si te aseguras de seguir las indicaciones que te acabamos de compartir, tu caldera se mantendrá funcionando sin problemas durante mucho tiempo. En cualquier caso y para más información, puedes investigar en Internet sobre este tema. DIARIO Bahía de Cádiz