Ya le queda poco tiempo a los días de sol, calor y los buenos ratos en la piscina. Así que debes prepararte para cuidar todos sus elementos antes de que lleguen las temporadas frías. Si no sabes cómo hacerlo, aquí te daremos unos cuántos consejos para cubrir una piscina en invierno.
¿Cómo cubrir una piscina de forma correcta?
A diferencia de lo que algunos piensan, resguardar está área no se puede tomar a ligera, aún más si quieres conservar el agua hasta el otro año. Por eso, te recomendamos que tomes en cuenta algunos puntos.
Primero, espera a que baje la temperatura a 12C° o 15C° para comenzar el proceso de hibernación. Eso evitará que se desarrollen microorganismos que dañarán el agua.
Luego, tienes que hacer una limpieza profunda, lo que incluye cepillar la línea de agua, desinfectar la escalera, el sistema de filtración, las paredes y el fondo. Además, programar un limpiafondos o emplear un equipo manual por toda el área.
Ahora, es necesario que hagas un choque de agua, el cual es un tratamiento consistente en aplicar un producto (ya sea bromo, cloro, entre otros). Esto tiene el objetivo de limpiar y sanear el líquido contenido en la alberca. Seguido a eso, desahoga el nivel de la piscina: hasta dejarlo al menos 10 cm por debajo de los impulsores o Skimer.
Después, apaga el sistema de filtración y desagua el filtro, la bomba, los circuitos y todos los demás equipos. Por otro lado, aplica un acondicionador para el invierno en diferentes lugares antes de tapar la piscina con el fin de evitar la formación de cal, algas, bacterias o parásitos.
¿Con qué se cubre una piscina en invierno?
Existe diferentes tipos de cubiertas para piscinas, entre los más recomendados se encuentran los siguientes:
Cubiertas de lamas: son un número determinado de pequeñas persianas sujetas con polímeros. Son ligeras y fáciles de instalar. En el mercado hay varios tamaños y también se hacen a medida. Son muy prácticas para usarlas incluso en las noches de verano para evitar la pérdida de calor.
También es posible que encuentres una variación tipo sumergible, la cual es más económica, fácil de usar y guardar. Las lamas van al ras del agua con el fin de evitar las bolsas de aire. Además, su estética, sencillez y discreción la hacen llamativa.
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Cubiertas motorizadas: hay una variedad entre enrollables, deslizantes, sumergidas, integradas y sobre el suelo. Estas facilitan el mantenimiento del agua y la temperatura, asimismo, evita la evaporación. Además, el equipo se instala de manera fija, se despliega y recoge por medio del motor, lo que no implica esfuerzo físico en su uso.
Terrazas móviles: es una cubierta que se extiende por toda el área hasta dejar la piscina de forma subterránea. Es ideal para los patios pequeños, pero requiere la instalación de un profesional.
Lonas térmicas: es un cobertor que cubre la piscina para evitar que el agua se ensucie y se congele, al mantener la temperatura por encima del punto de congelación.
Cobertor de PVC: es una cobertura de ese material que se instala de forma manual y es una de las más comunes. Algunos optan por colocarle una lona térmica para potenciar sus funciones.
¿Por qué se deben cubrir las piscinas en invierno?
Durante el otoño, el invierno y los primeros días de la primavera, la temperatura es muy baja, por lo que no es apetecible utilizar la piscina. Así que dejarla descubierta por tanto tiempo la expone a la suciedad del polvo, las hojas y algunos insectos que ensucien el agua.
Por otro lado, aunque nadie se bañe en ella, si se encuentra a la intemperie de igual forma hay que hacerle mantenimiento y aplicarle todos los productos para sanearla. En cambio, al cubrirla, los gastos y el tiempo que requiere cuidarla y tratarla bajan casi a cero.
Otro detalle importante de cubrir las piscinas es que se trata de una medida de seguridad para las personas y animales que transitan por ese espacio.