Tras los carnavales, la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, un periodo de devoción para algunos, folclore para otros, y también de descanso para quienes, creyentes y no creyentes, huyen de los desfiles procesionales que en estas fechas inundan, de forma variopinta, la provincia de Cádiz. Durante este período vacacional, los gastos se incrementan, y un poco más si formamos parte de alguna hermandad o cofradía.
¿Si pertenezco a alguna hermandad?
Si en Semana Santa realizas estación de penitencia con alguna cofradía, sabes que deberás afrontar una serie de gastos fijos.
– Cuota anual: este no es el principal gasto del que debes preocuparte en Semana Santa, al ser un pago que tienes que afrontar una vez al año y rondar el gasto medio los 25 euros por persona (poco más de 2 euros al mes).
– Túnicas: su precio suele ser elevado, aunque varía dependiendo de la hermandad, o de si es en propiedad. En este punto puedes intentar ahorrar dinero reutilizando las de años anteriores. Además habría que sumar las papeletas de sitio, la cuota de salida, que requieren algunas cofradías.
– Capirote: es uno de los elementos básicos, y los hay más modestos y básicos y más elaborados. Su precio ronda los 10 a 20 euros, o más. Si tienes familiares que salen en otros cortejos, puedes pedírselo prestado, si es de tu talla. En caso de que lleves varios años desfilando, puedes volver a utilizar el mismo, si no está muy deteriorado. E incluso siempre tienes la opción de repararlo por ti mismo.
¿Y si no pertenezco a ninguna hermandad?
Los anteriores son gastos fijos para quienes salen en procesiones, de los que podemos realizar “recortes”, pero en menor medida de los que mencionamos a continuación y que implican a todos los gaditanos que puedan echarse a la calle en estos días de vacaciones.
– Cenas con los amigos y familiares: aquí es donde el presupuesto se puede ver más repercutido. En el ámbito gastronómico tenemos un amplio abanico de opciones, desde comer en un restaurante el menú del día por 10 euros por persona, hasta cenar a la carta por más de 30 euros; o bien, practicar la opción más económica, quedar con los familiares y/o amigos y cenar en casa, creando un fondo común con aportaciones equitativas.
– Actividades de ocio y cultura: este es otro de los puntos en los que el presupuesto puede evaporarse o por el contrario dar mucho de sí. Durante la Semana Santa se promueven más actividades, para todos los gustos y bolsillos, pero debemos tener en cuenta cuáles se ajustan a nuestro presupuesto.
– Gastos de transporte: en estas vacaciones el tráfico es en ocasiones menos fluido, por lo que inevitablemente gastaremos más combustible; podemos reducir costes apostando por el uso de transporte público o bien compartiendo coche.
Gastos imprevistos que pueden surgir…
En los puntos anteriores hemos hablado de gastos fijos y gastos variables. En el caso del primer tipo, podemos ahorrar en pequeña medida, en cuanto a la segunda modalidad, es posible conseguir un ahorro destacable.
Sin embargo, ¿qué hay de los gastos imprevistos? Es posible que durante Semana Santa aparezcan gastos puntuales que desbaraten nuestros planes, incluso llevando a cabo un plan de ahorro, como por ejemplo tener que hacer frente a una reparación en casa sobrevenida o una visita al dentista para empastar una caries.
En esos casos, tenemos la opción de contactar con empresas como MoneyMan, para solicitar un préstamo rápido online, conseguir el dinero que necesitamos y devolverlo al mes siguiente cuando recibamos el ingreso de nuestra nómina. De esta manera, podremos seguir disfrutando de estas vacaciones sin tener que preocuparnos por llegar a fin de mes.
Con los consejos anteriores lograremos pasar unos días agradables sin pasarnos del presupuesto. Debemos tener voluntad propia para ejercer control sobre nuestras finanzas personales. DIARIO Bahía de Cádiz
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