Es uno de los ingredientes protagónicos e indispensables de la cocina mediterránea, pero que está ganando popularidad en todo el mundo y ha empezado a formar parte de la cocina fusión o como sustituto en platos de otras latitudes. Se trata del aceite de oliva. Pero, no todos son iguales. Entender las diferencias entre los de alta calidad y los de baja calidad es indispensable tanto para mejorar mucho el sabor de las comidas como para optimizar los beneficios para la salud y la experiencia culinaria en sí.
Estas son las consideraciones que hay que observar al comprar un aceite de oliva de calidad:
1.- La etiqueta
En la etiqueta de los productos figuran detalles importantes de estos. Hay que buscar la referencia de que sea virgen extra Este tipo de aceite se elabora únicamente por métodos mecánicos, y sin utilizar productos químicos. Es decir, se extrae directamente de las aceitunas.
La marca Amarga y Pica disponible en la web amargaypica.com es una de las mejores de la Península Ibérica que, junto a Conde de Benalúa, garantizan calidad y excelente sabor para cada receta.
La primera cuenta con la DOP Montes de Granada y al estar envasados en latas o botellas de vidrio oscuro conservan sus propiedades y sabor. Lo mejor es que dan un descuento para la primera compra de un 10% siempre y cuando se use el código o cupón MIPRIMERACOMPRA.
2.- Denominación de origen (DOP)
Cuando se trata de aceite gourmet por lo general hay detrás una denominación de origen (DOP). Este es el nombre o la indicación de un lugar geográfico, que puede ser una comarca o una región concreta, que se utiliza como acompañante de una marca y para identificar un producto.
Sin embargo, no todos los productos tienen una DOP. Esta cualidad se otorga a productos con características únicas, con una gran reputación y que certifica modos de producción y conservación con altos estándares.
Se toma en cuenta, entonces, sus orígenes y a las prácticas de producción o transformación. Así como lo que estos representan para las personas que viven en estos lugares.
Montes de Granada es una certificación de origen de un aceite de oliva virgen extra que cumple las normas establecidas por su autoridad reguladora y está designado como denominación de origen protegida (DOP).
Para comprar aceite de oliva de calidad hay que confirmar que se lleva una Indicación Geográfica Protegida (IGP) o una Denominación de Origen Protegida (DOP). Estas acreditan que el producto cumple los requisitos de calidad.
3.- Fecha de producción y de caducidad
Para disfrutar del mejor sabor y aroma del aceite de oliva, es fundamental que sea lo más fresco posible. Por eso, al elegir un aceite, conviene fijarse en la fecha de cosecha y optar por las más recientes. Los aceites de oliva de alta calidad son aquellos que se consumen dentro de los 18 meses posteriores a su elaboración. Esta Almazara aceite de oliva garantiza que sus aceites cumplen con los estándares de etiquetado para ofrecer el mejor producto a sus clientes.
4.- Color del aceite y tipo de envase
El color de la aceituna influye en el producto final y en la apariencia del aceite, que puede variar desde un verde intenso hasta un amarillo brillante. Esto depende de la variedad y del grado de madurez de las aceitunas en el momento de la recolección. Sin embargo, el color del aceite no debe ser el único criterio para evaluar su calidad.
El tipo de envase es aún más importante de lo que se suele pensar. Las botellas de vidrio opaco o las latas protegen el aceite de la luz y del oxígeno, elementos que pueden deteriorar sus propiedades
5.- Sabor y olor
El aceite de oliva debe tener un aroma y un sabor frescos, evocando la esencia de las aceitunas. Debería presentar notas frutales, con reminiscencias de hierbas, madera e incluso almendras. Un ligero toque picante y amargo también es normal y deseable, ya que indica la presencia de antioxidantes naturales. Siempre que sea posible, es recomendable probar un poco antes de comprarlo.
El toque maestro
Elegir un aceite de oliva de buena calidad no solo mejora el sabor de tus platos, sino que también potencia los beneficios para la salud y enriquece tu experiencia gastronómica. Desde revisar la etiqueta para asegurarte de que es un aceite de oliva virgen extra, hasta comprobar la denominación de origen y la frescura del producto, cada detalle cuenta. No olvides considerar el color y el tipo de envase, ya que estos factores también influyen en la conservación del aceite.
Finalmente, confía en tus sentidos: un buen aceite de oliva virgen extra debe deleitarte con su aroma fresco y su sabor equilibrado. Siguiendo estas pautas, podrás disfrutar de un producto que honra la tradición mediterránea y aporta un toque distintivo a tu cocina.