Paradójicamente, los pasillos, el lugar de la casa por el que más transitamos, suele ser el menos atendido.
Y puede que nos esté pidiendo a gritos que lo rejuvenezcamos, que le demos vida. En suma: que le busquemos una buena alfombra pasillera.
Así que si tu pasillo se aburre, si está mustio y cariacontecido porque nadie le hace caso, piensa que rejuvenecerlo es tan fácil como pensar qué alfombra le puede dar una nueva vida.
Requisitos de una alfombra de pasillo
¿Y qué tengo que considerar para alfombrar el pasillo? Hay unas normas básicas muy sencillas para tener en cuenta.
– Una alfombra de pasillo ha de ser resistente, ya que posiblemente sea el lugar de la casa que más se pisa. Por tanto, no nos servirán alfombras delicadas o poco resistentes.
– Por el mismo motivo no querremos alfombras de pelo muy largo, que exigirían un gran esfuerzo en mantenerlas limpias constantemente.
– Y en tercer lugar, no deberían ser muy gruesas porque un lugar de tanto tránsito exige que no haya posibilidades de tropezar, especialmente si en la casa viven personas mayores.
En resumen: una buena alfombra de pasillo debería ser fina, lisa y resistente. Los materiales idóneos son el vinilo, el polipropileno, la poliamida o el poliéster.
Con cualquiera de estos materiales se hacen alfombras pasilleras muy trotonas y resistentes al trato duro, tanto lisas como de pelo corto y compacto.
Elegir bien las medidas
Cada pasillo tiene sus medidas, condiciones específicas y requerimientos. Lo primero es calcular la medida correcta.
La medida de una alfombra de pasillo debe dejar espacio suficiente a los lados para que el suelo se vea.
El suelo debe “respirar” a ambos lados de la alfombra, consiguiendo así que la alfombra se vea reforzada mediante el contraste, realzándose suelo y alfombra mutuamente.
Por ejemplo, un pasillo de un metro quedaría bien con una alfombra pasillera de 70 cm de ancho, lo que significaría que a cada lado tendríamos 15 cm para que el suelo se vea y haga el contraste adecuado.
Par los fondos, lo mismo: hay que dejar espacio al principio y al final por el mismo motivo. Como es muy difícil encontrar medidas exactas en alfombras de pasillo, no dudes en encargarla a medida: son muy económicas y te aseguras que quedará perfecta, al centímetro exacto.
Elegir color y diseño
Una vez centrada la alfombra, hay que decidir el color y diseño.
Para un pasillo oscuro, los tonos claros contribuirán a alegrarlo y a iluminarlo. Más especialmente si el suelo es oscuro; así conseguiremos un chute de luz y color que dará nueva vida al pasillo.
Si el pasillo es muy largo, puedes buscar un diseño de líneas transversales que lo acorten visualmente (es el mismo efecto que hace que un vestido de rayas verticales nos adelgace).
A la inversa, un pasillo corto se alargará visualmente con una trama o estampado con líneas longitudinales.
Una decoración de estilo moderno pedirá una alfombra de pasillo lisa y minimalista, como una vinílica por ejemplo. Y una decoración más clásica se sentirá más a gusto con una alfombra de pelo corto, por ejemplo de polipropileno o poliamida.