Uno de los más antiguos revestimientos de suelos que aún se utilizan en la construcción y reforma es el terrazo. Este se fabrica con materiales áridos más o menos gruesos para dar a las superficies de hormigón un acabado naturalmente atractivo, brillante o mate (según se prefiera) y a un precio accesible.
Los terrazos pueden ser de muchos colores y brillantes o mates. También se les puede dar un acabado de piedra grande, mediana, más pequeñas o minúsculas de acuerdo al uso en interiores, exteriores, sitios públicos o residencias privadas.
¿Qué es el terrazo?
En esencia, el suelo de terrazo es un revestimiento para superficies horizontales hecho de mortero de cemento o concreto con piedra de diversos grosores mezcladas entre sí y coloreado con pigmentos
Estos áridos gruesos, sin embargo, difieren de los utilizados para hacer hormigón, ya que están elaborados de rocas que han sido cuidadosamente elegidas por sus cualidades estéticas. Suelen ser mármol o granito triturado, aunque, también puede haber otras rocas y combinaciones de estas.
Por eso, los suelos de terrazo se presentan en diversos formatos, acabados y matices que se adecuan para diversos propósitos de diseño o arquitectónicos. Asimismo, estos pueden estar hechos de losas o piezas prefabricadas que se instalan en las construcciones. De igual manera, se aplican in situ como revestimientos continuos.
La combinación de este revestimiento puede colorearse mientras se crea con pigmentos en el mismo lugar las fábricas que producen las baldosas. Lo bueno es que, una vez seco y fraguado por completo, puede pulirse hasta adquirir mucho brillo y resistencia.
De igual manera, puede tener un acabado poroso, rústico y antideslizante para exteriores. Un suelo de terrazo es ideal para todos usos, ya que tiene una gran resistencia mecánica, mucha durabilidad ante la abrasión y una durabilidad similar o equiparable a la de los suelos de hormigón liso y armado. Por ello, requiere poco y fácil mantenimiento.
Cómo quitar manchas de aceite del suelo de terrazo
Los fabricantes de terrazo crean estos a partir de dos pasos básicos o construcción de capas. La primera vendría siendo el “cuerpo” o la base. La misma se elabora con cemento Portland en su totalidad.
Este tiene su característico color gris (aunque también hay blanco) y se pinta con pigmentos del matiz deseado. La segunda capa es la que recibe el nombre de “cara vista” por ser el acabado final. Se compone de piedras trituradas de granito o de mármol de diferentes tamaños de grano y colores.
Como se verá se puede usar en cocinas, salones, dormitorios, garajes y espacios públicos y no está exento de ensuciarse.
En cocinas y garajes, la grasa puede ser realmente un factor molesto que afecte su aspecto y es peligroso porque puede ser resbaloso.
Pasos para quitar la grasa de un suelo de terrazo
La constitución de este material se ha ido modificando de acuerdo a los nuevos compuestos y los fabricantes de terrazo han sumado pigmentos, fibras naturales o sintéticas para su resistencia mecánica y la incorporación de látex, y resinas epóxicas, de poliéster y acrílicas para optimizar el sellado final.
La buena noticia es que, al estar conformado con una base de concreto, resiste bien casi cualquier tipo de detergente y desmanchador del mercado.
1.- Quitar el polvo
Si la mancha es muy pegajosa, no debe pasar la aspiradora o la escoba encima, pero si quitar muy bien el polvo alrededor. La idea es aislar la parte sucia para el siguiente paso.
2.- El lavado
Dependiendo de si es grasa de comida, de coche o industrial harán falta diversos productos. Una mezcla de detergente en polvo con lejía puede funcionar bien en casi todos los casos.
Se debe tallar muy bien con un cepillo o una fregadora industrial si es necesario. En entornos más grandes o comerciales puede ser necesario aplicar agua caliente o vapor con desengrasantes especiales.
3.- El secado
Los equipos limpiadores a vapor o con presión de agua muy caliente y eléctricos suelen dejar los suelos casi secos. Si se lavan con agua corriente, detergentes y cepillos habrá que recoger el exceso de agua con trapos secos y esperar que se termine de secar y estará como nuevo.