Con el frío a la vuelta de la esquina tanto nuestra piel como nuestras carteras se erizan. Llega el otoño y, junto con la caída de las hojas, también la caída de las temperaturas. Llega la época de vestir ropa de abrigo, de evitar las lluvias y, por supuesto, de encender la calefacción en casa.
Pero hacer esto trae consigo unos gastos que provienen, en la mayoría de hogares, de la tarifa de gas. Contrates con quien contrates tu suministro de gas para tener calefacción en casa, necesitas ir con cuidado y no pasarte en estos meses si no quieres que las facturas lleguen con unas cifras astronómicas.
Si te preguntas qué puedes hacer para reducir esos euros que se esfuman a final de mes por el consumo de gas, presta atención a lo que te vamos a contar aquí. Vamos a darte una serie de consejos para ahorrar en gas.
Consejos para ahorrar el consumo de gas en casa
Hay muchas soluciones, métodos y consejos para ahorrar en tu factura de gas; pero aquí vamos a explicarte los que mejor funcionan. Todo parte de un cambio de mentalidad y de una concienciación total de que cada pequeño factor cuenta. A partir de ahí, te será mucho más fácil reducir el gasto.
Revisa tu tarifa
¿Pagas realmente lo que debes? ¿Ves un consumo demasiado elevado para lo que realmente usas el gas? Te conviene realizar un seguimiento continuo para detectar cualquier posible irregularidad y tomar medidas en caso de haberlas. Por esta razón, es bueno contar con compañías que te permitan llevar un control total de consumo, límites y demás.
Por otra parte, es posible que haya otras tarifas que se adecuen mejor a tu caso. Sea cual sea la posibilidad, repasa y mira en el sector, quizá haya otras compañía que te puedan ofrecer algo más interesante.
La luz solar es tu aliada
No hay nada mejor que el astro rey. La energía que concede el sol es algo que tienes que aprovechar mucho en casa, sobre todo en lo que se refiere a cuestiones térmicas. Aprovecha al máximo el calor y la iluminación que da el sol abriendo puertas y ventanas, levantando persianas y apartando cortinas.
Deja que entre la luz y que todo aumente su temperatura, así no tendrás tanta necesidad de encender aparatos para caldear el ambiente y combatir el frío.
Controla la distribución de tu casa
Una vivienda no es homogénea. La orientación es diferente según las habitaciones, por lo que reciben más o menos luz durante todo el día, provocando que el frío sea mayor o menor en ellas. Debes tener esto muy en cuenta, sobre todo a colación de lo explicado en el apartado anterior, para saber en qué lugares es más necesario usar la calefacción y en cuáles se puede depender más del sol, como también a qué horas.
Es importante conocer también las condiciones más adecuadas de temperatura; aunque de eso vamos a hablar mejor en el siguiente punto.
Regula bien el termostato
No necesitas estar a 25 grados para disfrutar de la comodidad del hogar. Lo mejor para tener una temperatura adecuada es que la media se mueva en torno a los 20 grados. Debes tener en cuenta que, a partir de ahí, cada grado por encima supone un incremento aproximado del 8% de consumo.
También debes saber que, a medida que haya más personas en una sala o en la casa, mayor será la temperatura y menos necesitarás recurrir a subir el termostato. Ten en cuenta estos factores para saber cuándo, cómo y dónde poner en marcha la calefacción.
Las duchas, mejor breves
A la hora de ducharte, es normal que pierdas la noción del tiempo; pero intenta controlarla un poco. Comienza, además, por subir la temperatura hasta los 45 grados, no necesitas ir más lejos de eso para poder ducharte sin problemas. Por otra parte, reduce el tiempo que pasas para lavarte y dedica lo justo, cortando el agua cuando no la necesites.
Siguiendo esto, no solo reducirás el consumo de gas en casa, sino que también reducirás el de agua, que también es importante. No son unas pautas excesivamente exigentes, pero sí que son unas necesarias si quieres reducir costes superfluos sin perder calidad de vida.
La clave, como explicábamos antes, es aplicar una filosofía de ahorro. No es para nada complicado, pero sí requiere de cierto proceso de adaptación y aprendizaje. Una vez se consigue, el resto es mantener el hábito y sobre todo hacer caso a lo que hemos listado aquí. Verás cómo, al poco tiempo, las facturas son cada vez más reducidas y puedes ahorrar mucho más dinero cada mes. DIARIO Bahía de Cádiz