Autonomía Obrera y CGT en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz ha alertado estos días del “incremento evidente, progresivo y muy preocupante” de dos importantes indicadores alrededor de la pandemia del Covid-19 “como consecuencia de la casi absoluta relajación general de las medidas de protección que desde este pasado verano se viene produciendo a casi todos los niveles de la vida pública”.
Así, la tasa de incidencia en Cádiz ronda ya los 45 positivos por cada cien mil habitantes en los últimos 14 días (una tasa que en la Bahía va de los 57,2 en la capital a los 17,1 en Rota). Hace alrededor de un mes, este indicador estaba por debajo de 20. En el mismo sentido, en la última semana la consejería de Salud ha notificado en la provincia jornadas con 96, 75, 57 y 55 nuevos contagios, mientras a mediados de octubre, diariamente se había convertido ya en habitual registrar 17, 14, 22 ó 19 casos. Una evolución ascendente que parece repetirse en el resto de Andalucía, y del Estado.
Y por otro lado, ambas secciones sindicales reparan en la cifra de pacientes ingresados en los centros sanitarios, que, en el caso concreto del Puerta del Mar después de varias semanas sin ingresos por Covid, ha vuelto a registrar tasas positivas tanto de pacientes confirmados como de casos en investigación; oscilando en una horquilla habitual de 2-3 casos respectivamente. Actualmente, en toda la provincia hay siete personas infectadas hospitalizadas, y dos de ellas en UCI.
“Si a todo ello le sumamos que nos encontramos a las puertas de un periodo del año (invierno y navidades) en el que, al descenso de la eficacia de las vacunaciones (habrán pasado ya más de siete meses desde las primeras que se realizaron en febrero), vendrá a sumarse el frío, el incremento de otras patologías respiratorias, las reuniones sociales y familiares en espacios cerrados, etc., resultará evidente para cualquiera que nos hayamos de nuevo a las puertas de un periodo difícil y complicado de previsible crecimiento muy importante de los contagios”, se subraya en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Con todo, se añade que esta nueva etapa que se avecina “no va a provocar, muy probablemente, los elevados índices de hospitalizaciones y mortalidad de olas anteriores”, pero “sí va a generar, sin duda, un incremento muy notable de los episodios leves de la enfermedad (diagnosticados o no)” que conllevará, entre otros: un “más que probable” retorno a la implantación de medidas colectivas de restricciones (movilidad, aforos, etc.); un “inevitable” incremento proporcional de los casos más graves; y se presentará otra vez el riesgo saturación en los centros de salud, “provocando problemas graves de asistencia y, lo que es peor, dando de nuevo alas a quienes (desde el gobierno andaluz y el corporativismo reaccionario) se empeñan en aprovechar la pandemia para expulsar a los usuarios de los centros y favorecer así la privatización del sistema sanitario público”.
TRES “FENÓMENOS” CENSURABLES
En este punto, desde AO y CGT se llama la atención sobre tres “fenómenos” con “incidencia evidente” en la génesis y evolución de la situación ascendente de la pandemia.
Empezando por la “irresponsable actitud” del gobierno de PP y Cs en la Junta de Andalucía, “más preocupado desde hace tiempo en una absurda campaña de autocomplacencia (centrada básicamente en el alcance de la estrategia vacunal) que en contribuir a mantener la necesaria precaución entre la ciudadanía y conservar una estructura básica de respuesta en los centros sanitarios (especialmente en atención primaria) capaz de afrontar el crecimiento de casos que se avecina”.
“El cese masivo de 8.000 trabajadores de la sanidad pública en toda Andalucía (más de 1.000 en la provincia gaditana) no sólo constituye una agresión laboral inaceptable, sino que, atendiendo a las previsiones, representa un acto de enorme irresponsabilidad gestora, al prescindir de un personal ya formado que muy pronto vamos a volver a necesitar, si la situación (como resulta previsible) sigue evolucionando como hasta ahora”, se asevera.
En segundo lugar, estos sindicatos también afean la posición de algunos medios de comunicación que en los últimos tiempos “han insistido con cansina reiteración (y manifiesta falta de perspectiva) en los bajos datos de contagios que mantiene nuestra provincia, contribuyendo con ello, de modo indirecto, a la difusión entre la población de esa falsa (y peligrosa) imagen de superación de la pandemia e inexistencia de riesgos”.
Y, en tercer lugar, CGT y AO cuestionan la “obstinada persistencia” de muchos sectores en seguir celebrando en próximos meses grandes eventos públicos colectivos en los que las medidas de seguridad básicas “resultan impracticables”. “Persistencia, además, defendida siempre desde una perspectiva casi exclusivamente costumbrista y economicista (nunca científica) y atizada de forma irresponsable desde muchos sectores de poder (político y económico) por las ventajas electorales que pudiera conllevarles”, se reflexiona. Y ahí entraría el ejemplo paradigmático del Carnaval de Cádiz 2022: el Gobierno local por precaución ha trasladado su celebración a principios de junio, y la oposición en bloque insiste en que se mantenga la fecha de febrero-marzo.
“PRIORIZAR SIEMPRE EL PRINCIPIO BÁSICO DE LA MÁXIMA PRUDENCIA”
Por todo lo expuesto, estas secciones sindicales en el Hospital Puerta del Mar demandan por un lado a los gaditanos “que supriman de una vez la falsa idea de superación absoluta de la pandemia y mantengan en todo momento las medidas básicas de prevención”; y al gobierno andaluz “que abandone las estrategias de autoalabanza y vuelva a poner entre las tareas prioritarias de su labor política los llamamientos a la prudencia y la seguridad colectiva; que se vuelvan a reforzar de forma urgente todas las plantillas especialmente en atención primaria; y que se haga extensiva de inmediato la dosis de recuerdo de la vacuna a todo el personal de instituciones sanitarias, residencias, trabajadoras de ayuda a la dependencia y centros educativos”.
Finalmente, y por lo que respecta a las grandes celebraciones colectivas “en las que no resulte posible garantizar la distancia social y el uso permanente de mascarillas”, AO y CGT recomiendan sin dudarlo su traslado “a periodos del año menos problemáticos y más seguros”; pero, sobre todo, se pide que su abordaje público “se extraiga por completo de la confrontación política, dejando de utilizarse como arma para debilitar a quienes adoptan las decisiones más prudentes”.
Los debates sobre estas materias, se sentencia, “deben ser competencia preferente de los especialistas en salud pública, nunca de otros actores ajenos por completo a dicha perspectiva epidemiológica (por muy legítimas que puedan resultar sus motivaciones); y las decisiones (les gusten más o les gusten menos a los afectados), en un escenario de incertidumbre constante como el que vivimos, tienen que adoptarse priorizando siempre el principio básico de la máxima prudencia”. “Ninguna celebración podrá justificar jamás aquella muerte que, con una mayor sensatez, podríamos haber evitado”, apostillan estos sindicatos.