Cáritas, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, invirtió en 2015 cerca de 2,7 millones (el 21%, fondos públicos) en los distintos proyectos de lucha contra la pobreza, centros y servicios de ayuda, según su Memoria anual. Un total de 1.096 voluntarios y 30 trabajadores han acompañado a más de 10.800 personas en condiciones de gran vulnerabilidad social, principalmente parejas con hijos, familias monoparentales y personas solas. Los programas de acogida y atención primaria y de integración sociolaboral son los más demandados. Se vuelve a alertar de que “solo uno de cada cinco hogares gaditanos se encuentran en la integración plena, es decir no están afectados por ningún rasgo de exclusión social”.
Cáritas, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, invirtió el pasado año 2015 cerca de 2,7 millones de euros en los distintos proyectos, centros y servicios de ayuda, según su Memoria anual que acaban de presentar el equipo directivo de Cáritas Diocesana; el delegado episcopal Alfonso Gutiérrez, la directora diocesana de Cáritas Diocesana María del Mar Manuz, y el secretario general José María Espinar.
Gracias a los proyectos de lucha contra la pobreza, a lo largo de 2015 fue posible “mejorar”, dentro de esta Diócesis (que abarca la mayor parte de la provincia gaditana, aunque la mitad norte se encuentra encuadrada en la Diócesis de Asidonia-Jerez), “la dignidad y el acceso a los derechos humanos” de 10.839 personas en situación de “gran vulnerabilidad”. Este trabajo ha sido posible gracias a la labor de 1.096 voluntarios (un 0,15% más que en 2014), con el apoyo de unos 30 trabajadores remunerados.
De los 2,7 millones invertidos en 2015, casi 2,1 millones (el 79% del total) procede de aportaciones privadas (colectas, socios y donantes, empresas y bancos) y más de 580.000 euros (el 21%) de fondos públicos (ayuntamientos, Diputación, Administración del Estado y Unión Europea).
El informe de actividad, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, confirma las tendencias de los años precedentes tanto en lo que se refiere al esfuerzo económico llevado a cabo dentro los distintos apartados de intervención de Cáritas como en el apoyo recibido por parte de los donantes y colaboradores privados, aunque “hay una disminución de las ayudas públicas”.
Los grandes apartados sociales a los que Cáritas Diocesana destina mayor volumen de recursos son, por este orden, los programas de acogida y atención primaria (el 42% del total), integración sociolaboral (28%), personas sin hogar (13,8%), acompañamiento a mayores (1,43%), y en materia de Cooperación Internacional (el 1,82%). A las labores de formación, de agentes voluntarios y sensibilización e incidencia, se destinó el pasado año un 2,10%; y por último, a la gestión y administración y al apoyo y coordinación de las Cáritas de la Diócesis se dedicó un 10,20% del total, unos 273.000 euros.
PERFIL DE LAS PERSONAS AUXILIADAS
También se han aportado algunos de los rasgos sobre el perfil de las personas que acuden a nuestra red de servicios de Cáritas en la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Con respecto a la red de acogida y atención primaria, principalmente se está ayudando a parejas con hijos, personas solas y familias monoparentales (mujeres de 35-55 años, sobre todo) en situación de desempleo o trabajo precario, percibiendo pensiones contributivas o sin ingresos. Estas personas, mayoritariamente, tienen estudios primarios o inferiores, aunque desde 2014 se han detectado casos de personas con estudios de grado superior (módulos superiores o título universitario).
En el caso de las familias sin ingresos, Cáritas ve prioritario cumplir los plazos de resolución del ingreso mínimo de solidaridad que según la legislación de la Junta de Andalucía debe ser de dos meses “y que, actualmente, en las localidades del territorio diocesano, no se respetan, agravando la situación económica de las familias”.
“Constatamos la realidad de que hay personas que, aún teniendo ingresos, éstos no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de la unidad familiar y necesitan, por tanto, acudir a solicitar ayuda. Son los llamados ‘trabajadores pobres’, se añade.
Los datos constatan que casi un tercio de las personas acompañadas llevan más de tres a cinco años recibiendo ayuda de Cáritas, y que más de la mitad de las personas desempleadas son “parados de larga duración”. Esto significa que la situación de pobreza en Cádiz “se está cronificando y la problemática que sufre la población atendida es cada vez más grave”. La pobreza “se está convirtiendo en un hecho heredable y condicionante de las generaciones futuras”, apostillan.
Con respecto a las ayudas más demandadas a Cáritas por las personas acogidas, siguen siendo, continuando la tendencia de estos años de crisis-estafa, ayuda para alimentación, vivienda, formación y salud. Por el contrario, las respuestas mayoritarias son de alimentación, seguidas de intervenciones sobre el empleo (orientación y formación), vivienda (ayuda para suministros) y otros tipos de ayuda como farmacia, desplazamiento y educación.
La mayor parte de las respuestas de intervención son del tipo ayudas en especie y económicas. Otras respuestas se corresponden principalmente con acciones de información, orientación y asesoramiento, así como de formación, seguimiento y acompañamiento de procesos personales y familiares.
Por otra parte, en los servicios especializados de empleo de Cáritas destacan parejas jóvenes (20 a 35 años) con hijos menores y escasa formación reglada. En estos servicios se han atendido a 644 personas en 2015 alcanzando una inserción laboral del 17% (107 personas). Las acciones que se desarrollan en esta área son la orientación laboral y la formación para el empleo (mejora de la empleabilidad) en formato pretalleres (formación teórica y práctica), incluyendo, actividades formativas específicas para jóvenes en situación de exclusión.
Enmarcado en estos servicios de empleo, se ejecutan también sesiones grupales de familias, en las que algunos de sus miembros están en paro. En estas sesiones se ponen en común las diferentes situaciones que están viviendo y se informa sobre diferentes aspectos que pueden servir para mejorar la situación desde el punto de vista de la administración y optimización de los recursos familiares. También se ofrecen ayudas puntuales para la adquisición de alimentos, productos de higiene y material escolar.
Con el colectivo de personas sin hogar, Cáritas ha desarrollado una labor de acompañamiento en situación de calle, intervención social y de sensibilización. El perfil de los atendidos es principalmente hombres, de entre 40 y 60 años. En el año 2015, auxilió, a través de sus servicios repartidos por la Diócesis (Cádiz, San Fernando, Chiclana, Algeciras y La Línea), a 1.261 sintechos.
En cuanto al proyecto de atención a mayores, ‘Estamos Contigo’, se acompaña a ancianos en soledad, bien en sus domicilios, bien en residencias. Durante el 2015, se han acompañado a 35 personas.
Por último, en Cooperación Internacional, la acción de la Iglesia Católica se concreta en labores de educación para el desarrollo, comercio justo y animación de las campañas de emergencia (Nepal, Cuerno de África, frontera Europa Este…).
SENSIBILIZACIÓN Y DENUNCIA
Junto a su acción social, Cáritas desarrolla una labor de sensibilización y denuncia sobre la realidad social. A través de sus campañas de sensibilización institucionales (Navidad, Día de Caridad, Personas sin hogar) se busca “un cambio de valores y el compromiso activo en la transformación de la sociedad”. En esta materia, se destaca el esfuerzo hecho en la elaboración del ‘Estudio de la realidad de la provincia de Cádiz y la ciudad autónoma de Ceuta’, presentado el pasado año junto con Cáritas de Asidonia-Jerez y con el equipo de estudios de Cáritas española.
En este informe ya se alertaba de que una de cada cuatro personas (24%) de la provincia gaditana se encuentra en exclusión social: supone unas 297.000 personas, una realidad que sufren más de 100.000 hogares. Y dentro del espacio de la exclusión en la provincia, es especialmente preocupante la situación de 136.000 personas (el 11%) que se encuentran en la exclusión “más severa”, afectando a unos 42.000 hogares.
En Cádiz, siguiendo este estudio, la proporción de personas que se encuentran en situación de exclusión es muy similar a la de España. Sin embargo, se caracteriza porque “solo uno de cada cinco hogares gaditanos se encuentran en la integración plena, es decir no están afectados por ningún rasgo de exclusión social”.
En esta misma línea de sensibilización, en el año 2015, Cáritas ha unido su apoyo a la Mesa de Atención a los Refugiados, a iniciativa del obispo diocesano y junto con otras entidades de Iglesia (Migraciones, Tierra de Todos, Asociación Cardjin, Confer), para solidarizarnos con la población refugiada y migrante y denunciar sus condiciones de vida.
FORTALECIMIENTO DE VOLUNTARIOS Y DONANTES
Los datos económicos y los de la base social evidencian “el fortalecimiento del compromiso solidario de voluntarios y donantes privados que colaboran con la acción de Cáritas”, se resalta. Así lo pone de manifiesto el incremento con relación a 2014 del número de personas voluntarias y de socios.
Lo mismo ocurre para los fondos privados gestionados por Cáritas, que en 2015 registran “una consolidación” con respecto al año anterior. Se trata de un compromiso sostenido en el tiempo que permite la estabilidad de la acción de acogida y acompañamiento de personas en situación de exclusión y/o vulnerabilidad social. Estos fondos provienen, en parte, de la colaboración de particulares (550 socios) y empresas de diferentes sectores (25 empresas) agrupadas en el programa ‘Empresas con Corazón’ que establece puentes entre Cáritas y el sector empresarial impulsando el desarrollo de su responsabilidad social.
(puedes comentar esta información más abajo)